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A bocinazos, agitando banderas y a cinco por hora, alrededor de 400 camiones han procesionado desde Raos al centro de Santander, en la marcha lenta de ida y vuelta convocada por la Plataforma en Defensa del Sector del Transporte que amenazaba con colapsar la ciudad ... en protesta por el alto precio de los carburantes cuando se cumple el undécimo día del paro del sector. Ha sido una manifestación «pacífica y para que los ciudadanos nos vean y sepan por lo que estamos pasando», según algunos de los participantes. No ha habido un colapso como tal y, si su objetivo era conseguir que la ciudadanía empatizase con su situación, parece que lo han conseguido.
Durante tres horas, la enorme de fila de cabezas tractoras, camiones con volquete, grandes y pequeños, hasta camionetas, grúas y furgonetas, han seguido pasando por la Avenida de Parayas, muchos con banderas, pancartas y hasta con luces, tocando el claxon y haciéndose ver y oír. Ocupando solamente el carril central, así que, aunque lentamente, el tráfico ha podido seguir fluyendo tanto en dirección a la calle Castilla como hacia la rotonda de La Marga. Casi a las dos de la tarde seguía sin verse el final de la caravana, cuando la cabeza de la marcha había llegado ya al Palacete del Embarcadero y emprendía el regreso a Raos.
Sobre la una y media de la tarde, la vanguardia y la retaguardia se han cruzado en el túnel del Centro Botín y, desde entonces, unos iban y otros venían en atronadora sincronía, cruzándose y saludándose en esta marcha circular que se ha mordido la cola.
Al fin, pasadas las 14.15, el último de la fila ya está de vuelta y más pronto que tarde Santander recuperará sus sonidos habituales.
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Desde horas antes de las 11.00 -el inicio oficial de la manifestación- los camioneros comenzaron a concentrarse en el Polígono de Raos para emprender en caravana la ruta hacia Santander, mientras seguían llegando muchos más para sumarse a la marcha. Estaba previsto que salieran a esa hora, pero se ha retrasado casi tres cuartos de hora porque seguían esperando a los que todavía estaban entrando en Raos y por un problema inesperado: el permiso otorgado por la Delegación del Gobierno no incluía a taxis ni a vehículos de transporte de pasajeros con conductor (VTC y Cabify), y había unos treinta en Raos que también querían sumarse. A las 11.40, al fin, los camiones y furgonetas arrancaron sus motores y accionaron sus bocinas, para iniciar la manifestación entre aplausos de muchas personas que acudieron a Raos a apoyar la protesta.
La fila avanzaba exasperantemente lenta. Con ellos, patrullas de la Policía Nacional y de la Policía Local les acompañaban para garantizar la seguridad a lo largo de la ruta.
Casi una hora después, sobre las 12.30, la cabeza de la marcha ha entrado al fin por Marqués de la Hermida, jaleada por muchos vecinos asomados a las ventanas. El positivo recibimiento de parte de la ciudadanía ha sido recibido con gran emoción por parte de los camioneros: «Es increíble el apoyo de la gente. Mira cómo suben el pulgar hacia arriba», comentaba Jesús Villar, que lleva a un equipo de El Diario Montañés en su cabina.
Cerca de la una de la tarde, la algarabía camionera ha llegado a la Estación Marítima. Y todo respetando escrupulosamente las normas de tráfico: los semáforos, los pasos de cebra y las órdenes de los agentes que dirigen la movilidad.
Y mientras tanto, muchos comerciantes han salido de sus tiendas, algunos también con bocinas y trompetas, para acompasar la ruidosa marcha de los camioneros. Hay gente que se para, les graba, que hace el signo de la victoria... Aplausos y muestras de apoyo es lo que se están encontrando los manifestantes a su paso por el centro. Algunos gritan a los transportistas mensajes de ánimo y ellos responden levantando el puño y con gestos de agradecimiento.
La manifestación de hoy, convocada por la Plataforma en Defensa del Transporte, cuenta con la autorización de la Delegación del Gobierno en Cantabria. También estaba autorizada ayer. Y anteayer. Pero, se ignora por qué, la Plataforma no ha hecho valer esos permisos y es hoy cuando ha anunciado por redes sociales que llevará a cabo la 'marcha lenta' a Santander.
Los participantes son en buena parte pequeños empresarios y autónomos, que han respondido al llamamiento de una plataforma surgida a nivel nacional pero no pertenecen a ninguno de los grandes colectivos de transportistas que hay en Cantabria (en esta información, aclaramos quién es quién en el paro patronal del transporte). «Nos manifestamos para poder vivir, no para protestar», ha dicho David Gutiérrez, uno de ellos, que explica con cifras la sangría que sufre por el alza de los precios de los carburantes: «Antes pagaba de media al mes 4.000 euros y ahora pago 7.000». Y ocurre cuando, justo hoy, los combustibles dan un leve respiro por primera vez desde que comenzó 2022. El precio desciende algo más de un 1% en la última semana, aunque sigue por encima de los 1,81 euros en la gasolina y los 1,79 euros el diésel.
El trazado autorizado es el siguiente: los camioneros pueden entrar por Marqués de la Hermida desde la Avenida de Parayas, seguir hacia el Paseo de Pereda y, más o menos a la altura del Centro Botín, dar la vuelta por la calle Castilla. No hay un cálculo de cuánto tiempo podría durar, pues dependerá del número de vehículos que se sumen y de la lentitud que decidan aplicar en su marcha de protesta, que, de momento, avanza a 5 km/h.
Esta manifestación de la Plataforma en Defensa del Transporte se produce cuatro días después de la gran 'marcha lenta' del lunes, la que secundó Asemtrasán (Asociación de Empresarios de Transportes Discrecionales de Mercancías por Carretera de Santander y Cantabria) desde la Ciudad del Transportista a Torrelavega, con 700 camiones por la A-67. La autovía estuvo colapsada durante las dos horas y media que duró el recorrido de ida y vuelta, pues ocuparon todos los carriles en sentido Palencia.
A la vez que esta marcha por la A-67 de Asemtrasán, la Plataforma en Defensa del Transporte pretendía realizar otra al centro de Santander, pero la suya no estaba autorizada por no haber pedido el permiso a tiempo. Aún así, decenas de camiones intentaron entrar en la ciudad saliéndose de la ruta del grueso de transportistas que tomaban la A-67. En la rotonda de La Marga, las fuerzas policiales les cortaron el paso y tuvieron que darse la vuelta. Tras entrar por algunas vías de barrios periféricos, finalmente se sumaron a la manifestación mayoritaria por la autovía de la Meseta.
Pero hoy el plan era retomar esa movilización con destino a la capital cántabra, una protesta que la Plataforma ha llevado a cabo el muchas ciudades del país. La Delegación del Gobierno lleva desde el principio del conflicto coordinando a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y a los policías locales para tener listos los dispositivos, tanto ante estas manifestaciones como por la acción desmedida de algunos piquetes.
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