Cantabria bate el récord de turistas en hoteles en un mes de julio: «Estamos de moda»

Las buenas condiciones meteorológicas y la amplia y variada oferta turística siguen siendo los pilares sobre los que se cimienta este crecimiento, que coloca a Cantabria en el undécimo destino favorito para los residentes españoles, al acumular un 2,5% de las pernoctaciones que hubo en toda España.

Eso sí, hay un dato negativo para el sector, las pernoctaciones en los hoteles cántabros descendieron un 3,9%, algo que contrasta con el incremento del 2,5% a nivel nacional. Así, las pernoctaciones hoteleras sumaron 461.710, la mayoría de turistas residentes en España, en concreto 384.918, que suponen el 83,37% del total y han crecido en torno al 1% en comparación con julio de 2022; mientras que las 76.792 restantes (16,63%) –que corresponden a extranjeros–, son un 22,6% menos que hace un año.

Más datos. De las 196.978 personas que se alojaron en hoteles, la mayoría eran españoles, en concreto 156.398 (+0,8%), frente a otros 40.580 que eran del extranjero (+3,8%).

La estancia media fue de 2,34 (-0,1%) y los establecimientos abiertos sumaron 499 (+3,3%), que ofrecieron 23.263 plazas hoteleras (+3%). El grado de ocupación por plaza fue del 62,42% (-4,6%), la octava comunidad con mejor dato, y el fin de semana subió al 69,49% (-1,5%). El personal empleado ascendió a 3.379 personas (+0,3%).

Por su parte, los precios hoteleros en Cantabria aumentaron un 1,7%, la menor subida del país y muy por debajo del incremento a nivel nacional, que fue del 6,2%.

Para la consejera de Cultura, Turismo y Deporte, Eva Guillermina Fernández, el hecho de batir el récord histórico de viajeros registrados en hoteles en un mes de julio «constata que Cantabria se ha convertido en un destino turístico de referencia y que la comunidad atrae a cada vez más gente porque ofrece en su conjunto una oferta de productos y servicios que la hacen tan atractiva: naturaleza, cultura, gastronomía y servicios hosteleros y hoteleros de calidad».

Fernández considera que Cantabria ha demostrado su consolidación como destino, más allá de los dos años postpandemia. «Es decir, ha sido capaz de fidelizar a esos viajeros que nos visitaron en época de restricciones huyendo de la masificación y buscando destinos como el nuestro con espacios abiertos y mucha naturaleza». Además, cree que la comunidad tiene que saber manejar su potencialidad de cara al futuro, para mantener esa tendencia y conseguir que ese flujo se prolongue en el tiempo, en años venideros, y que se reparta también a lo largo del año. «El objetivo es que Cantabria no caiga en la masificación y pueda seguir manteniendo su rasgo como destino de calidad».

La consejera de Turismo estima que el descenso en las pernoctaciones y la estancia media se debe a la tónica general del turismo de más viajes con menos gasto. «Es decir, la gente no está sacrificando sus vacaciones, pero sí sus días de estancia y lo que gasta».

A la espera de que se publiquen los datos de establecimientos extrahoteleros en los próximos días, Fernández da por hecho que julio será «un buen mes turístico, con puntas de ocupación en los fines de semana, teniendo en cuenta que el tiempo ha sido irregular y que el verano ha tardado en llegar».

La consejera asegura que seguirá trabajando de la mano con el sector para conseguir una mayor rentabilidad y un reparto de viajeros a lo largo del año, además de atajar otras cuestiones como el intrusismo y los pisos turísticos ilegales. «Es importante que el verano, la temporada alta, vaya bien, pero no menos importante es que seamos capaces de prolongar la temporada más allá de verano».

El presidente de la Asociación Empresarial de Hosteleros de Cantabria (AEHC), Javier Bedia, que destaca que Santander ha sido en el último año la tercera capital que más ha crecido en ocupación de viviendas de uso turístico, también valora positivamente ese récord de julio. «Cantabria está de moda a todos los niveles: disfrutamos de una tierra y una gastronomía increíbles, de unas playas maravillosas y de la hospitalidad de la gente. El mes de julio ha sido palpable, todo el mundo lo hemos visto. No es normal que estemos a reventar de gente: las carreteras y las terrazas están llenas, como las playas cuando ha hecho bueno, porque julio no ha acompañado mucho climatológicamente».

Sin embargo, Bedia pone un 'pero': «Nuestros hoteles no están llenos». «¿Dónde está esa gente, porque en algún sitio tienen que pernoctar, no?». Claramente, según apunta, están en las viviendas de uso turístico, de las cuáles, según los datos de la asociación, «apenas están legalizadas un 17%». «No solo es en Santander, sino que están proliferando por todos los lados», lamenta. Además, critica que la ley de Vivienda que se aprobó en el Congreso está provocando que cada vez haya más viviendas de alquiler tradicional que derivan en alquiler vacacional ante la «inseguridad jurídica» de alquilar de buena fe y «que te dejen de pagar o tengas problemas para echar a los inquilinos». «Lo que hace casi todo el mundo es dedicar su piso a alquiler turístico o vacacional. Es la triste realidad».