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Los datos del turismo en agosto en Cantabria dejan una aparente contradicción. El número de visitantes creció con respecto al año pasado. Más gente en la comunidad autónoma. En concreto, un 3,1%. Sin embargo, el de pernoctaciones hoteleras cayó un 4,6%. Menos ... personas durmiendo en los hoteles. De hecho, la ocupación media por plazas en el mejor mes del año para el sector se quedó en un 72,8% (la comunidad sería la octava del país en este sentido). Todo, según datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y el Instituto Cántabro de Estadística (Icane). ¿Dónde se hospedaron entonces los que vinieron? Pues si se introduce en la ecuación la proliferación de alojamientos turísticos -en su mayoría, ilegales porque no están registrados-, los datos ya no parecen tan contradictorios. Por cierto, la tarifa media diaria fue de 118,4 euros (un 1,2% más que el año pasado frente a la subida nacional del 6,7%) y el ingreso por habitación disponible, de 93,6 (bastante lejos de los 108,2 euros de media en el país).
Un análisis más allá de los dígitos permite confirmar dos de las cuestiones que más se han repetido este verano. Que Cantabria ha estado a reventar. El de 2022 fue de muchísima gente tras los años de pandemia (turismo de venganza, se ha denominado). Pues este, más todavía. Esa sensación de imposible aparcar o de no cabe un alfiler parece ratificada con lo que dice el INE. Pero también el mensaje permanente que han lanzado desde la hostelería respecto a los pisos turísticos: su enorme crecimiento hasta el punto de suponer ya más plazas que los propios hoteles en lugares como Santander, la capital. Y eso, claro, absorbe a una parte importante de los que vienen.
La estadística deja otras cuestiones interesantes. Por ejemplo, que el descenso de pernoctaciones hoteleras se produce en un año de incremento a nivel nacional (del 1,2%). Aquí sumaron 534.911 en el octavo mes, la mayoría de turistas residentes en España (el 84,8% del total). Eso es un 2,7% menos que hace un año en las mismas fechas. Y ojo, porque la caída de las pernoctaciones hoteleras es aún mayor en lo que se refiere a los visitantes extranjeros. Un 13,9% menos que en 2022.
Hay que explicarlo bien. No es que hayan venido menos extranjeros a Cantabria. Todo lo contrario. La cifra ha crecido un 4,5% (la de los residentes en España también se elevó un 2,8%). Lo que ha ocurrido es que han optado menos por los hoteles (entendidos en sentido amplio) como opción para hospedarse.
Más conclusiones. Cantabria fue el undécimo destino favorito para los turistas españoles, al acumular el 2,6% de sus pernoctaciones hoteleras en el conjunto del país. O que la estancia media en la región fue de dos días y medio, un 0,2% menos que en agosto del año pasado, y los establecimientos abiertos sumaron 497 (una caída del 0,6%). Ofrecieron, en total, 22.851 plazas (en 11.466 habitaciones), un 1,3% menos. Y también descendió el número de personas empleadas (fueron 3.262, un 3,6% menos).
En cuanto al grado de ocupación, aunque subió los fines de semana (hasta el 76,4% de media), tampoco llegó a los porcentajes del pasado año.
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