Cantabria alcanza el récord de urgencias en los hospitales con 1.200 pacientes en un solo día

El tirón turístico del verano deja huella cada año también en los registros de los servicios de urgencias, que alcanzan en los meses de sol, playa, rutas, festivales y romerías sus picos de máxima actividad, pero el de 2024 ya se ha coronado como el del «récord absoluto» en Cantabria. Y eso que aún queda una quincena por delante que los propios sanitarios auguran de «mucho ajetreo». A falta de esa segunda mitad de agosto, el máximo histórico de asistencias en las urgencias de los hospitales del Servicio Cántabro de Salud se alcanzó el pasado lunes, día 12, cuando se llegó a las 1.200 -incluidas en ese total las 184 atendidas por los equipos pediátricos-. Redondeando el dato, casi una urgencia cada minuto. Y a toda esa demanda sanitaria hay que añadir las 1.279 consultas médicas atendidas esa misma jornada en los Servicios de Urgencias de Atención Primaria (SUAP), ámbito en el que la mayor afluencia se concentró el 3 de agosto, cuando se superó la barrera de las 2.000. Ese día se vieron 2.030 urgencias en la red de SUAP, el gran pico en lo que va de año, aunque se rozó ese balance también el sábado anterior (27 de julio) y el 10 de agosto.

Desde Urgencias de Valdecilla, su coordinador, Gonzalo Pérez Rojí, reconoce que «nunca antes habíamos alcanzado estas cifras, el dato es abrumador». Aunque a renglón seguido aclara que, «pese al gran volumen de actividad, estamos funcionando bien, bastante mejor de lo que esperábamos». Lejos quedan ya los tiempos en los que las cifras medias de asistencia en el principal hospital de la región giraban en torno a los 320 pacientes en el área de adultos. Tras la crisis del covid, los días con picos por encima de los 400 casos en la misma guardia se han convertido en algo habitual. Y en épocas como la actual, con la comunidad abarrotada de visitantes, esa tendencia no ha hecho más que engordar el recuento y llenar con más frecuencia las salas de espera. Hasta el punto de que el pasado lunes Valdecilla llegó al máximo histórico de las 503 urgencias en el servicio general (adultos), sin contar las protagonizadas por los niños ni las ginecológicas. Y 24 horas después el balance volvió a ser de 498, con una tasa de ingreso del 9%.

«Se está sobrellevando bien esta intensa actividad porque lo que predomina es la patología banal: mucho traumatismo, consultas de oftalmología, de otorrino.... Y la prueba es que de un volumen tan grande de pacientes se generan pocas hospitalizaciones. El lunes, que fue el día de récord absoluto en Valdecilla, hubo 39, de los cuales solo cuatro estaban al día siguiente pendiente de subir a planta», precisa Pérez Rojí, que destaca también la agilidad ganada con el tercer triaje de día (antes había dos puestos) para clasificar y priorizar el nivel de urgencia. «Incluso las esperas entre los pacientes con patologías leves este verano están siendo más moderadas que el año pasado, en torno a 4 o 5 horas», añade.

También ha influido que el Hospital de Laredo ha mitigado en parte los aprietos con los que la plantilla de Urgencias se enfrentaba a los meses estivales y «han sido muy pocos los días que han derivado pacientes a Valdecilla». Los datos de actividad reflejan que las peores jornadas en el centro pejino se han vivido el 6 de agosto, cuando se alcanzaron las 151 urgencias de adultos, más 24 infantiles -aunque en el ámbito pediátrico fue más intenso el día anterior, con 40 menores, su pico máximo en las estadísticas del SCS-; y el lunes 12, cuando Laredo sumó otra vez 175 asistencias (140 adultos y 35 niños).

Fechas de mucho movimiento también en Sierrallana, donde el mayor atasco se dio el 29 de julio, con 320 urgencias en el área de adultos y 35 en el pediátrico. Llama la atención las 80 asistencias pediátricas acumuladas el 27 de julio, el doble de su media habitual. Y también el pasado lunes fue una jornada de poco descanso para el personal de Urgencias del Hospital de Torrelavega, con 346 entradas (312 adultos y 34 niños).

Sobre el repunte estival de las urgencias hospitalarias, el médico Roberto Garrastazu, portavoz de la asociación aSUAP, añade otra explicación: «El desastre organizativo en los SUAP, que debido a la falta de refuerzos y de facultativos de forma puntual -nunca había pasado que se quedaran equipos solo con enfermera y celador- está afectando al triaje eficaz de los servicios de Atención Primaria». Y el dato que avala esta afirmación -apunta- es que ese incremento de pacientes que acuden a los hospitales se concentra sobre todo en los grupos de urgencias leves. «El caos podría ser mayor si no fuera porque muchos compañeros están posponiendo vacaciones y cubriéndose entre ellos (trabajando más horas). Y todavía queda este fin de semana, que suele ser el de mayor carga asistencial del año, que promete ser movido», avisa Garrastazu.

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