«Cantabria está adoptando medidas con gran coraje y los resultados las avalan»

-Ya se sabe cómo será esta Navidad. Los expertos del Gobierno recomendaban grupos de seis personas y finalmente serán de diez, como pedían algunas autonomías. ¿La posición de los presidentes ha primado sobre la de los científicos?

-En ningún caso. Lo más importante es haber llegado a un acuerdo entre todas las comunidades. Los días 24, 25 y 31 de diciembre, excepcionalmente, nos coordinamos todos y se autorizan diez personas para las reuniones navideñas. Y la restricción de movilidad nocturna de estos días será a partir de las 01.30 horas. El resto de días, cada comunidad autónoma tomará las medidas que crea convenientes en función de los criterios epidemiológicos. Nos ponemos de acuerdo en que no nos podemos desplazar de comunidad autónoma, excepto para los casos tasados en el Decreto de estado de alarma, a los que se añade la posibilidad de viajar si es para encontrarse con un familiar. El mensaje que lanzamos es que en Navidad hay que quedarse en casa. Hay que reducir la movilidad a aquello esencial y, si es posible, en el mismo grupo de convivencia, o dos como máximo.

-¿Cómo van a poder controlar las autoridades que se cumplen estas normas? ¿Queda todo a expensas de la buena voluntad de los ciudadanos?

-Desde luego que hay una apelación a la responsabilidad individual y colectiva de cada uno. En ese sentido, hay que poner de manifiesto el comportamiento ejemplar de los españoles en estos meses de pandemia. En cualquier caso, es un acuerdo de obligado cumplimiento y se pueden articular, y se van a articular, controles para comprobar que se cumpla. Esa responsabilidad que ha demostrado ahora estoy seguro que va a continuar. Nos jugamos mucho esta Navidad. Hemos visto el esfuerzo de doblar la primera curva, el de doblegar la segunda curva que está pasando, pero, si no lo hacemos bien, podemos volver a ver un incremento de casos, que naturalmente llevará a un incremento de ocupación de hospitales, de las UCI y de los fallecidos. Y eso es lo que queremos evitar.

-Parece que los españoles siguieron estrictamente las órdenes cuando eran de obligado cumplimiento, pero. cuando se utiliza la palabra 'recomendación', las cosas cambian.

-Esta segunda ola se está produciendo en toda Europa y en nuestro país el incremento ha sido más gradual. Las medidas que acordamos con las comunidades autónomas han funcionado. Las autonomías, en particular Cantabria, han hecho un trabajo bueno y han tomado las medidas adecuadas. Con coraje, porque no son fáciles de tomar.

-¿Cree que la gente sabe ya que es un «allegado»?

-Yo creo que todo el mundo entiende lo que queremos decir. En Navidad no vamos a irnos con los amigos a pasar unos días de puente. Ni podemos hacer celebraciones de veinte personas. Se trata de estar con las personas más cercanas. Hay relaciones familiares o de afectividad que no caben recogidas en los estrictos términos en lo que conocemos por familia, personas que tienen un nivel de relación no formalizado.

-¿Da por descontado que a partir de enero habrá un repunte en el número de fallecidos?

-Hasta ahora, lo que hemos visto es que el número de casos va muy relacionado a la movilidad y los contactos. Si no controlamos eso, habrá un incremento de casos en enero, muy probablemente. Por eso estas medidas y también esa apelación a la ciudadanía. Dependerá de nosotros, del conjunto de la sociedad, que el mes de enero sea un mes estable.

-¿Siguen pensando que se puede llegar a Navidad con una incidencia de 25 casos por cada 100.000 habitantes?

-Es el ideal que queremos. Estamos en 240 casos y hay que bajar a 25. Vamos a ver cómo evolucionan las cosas, pero los descensos a partir de cierto nivel son menos acelerados que los que hemos visto esta semana.

-Visto el desarrollo de la segunda ola, ¿fue buena idea ceder la gestión del estado de alarma a las autonomías? ¿Ha servido para descentralizar las decisiones o repartir las culpas de las decisiones impopulares?

-Eran momentos diferentes. En la primera no sabíamos a qué nos enfrentábamos y activamos los mecanismos constitucionales previstos. Funcionó porque logramos doblegar la curva. Ahora las circunstancias son distintas. Conocemos más su comportamiento y la situación epidemiológica era diversa en cada territorio. Por eso pensamos en un plan que atendiera esta realidad y respetara la gobernanza autonómica. Eso generó debate en su momento, pero los resultados están a la vista. En todas partes se está doblegando la curva. Cada una ha tomado unas medidas dentro del acuerdo del Plan de Respuesta Temprana.

-Ya sabemos los grupos de población que tendrán prioridad. ¿Cuándo sabremos la fecha en la que comenzará la vacunación en España?

-No vamos a administrar ninguna vacuna que no cumpla los requisitos de seguridad y eficacia en el marco europeo, que es el más estricto del mundo. Hemos firmado seis contratos y el séptimo está muy avanzado. Hemos comprado un grupo de siete vacunas y 140 millones de dosis para inmunizar a unos 80 millones de habitantes, más de las que necesitaríamos. Van a llegar progresivamente. En enero habrá dosis de Pfizer y de Moderna y luego de Oxford. En la primera etapa hemos priorizado a dos millones de ciudadanos: los que están en residencias, los que atienden a estas personas y los sanitarios que están en la primera línea.

