Cantabria ante las urnas

Serán los 510.834 cántabros -5.850 más que en los anteriores comicios- llamados a las urnas este 28M los que colocarán hoy las fichas del tablero político de la comunidad autónoma. Aquellos que decidan acudir al colegio electoral elegirán el reparto de los 35 escaños que forman el Parlamento regional. Los diputados saldrán de las doce candidaturas proclamadas oficialmente por la Junta Electoral. Las de los partidos que ya cuentan con representación en la Cámara están encabezadas por el actual presidente, Miguel Ángel Revilla (PRC), María José Sáenz de Buruaga (PP), Pablo Zuloaga (PSOE), Félix Álvarez (Ciudadanos) y Leticia Díaz (Vox). Todos ellos repiten salvo la última, que sustituye a Cristóbal Palacio al frente de su formación.

Y todos ellos participaron el pasado miércoles en el debate electoral de El Diario Montañés para desplegar sus propuestas y repasar la gestión del Ejecutivo en este ciclo político que ahora concluye. Una cita a la que también fue invitada Mónica Rodero, representante de la coalición que han cerrado Podemos e Izquierda Unida, a la que los sondeos le otorgan opciones reales de superar la barrera del 5% que da entrada en el Parlamento. Ambos partidos han logrado esta vez lo que hace cuatro años no consiguieron y por lo que se quedaron fuera de la Cámara -la suma del porcentaje que cosecharon por separado sí les daba para superar el listón que fija la ley electoral-, llegar a un acuerdo programático y consensuar una alternativa que puede tener mucho que decir en la gobernabilidad hasta 2027.

En ese hipotético «Gobierno Frankenstein» de cuyos peligros advierte el PP. Una fórmula que los socialistas no verían con malos ojos si permite evitar que la derecha vuelva al poder con «recortes y privatizaciones» bajo el brazo y del que sí renegó el viernes en una entrevista en este periódico Revilla, aunque 48 horas antes, en el debate electoral, había afirmado que no tenía más que una línea roja a la hora de pactar: Vox. «¿Y con Podemos sí van a pactar?», le preguntaba a Revilla el candidato Álvarez, que está en su propia pelea para no ser arrastrado por la deriva nacional de su partido. Respuesta del aludido: «Podemos es otra cosa. ¿Tiene algo que alegar contra una partido que defiende sus ideas de forma democrática?»

En una campaña muy centrada en los pactos, en la que se ha hablado más de lo bien o lo mal que se ha hecho en los cuatro años anteriores que en lo que se quiere hacer en los cuatro siguientes, también Sáenz de Buruaga ha tenido que pronunciarse sobre las alianzas. Después de desgastar sin éxito la petición al PRC de que se permita gobernar a la lista más votada para que el ganador no sea prisionero de un tercero, no ha cerrado la puerta a repetir con Vox la fórmula de Castilla y León. Solo ha dado un 'no' rotundo a hacer presidente de nuevo a Revilla si esta noche el partido más votado es el PP. Si gana el PP, gobernará el PP. Ella, en concreto. O esa es su intención.

También están en esa pelea los partidos minoritarios. Algunos integrados en marcas nacionales de índole ecologista como Pacma (la cabeza de lista es Juana Álvarez) y Verdes Equo (liderado por Sergio Peña). Otros autóctonos como Cantabristas (Paulu Lobete) y Ola Cantabria (Juan Ramón Carrancio). Completan la lista de candidaturas al Parlamento regional el Partido Comunista de los Trabajadores de España (PCTE) y Cantabria Distinta, una formación recién nacida que, de la mano de Carlos Toral, dice no tener ninguna ideología y que lo suyo es la gestión.

Ninguno de ellos superó los 2.000 votos en 2019 y ahora esperan experimentar algún crecimiento. Con menor espacio público en los medios y con actos más discretos, especialmente actIvos en sus campañas en las redes sociales han sido Verdes Equo y Cantabristas. Los primeros, con iniciativas como la creación de un 'bosque electoral' para compensar los árboles talados para el papel de los carteles electorales y los segundos con una ruta por todo el territorio para dar a conocer sus propuestas.

Los 425 colegios electorales repartidos por la comunidad autónoma, en los que se instalarán 831 mesas -ocho más que en 2019 por petición de los ayuntamientos para dar servicio a algunas zonas que han crecido o de nueva creación-, darán soporte a las elecciones autonómicas, pero también a las municipales, que se celebran de forma simultánea. En el ámbito local se elegirán los 1.040 concejales que integran los 102 ayuntamientos de Cantabria. Hay algunas variaciones respecto a las últimas elecciones de hace cuatro años por los cambios en el censo. Hay tres localidades que elegirán más ediles: Miengo pasará de 11 a 13 concejales y Bareyo y Meruelo de 9 a 11, según los datos el Instituto Nacional de Estadística (INE). En cambio, Santiurde de Reinosa baja de 7 a 5 representantes locales por la pérdida de población. Ese, el problema de la despoblación, como la sanidad, la educación o la corrupción, han sido algunos de los temas de campaña.

La organización de las elecciones autonómicas depende del Gobierno de Cantabria y la de las elecciones locales del Gobierno de España, pero muchos medios son compartidos. Por ejemplo, es el Estado el que paga la dieta de 70 euros que recibirán los 2.493 miembros de mesa que participarán en los comicios por sorteo. Solo se paga a los miembros de mesa titulares porque los suplentes tendrán que hacer acto de presencia a las ocho de la mañana en su colegio y, si no hay ninguna baja, volverán a casa de vacío.

A lo largo de toda la semana la Delegación del Gobierno en Cantabria ha repartido por todas las localidades el material electoral: son 2.276 urnas, 700 cabinas, 500.000 sobres, 12.496 manuales para miembros de mesa y 10.500 actas de mesas electorales (3.400 de constitución de mesa y 7.100 de escrutinio y sesión). Por primera vez todas las mesas transmitirán los resultados a través de dispositivos electrónicos, ya que en la última cita con las urnas en los municipios de menos de 1.000 vecinos se hizo por llamada telefónica.

Para votar la lista favorita al Parlamento de Cantabria hay que coger la papeleta y el sobre sepias y para elegir al alcalde y los concejales la papeleta y el sobre blancos. Pero habrá mesas electorales en las que no habrá dos urnas, sino tres. Ocurrirá esto en aquellas localidades en las que también hay entidades de ámbito territorial inferior al municipio.

Con la papeleta y sobre verde se eligen a los presidentes y vocales de juntas vecinales y concejos abiertos de Cantabria, un proceso electoral que desde la última reforma de la normativa también organiza la comunidad autónoma. Los vecinos de 246 pueblos ya saben quién será su pedáneo antes de votar porque allí solo se ha presentado una candidatura, así que la designación es directa.

En el caso de las elecciones municipales, el Gobierno de España ha desarrollado una web (resultados.locales2023.es) y una aplicación de móvil específicas para seguir en directo los resultados. También el Parlamento regional ha hecho lo propio y el escrutinio se podrá seguir en www.elecciones2023.cantabria.es. En estos enlaces se conocerán los avances de participación a las 14.00 y a las 18.00 horas.

Por otra parte, son más de 9.000 las personas del dispositivo electoral en Cantabria. Además de los miembros de mesa titulares y suplentes, habrá 497 representantes de la Administración y 27 personas de apoyo, 83 de Delegación de Gobierno y 1.328 efectivos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (Guardia Civil y Policía Nacional) y de las policías locales.