Los campings urgen controlar el turismo de autocaravana por el riesgo de la falta de registro

Sin embargo este año, tras la pandemia y con la amenaza de los rebrotes en la comunidad autónoma, esta situación adquiere un matiz diferente: «el sanitario», señala Valles. Y por eso urgen una solución. No saber «quién llega, ni de dónde» puede ser un problema si algún turista diera positivo en covid. En las instalaciones preparadas para ofrecer a los autocaravanistas agua, luz y un sitio habilitado donde poder acampar, se lleva un riguroso control. Como en los hoteles, se recoge la información relativa a cualquier usuario. «Está todo registrado: quién duerme en cada vehículo, cómo, durante cuánto tiempo», añade Valles. Esa información es la que permitiría - en caso de un contagio por covid-19 entre alguien que está o pasó por la instalación- rastrear los contactos o saber con exactitud las fechas en las que estuvo. A partir de ahí, la autoridad competente se encargaría de comprobar con qué personas concretas pudo coincidir. «Podemos mirar cuándo estuvo y en función de eso trazar una línea», comenta Valles.

Como es lógico, este control solo está presente en lugares turísticos reglados y habilitados. «Pero eso no ocurre cuando los autocaravanistas optan por acampar allí donde no está permitido». Se mueven sin control, van y vienen, y hacen vida en diferentes sitios. Una estampa muy presente en puntos como San Vicente de la Barquera, Liencres, Somo o Comillas, áreas llenas de autocaravanas. «Y el problema ya no es que ocupen espacio, sino que allí nadie sabe quién duerme», insiste el presidente de la Asociación.

También, añade, hay otra posible consecuencia y es que «un brote nos perjudica como sector», admite Valles. En los campings también están preocupados porque un contagio pueda afectar a la imagen de este tipo de turismo y, por consiguiente, a las reservas.