-¿Hay resquicios legales para que la vacuna sea obligatoria? ¿En cualquier caso, es recomendable?

-Legalmente sí que sería posible en base a la Ley de Salud Pública. Pero los expertos nos han dicho que debe ser voluntaria. Será gratuita para quien quiera recibirla. La recomendación es clarísima de que la gente se vacune contra el covid. Históricamente se ha visto que la forma de erradicar pandemias son las vacunas. Son muy seguras, hay que explicar esto a la ciudadanía. Esa es la verdad.

-Cantabria es de las pocas autonomías que mantiene el cierre municipal. ¿Es efectivo?

-Tengo una relación muy fluida con el consejero Rodríguez. Creo que está haciendo un gran trabajo. Está adoptando medidas con gran coraje y con unos servicios de salud que aquilatan muy bien las decisiones complicadas. Teniendo en cuenta la realidad de esta comunidad, creo que está haciendo lo que toca hacer. Y los resultados lo avalan. Es mejor ir con prudencia, aunque algunas medidas sean complicadas para la población. Hemos de seguir combatiendo al virus sin desfallecer. Y aún nos quedan unos meses.

-La Consejería dijo que el cierre de municipios sería hasta el día 16 y después hasta el 12. ¿Entiende que la gente viva en la confusión constante?

-No son decisiones fáciles de tomar. Se valora la situación epidemiológica, que es la base, pero también un conjunto de indicadores más amplio. Ir actualizando día a día las decisiones en función de la evolución es prueba de prudencia. La pandemia es muy inestable. He visto cómo se ponía como ejemplo de gestión a muchos países o regiones que al cabo de cuatro semanas han cambiado totalmente la situación. No hay nada ganado.

-¿Están haciendo un seguimiento del uso de los fondos no reembolsables que enviaron a los territorios para que ese dinero se use de forma correcta?

-Se tomó la decisión de apoyar a fondo perdido a las comunidades con 16.000 millones de euros. Se indicó para qué fines iba el dinero, pero también se decidió confiar en las autonomías. A quien le corresponde comprobar eso a los parlamentos autonómicos.

-Por ejemplo, ¿la construcción del hospital de pandemias de Madrid es un buen uso de los fondos? ¿Hubiera preferido que fueran a más personal?

-Tengo mi opinión, pero no voy a entrar en valoraciones públicas de eso. Tengo que respetar la toma de decisiones en el ámbito de la competencia de las comunidades. Es verdad que todos vemos la importancia de la Atención Primaria, de dotar bien a los servicios. Demasiado olvidados han estado en nuestro país. Han sido los más propicios a sufrir recortes cuando se han hecho.

-Al mismo tiempo que Pedro Sánchez decía en junio que habíamos ganado la batalla a la pandemia, Revilla invitaba a toda España a venir a Cantabria. Este ha sido un verano de récord para el turismo regional. ¿Fueron declaraciones responsables?

-No creo que fuera irresponsable. El turismo ha sido uno de los sectores más afectados por esta pandemia. El ciudadano español se ha quedado en el país y han ocurrido cosas como la de Cantabria. En verano adoptamos las medidas que en aquel momento se podían adoptar con la información disponible y las hemos ido corrigiendo y modulando. A mí me gusta poco compararme con otros por el sentido elemental de la prudencia, pero que cada uno haga el ejercicio de mirar a otros países de Europa en esta segunda oleada y saque sus conclusiones.

-¿Entonces no cree que haya relación directa entre esa llegada masiva de turistas y el aumento de la curva?

-No estoy tan seguro de que podamos establecer una relación. En todo el norte de España ha habido un incremento importante de casos, pero creo que está más vinculado a las actividades que dejamos de hacer en el exterior y hacemos en el interior. Canarias es un destino turístico y tiene unos índices muy bajos. Quizás por el hecho de que, por razones climáticas, hay una mayor actividad al aire libre.

-Cantabria es la autonomía que menos test de antígenos realiza y está en la parte alta en número de PCR. ¿Acierta?

-Hay un protocolo muy claro, que es un documento vivo que se va actualizando a medida que hay otros test o evidencias científicas, pero la prueba más segura y fiable es la PCR. La de antígenos, en situaciones de alta prevalencia para hacer cribados a sectores que se sabe que tienen un número alto o en los primeros días de los casos sintomáticos, son test también muy efectivos. Y proporciona el resultado en 20 minutos, por lo que la gente puede aislarse rápidamente. En algunos sitios en los que por volumen de población las PCR tardaban más de 48 horas, es verdad que se hacía difícil el control. Por eso en algunos sitios ha funcionado. Pero si Cantabria puede administrar la PCR como ahora, de forma rápida, es lo más efectiva.

-Como el resto de autonomías del país, Cantabria se queja de que no puede contratar más médicos porque no los hay. ¿El aumento de plazas MIR palía ese déficit?

-El proceso de formación sanitaria especializada es muy exigente y una de las claves de la sanidad española. El año pasado aumentamos las plazas un 15% y este año hay un aumento del 4%, y hay margen para más. Eso depende de que acreditemos más centros de formación y también de que las autonomías nos pidan más plazas, porque son las que financian estas residencias. Me consta que Cantabria ha hecho un esfuerzo para incrementarlo.