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Cantabria aguarda la inminente respuesta del Ministerio para la Transición Ecológica a sus órdenes de «extracción» -como se refiere Ganadería a la caza por agentes de Medio Natural- de una decena de lobos ... en los puntos de la región más castigados por sus ataques. Siguen siendo las mismas ya publicadas en el Boletín Oficial de Cantabria el pasado mes de junio: se pretende abatir dos ejemplares en la zona de Polaciones y Tudanca, cuatro en la Hermandad de Campoo de Suso, y otros cuatro en el área de Ruente, Cabuérniga y Los Tojos y la Mancomunidad Campoo-Cabuérniga.
La novedad es que el Ministerio cuenta ya con su Estrategia para la convivencia de las actividades del medio rural con el lobo y su conservación, un documento aprobado con el voto en contra de Cantabria y de otras cinco comunidades -más Ceuta-, afectadas por la presencia de esta alimaña. Con ese texto, al que dio el visto bueno una mayoría de regiones en la Conferencia Sectorial de Medio Ambiente celebrada la pasada semana, el Ministerio puede dar ya una respuesta al plan de control del cánido salvaje anunciado por el departamento que dirige el consejero Guillermo Blanco.
«Nosotros ya tenemos el aval jurídico para realizar las extracciones y estamos esperando la contestación del Ministerio», explicó Blanco. «Mientras tanto, los agentes de Medio Natural siguen recabando información: los guardas están haciendo los informes periciales, pero antes de actuar queremos contar con toda la seguridad jurídica posible. Somos conscientes de la necesidad de realizar extracciones, pero también somos gente de ley».
El consejero no ocultó su contrariedad con la forma en que se resolvió la mencionada Conferencia Sectorial, en la que el voto de comunidades como Baleares y Canarias, donde no hay lobos, decidió la aprobación de la estrategia del Gobierno. «Nosotros, por poner un ejemplo, apoyamos la estrategia de gestión frente al alga invasora Rugulopteryx, aunque afecta al sur de Andalucía y no a nosotros, de la misma manera que apoyaríamos la gestión de cualquier especie que beneficie o soporte otro territorio, por una cuestión de solidaridad. En nuestro caso, en cambio, ha sucedido al contrario».
Cantabria, Castilla y León, Galicia, Andalucía y Madrid fueron las comunidades que votaron en contra de la estrategia; Navarra y el País Vasco se abstuvieron, y el resto apoyó la postura ministerial, incluidas Asturias y La Rioja, que hasta ese momento se habían mostrado contrarias. «Comprendo el cambio del sentido del voto de Asturias y agradezco profundamente la postura que ha mantenido siempre, incluso en contra de su propio partido, pero intuyo que ha habido conversaciones con el propio Ministerio. Además, en el Principado consideran que con la aprobación de la estrategia y los dos anexos, relativos al reparto del dinero de las indemnizaciones y de los informes preceptivos para la extracción, se puede ejercer un control». En cuanto a La Rioja, Blanco comparó su situación respecto al lobo con la de Cantabria: se trata de dos comunidades con una extensión similar, pero mientras los riojanos cuentan con dos o tres manadas, aquí superan la veintena.
Noviembre de 2020. Las comunidades loberas frenan los primeros intentos del Ministerio para incluir al lobo en el Lespre.
Febrero de 2021. El Parlamento regional se opone a incluir todas las poblaciones de lobo ibérico en el Lespre.
Marzo de 2021. Diez autonomías, entre ellas Cantabria, firman un manifiesto contra el aumento de protección al lobo.
Mayo de 2021. El Gobierno aplaza hasta fin de año la prohibición de la caza del lobo en toda España.
Septiembre de 2021. Finalmente, el BOE publica el día 22 la inclusión del lobo en el listado de especial protección.
Septiembre de 2021. Cantabria anuncia que mantiene su plan de gestión del lobo.
Septiembre de 2021. Cientos de ganaderos se manifiestan en Santander aprovechando la visita de Pedro Sánchez.
