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El mundo del campo aguarda con honda preocupación la llegada del buen tiempo dadas las altas probabilidades que existen de que, con la venida de las elevadas temperaturas, se produzca una nueva ofensiva del mosquito transmisor de la enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE), infección que en ... 2023 provocó auténticos estragos en la cabaña ganadera de Cantabria. En únicamente cuatro meses, la enfermedad mató a 2.292 animales y contagió a otros 7.113, muchos de los cuales arrastran graves secuelas desde entonces. «Partos difíciles, abortos, malformaciones...», detallan los campesinos, que se sienten desprotegidos ante la posible reaparición del virus.
«Tenemos muchísima preocupación porque en estas fechas -a mediados del mes de abril- se declaró el año pasado el periodo activo del mosquito y se espera que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico lo declare de nuevo ahora», precisaba este lunes el consejero del área, Pablo Palencia, en un comunicado en el que reconocía que «lo único eficaz» contra la EHE es una vacuna que todavía no existe.
En este sentido, Palencia indicó que los directores generales del área de todas las autonomías van a mantener próximamente una reunión con el Ministerio «para abordar el tema de la vacunación de los animales», dijo, y el de otro que tampoco es menor; su inmunidad.
Según explicó el consejero, aunque no hay datos concretos, sí que existen estudios experimentales en algunas ganaderías que reflejan que las vacas que ya han sufrido la EHE han generado una inmunidad del 60/70%. «Esto da un poquitín de esperanza», aseguró Palencia, que avanzó que, no obstante, su departamento va a celebrar reuniones con los responsables del sector para que los ganaderos implementen sus medidas protectoras -los sistemas de bioseguridad, la desinfección y desinsectación de las cuadras de mosquitos- si bien es verdad, reconoció, que ninguna ha servido para frenar la expansión de la enfermedad hemorrágica.
Esta sensación de incertidumbre que se percibe en la Consejería y en el propio equipo del consejero es todavía mayor, si cabe, en las asociaciones y cabañas ganaderas de la comunidad autónoma, que por no saber no saben si el extraño comportamiento de algunas vacas en las últimas semanas se debe a las secuelas de la enfermedad hemorrágica -de la que se contagiaron el año pasado- u obedece a la reaparición del mosquito en la región, una posibilidad, esta segunda, que no confirman pero tampoco pueden descartar.
«Hay animales que están manifestando los mismos síntomas, pero, la verdad, no sabemos si es porque han sufrido una recaída o porque les ha picado el mosquito», afirma el secretario general de Asaja, Raúl Guillarón, que se decanta más bien por lo primero porque la EHE, recuerda, puede estar latente en un animal ocho meses. «Es cierto que se están detectando problemas de reproducción», afirma el portavoz, que ha recibido información sobre «dificultades en los partos» que podrían tener que ver con la manifestación de la enfermedad en aquellas vacas que en pleno alumbramiento tienen sus defensas «muy bajas».
«Pues, sí, puede ser», asiente Evaristo Barquín, responsable de un centenar de vacas tudancas estabuladas en Santiago de Heras, un enclave donde, de momento, «ni hemos notado ni hemos oído nada» en relación a la posible llegada de un mosquito que a él le mató once reses y le infectó a todas cuantas pasaban de los dos años.
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