Cantabria abrirá el próximo curso 25 aulas para bebés de 1 año en municipios rurales

En función de la matriculación, Educación determinará si las nuevas clases de 1 año son puras -únicamente con alumnado de esa edad y con una ratio máxima, como fija la norma, de 12 escolares por aula- o de tipo mixto, es decir, que en estas aulas convivan alumnos de los primeros cursos de la etapa de Infantil. Por lo pronto, en el primer grupo entran a partir de septiembre siete colegios públicos, si bien en el caso del CEIP Marcial Solana (Villaescusa), donde ahora se ejecutan obras para la apertura de nuevas clases de Infantil, el alumnado de 1 año se incorporará a partir de enero de 2024; mientras que en el CEIP Marquesa de Viluma (Voto), la implantación está pendiente de la evaluación técnica del espacio. Además, hay otros dos centros en los que se tiene que dilucidar si las aulas serán puras o, como ocurre en los otros 16 colegios que se incorporarán a la red de 1 año a partir del próximo curso, las clases serán compartidas con otros escolares de Infantil.

Pesués, San Felices, Corvera de Toranzo, Herrerías, Selaya, Vega de Pas, Mazcuerras o Voto son algunos de los ayuntamientos que estrenarán aulas de 1 año tras el verano. Como criterio para su apertura, la Consejería ha mantenido el hecho de que estos municipios carezcan de un servicio privado de guardería; y, por tanto, como objetivo también ha mantenido el arraigo de población en esas zonas. Esto significa que las aulas de 1 año funcionan también como una herramienta contra el despoblamiento.

Tras haber consolidado su red de 2 años, Cantabria decidió invertir parte de los fondos europeos que le asignaron en poner en marcha este curso hasta doce aulas de 1 año en colegios de Potes, Campoo de Suso, Polientes, Valdeolea, Udías, Liendo, Soba, Ruiloba, Rasines, La Cavada o Arenas de Iguña. Además, en el segundo bimestre se han incorporado alumnos de 1 año al CEIP Pérez Galdós, en Polanco, tras culminarse unas obras ejecutadas por el Ayuntamiento con cargo a Europa y en virtud de un convenio con la Consejería.

El CEIP Leonardo Torres Quevedo de Arenas de Iguña abrió las puertas de su nueva clase de 1 año a El Diario Montañés en junio de 2022, meses antes de estrenarla oficialmente -en diciembre, incluso, les visitó la ministra Pilar Alegría- y a falta de algunos detalles y mobiliario que armar. «Ahora está incluso más bonita, está muy bien puesta», presume Marcos Carrasco, director del centro.

En el Torres Quevedo empezaron el año escolar con diez alumnos de 1 año, una cifra que esperan mantener el próximo curso. «La experiencia ha sido muy positiva. Las compañeras trabajan muy bien y las familias están encantadas y lo van demandando más y más. Ya nos están llamando interesándose por el servicio; al menos, dos o tres familias ya se han puesto en contacto con nosotros», avanza Carrasco.

El colegio ha logrado crear un «entorno específico» para el alumnado de Infantil. Las aulas de 1 y 2 años solo están separadas por un pasillito y ambas se ubican junto a la sala de psicomotricidad. «Los alumnos también comparten el patio» y así la convivencia se enriquece en esta etapa. Las aulas de 1 año son «un servicio a la comunidad», concluye Carrasco, una puerta extra al sistema educativo público que «afianza y fideliza al alumnado».

A la vez, el director cree que hay margen de mejora. ¿De qué manera? Lo ideal sería que «los alumnos tengan siempre su figura de referencia», y con esto el director alude a la posibilidad de ampliar la jornada de la maestra -ahora está a media- y a que las sustituciones, en caso de necesitarse, funcionen tan rápido como lo hace la bolsa de la Sociedad Regional de Educación. Con todo, «la experiencia ha sido muy positiva. Es una muy buena idea que ayuda mucho a las familias».

La meta de la Consejería es asentar la red del primer ciclo de Infantil -hasta los 3 años-, habilitando para ello 861 nuevas plazas entre 2021 y 2023, con una inversión de 8,7 millones. Le restan aún aperturas, pero hay otras en marcha: además de las aulas de 1 año previstas, en septiembre sumará las plazas de la segunda aula de 2 años del Colegio Sardinero, en Santander.

Recapitulando y de nuevo gracias al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, Educación también ha suscrito convenios con los ayuntamientos de Noja, Limpias y Reocín, y allí la Consejería ha financiado obras dirigidas a expandir el primer ciclo de Infantil. En el caso de Noja está en funcionamiento.