El campanu se resiste por las malas condiciones de los ríos

Desde el Gobierno de Cantabria ya advertían que podría darse esa situación. Lo decían atendiendo al nivel de los caudales de los ríos, que debido a la falta de precipitaciones durante las últimas semanas del invierno y las primeras de la primavera bajan prácticamente secos. Los pescadores han podido constatar esta mañana sobre el terreno que los caudales eran tan bajos que resultaba imposible que entraran los preciados peces. Una situación similar a la de 2022. Entonces se pescaron 17 peces, la cifra más baja desde que se recuentan los datos, allá por 1943. Y aunque «lo bueno de tocar fondo es que no necesitas mucho para mejorar», dice Ángel Serdio, lo cierto es que los pronósticos no son optimistas.

Por eso algunos de los aficionados que este sábado tenían un coto asignado ni siquiera se han metido en el río. Así ha ocurrido en el Pas y en el Asón, las zonas con mejores condiciones para la pesca del salmón, pero sobre todo en el Deva y en el Nansa, donde las estadísticas en las últimas temporadas son aún más raquíticas. Y de los que se han animado, algunos se han lanzado directamente a por truchas. Queda jornada por delante y podría 'sonar' el campanu, pero algunos pescadores ya han renunciado.