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Federico Barrera, Cristina Espinosa, Sara Núñez y Gabriel González, en el campus de Las Llamas. DM
«El campus puede cambiar, pero lo más importante perdura»

«El campus puede cambiar, pero lo más importante perdura»

La Facultad de Filosofía y Letras homenajea al alumnado de su XXIX promoción durante los actos por su patrón, san Isidoro de Sevilla

M. Martínez

Santander

Martes, 22 de abril 2025, 08:37

uando Cristina Espinosa cursaba su Licenciatura de Historia en la Universidad de Cantabria, las Tres Torres aún no asomaban tras el edificio Interfacultativo. «Es verdad que el campus ha cambiado desde entonces, pero creo que lo más importante sigue ahí: profesores y estudiantes. Y que sigan por mucho tiempo», dice ahora convertida en profesora de Secundaria, periodista y guía turística. Espinosa ha podido constatar que «lo más importante» perdura en la UC gracias al homenaje que la Facultad de Filosofía y Letras ha brindado a su XXIX promoción en el marco de los actos de celebración de san Isidoro de Sevilla, su patrón. Cristina pudo reunirse allí con compañeros licenciados en Geografía (2009) e Historia (2010), entre ellos, Federico Barrera, Sara Núñez y Gabriel González. Todos posaron en el 'Inter' con la beca azul celeste que distingue a las Humanidades.

Barrera ha vivido los actos de san Isidoro como delegado de centro y ahora con la perspectiva que le da la veteranía. Los entiende «como un homenaje y un reconocimiento» a la comunidad universitaria, y como una forma de «mantener los vínculos con tu alma mater universitaria» y reencontrarse con quienes que formaron parte de ese tramo vital: personal de administración, profesorado, compañeros de clase. En realidad, Barrera acabó en Historia casi «por casualidad», pero aquella carambola académica le marcó. «Fue acabar el primer curso y tener clara la decisión de continuar» en una carrera que le ha servido para formarse, para implicarse en el campus, para «conocer a estudiantes extranjeros, compartir culturas y vivir el Erasmus en Verona (Italia). Un cúmulo de experiencias formativas y personales muy enriquecedoras», celebra.

Semana de actividades

Además del reconocimiento a los mejores expedientes, al personal jubilado y al que ya ha cumplido 25 años de servicio, la festividad de San Isidoro motivó la organización de varias actividades a lo largo de la pasada semana. La Delegación de Estudiantes organizó un mercadillo solidario, una mesa de debate y el tradicional 'San Isidoro Fest'. «Recuerdo con mucho cariño mi paso por la facultad, aquellas fiestas de San Isidoro con el concierto de 'Muy Deficiente', las tardes hasta las mil estudiando en la biblioteca (o en el Paraninfo), los morenitos de la cafetería y, por supuesto, las amigas que hice, Sara, Vicky, Tania…, que sabes que aunque ya no veas todos los días son amigas para siempre», evoca ahora Espinosa.

Como Barrera, ella también se licención en Historia, una carrera que le «abrió más puertas laborales de las que esperaba, pero, sobre todo, me hizo flexionar sobre tiempos y personajes por los que, a priori, nunca me hubiese interesado». ¿Y qué recuerdos tiene del profesorado, de las materias? «Disfruté muchísimo con las clases de Historia del Mundo Actual de Fidel Gómez, y con las de Historia de Roma de Mar Marcos, pero también 'sobreviví' a la Historia Moderna de Fortea y puedo decir orgullosa que aprobé Epigrafía con Iglesias. Fue la carrera de Historia la que me dió la oportunidad de irme de Erasmus y de estudiar un año entero en el extranjero (en mi caso, en Gante), cosa que contribuyó muy mucho a ampliar todos mis horizontes».

Barrera también defiende las posibilidades de estos estudios. «A pesar de ser una carrera que tiene unas salidas muy orientadas a docencia e investigación, lo cierto es que la manera de pensar, reflexionar y las técnicas de las que te dota una carrera como esta me han servido para aplicarlas posteriormente en multitud de proyectos y experiencias laborales, no [necesariamente] conectadas con la Historia, pero que han hecho que pueda afrontar retos de otra manera». Así que Barrera no puede sino hacer un alegato en pro de las Humanidades, «máxime hoy día en un mundo tan tecnológico, donde la IA y los datos están dominando las estrategias, donde la inmediatez ha superado a la reflexión y el análisis y las noticias y bulos se solapan». Y es ahora, dice Barrera, cuando estudiar Historia o Filosofía es necesario. «Se necesitan estos perfiles por su alto valor de pensamiento, de análisis y contraste». Así que insiste en el mensaje: «Empresas de carácter tecnológico, por favor, dentro de los equipos multidisciplinares añadan Humanidades».

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