Septiembre de 2021. Cantabria, Galicia, Asturias y Castilla y León recurren ante la Audiencia Nacional la inclusión del lobo en el Lespre.
Abril de 2022. Cantabria solicita al Ministerio permiso para matar lobos, el primero tras entrar en el Lespre.
Julio de 2022. El Ministerio aprueba su estrategia de convivencia con el lobo y Cantabria vuelve a solicitar su caza.
Otro de los caballos de batalla de Cantabria en el tema del lobo es la inexistencia de un censo de animales actualizado que permita calibrar con exactitud la situación de la especie: el último se realizó entre 2012 y 2014, y todo ha cambiado mucho desde entonces. «Sabemos lo que hay en Cantabria, pero no lo que hay en otros sitios: aquí no se puede decir que el lobo esté en riesgo de desaparición. Y si no quieren que los matemos, como ya he dicho en anteriores ocasiones y de forma jocosa, que me den un código postal para enviarles una manadita a toda esta gente que ha votado alegremente a favor de lo que les dicen sus jefes».
Los lobos fueron responsables de una media diaria de cuatro ataques y la muerte de cinco animales domésticos desde el 1 de enero hasta el 30 de abril de este año. «En el mismo periodo del año anterior se produjeron 77 ataques menos. La diferencia es que, antes de la entrada del lobo en el Lespre, matábamos un lobo o dos en aquellos puntos donde los ataques eran más recurrentes», explica el consejero.
Para hacer esa caza selectiva, los guardas realizaban esperas nocturnas y era habitual que tuvieran que pasar así una decena de noches hasta conseguir matarlo. «El lobo es un animal muy inteligente, y con abatir un solo ejemplar, los demás ya no volvían». Según Blanco, la evolución y el crecimiento de la población de lobos en la región mientras se mantuvo este sistema de control es la mejor prueba de que ha funcionado: de las cinco manadas que había en 1997 se ha pasado a las 21 que se estima existen en la actualidad.
Cantabria, no obstante, mantiene abierto al mismo tiempo su frente judicial, a la espera de que la Audiencia Nacional se pronuncie sobre el recurso presentado por las comunidades loberas a la inclusión del lobo en el listado de especies protegidas, el Lespre, con el objetivo de recuperar el sistema de control de la especie que se venía empleando.
El Ministerio contempla un resquicio legal que permite la «extracción» de lobos, siempre que se cumpla una serie de requisitos. El primero de ellos supone acreditar que la muerte de los ejemplares no pone en riesgo el futuro de la especie. Será también necesario probar que el lobo a matar es el causante de los ataques, para lo que se potenciará el análisis genético de los cánidos. Por último, antes de que se autorice la muerte de cualquier ejemplar, habrán debido probarse otras medidas disuasorias para evitar sus ataques, como la vigilancia de pastores y el uso de perros y vallados.
Además, el consejero, pese a este reciente revés, se muestra convencido de que, al final, «el sentido común se acabará imponiendo». «Las cosas caerán por su propio peso y el error que han cometido se revertirá, de forma que en Cantabria, Asturias, Galicia y Castilla y León sea posible la convivencia del lobo con la ganadería, pero será gracias a quitar ejemplares, gracias al control que se tendrá que realizar como se hacía. Puede que algunas comunidades tarden más o menos, y que Cantabria sea la primera que pueda hacerlo con aval jurídico, pero llegará un momento en que haya una autorización nacional, porque habrá sentido común, y al frente del Ministerio no habrá gente ultraanimalista: si hay que elegir entre un lobo y un ganadero, nosotros lo tenemos claro».
Blanco advierte, además, del riesgo de que el Gobierno logre justamente lo contrario de lo que se propone. «Se lo he dicho a la ministra: si nos paran en los tribunales, el lobo peligraría de forma severa y en poco tiempo estaría en peligro de extinción, porque se volvería a los usos antiguos: si a la gente se la deja indefensa, terminará defendiéndose por su cuenta».
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