En la candidatura para declarar la jota patrimonio inmaterial

Por el momento, como bien inmaterial se protege en Cantabria desde 2015 las marzas, el juego de los bolos, la música y el tañido del rabel, y las danzas tradiciones de la región, en las que se incluye la jota, que aspira a la candidatura conjunta a Patrimonio Inmaterial de la Unesco. Además, en 2018 se declaró Bien Cultural el oficio de elaboración de albarcas y el último en sumarse ha sido la Vijanera de Silió, en 2021.

«Durante el pasado verano, se han organizado varios eventos para dar a conocer esta candidatura de la jota en Cantabria», recuerda Hijosa. Uno de ellos fue el pasado 15 de agosto, «una fecha marcadamente festiva en todo el país, en la que numerosas localidades celebran sus fiestas mayores y tienen lugar actividades de carácter festivo, musical y tradicional», dice la directora general en relación al acto que reunió a decenas de bailarines en Torrelavega.

La intención es «difundir a través de redes sociales cualquier actividad que gire en torno a la jota y que se realice ese día, con actuaciones de canto y baile, encuentros, festivales o reuniones sociales». Todo con el fin de incluir la jota en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad como Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural de España. Para ello, relata Hijosa, «nos hemos reunido con varios miembros de las comunidades portadoras de la jota aquí en Cantabria, que han ayudado en el proceso, como son el Grupo de Danzas San Sebastián de Reinosa, la Federación Cántabra de Asociaciones de Folclore, Coros y Danzas de Santander, la investigadora Beatriz Cea o los músicos de CasaPalma».