Más y mejor. Lejos de buscar solo el volumen, Cantabria debe centrarse en encontrar la calidad en 2024. Todos los especialistas coinciden en lo mismo. Más empleo, sí, pero mejores contratos. Más turismo, también, pero controlado y no estacional. Más empresas, pero con un plan ... estratégico regional de futuro.
La palabra del año 2024 en Cantabria no debe ser 'más', sino 'mejor'. Calidad por encima de volumen. Especialización y visión de futuro por delante de parches económicos cortoplacistas. Control sobre masificación. Da igual en turismo, en empleo, en el comercio, en la empresa... en todos los sectores consultados por El Diario Montañés, los expertos coinciden en que Cantabria se enfrenta a un año crucial para definir lo que será la región en el futuro. Una responsabilidad que no solo recae sobre los hombros del nuevo Gobierno del PP, sino sobre las empresas que deben negociar, por ejemplo, la gran mayoría de los convenios colectivos de 2024; de los comerciantes que deben dar el salto tecnológico y ecológico para no quedarse atrás; de los ganaderos y agricultores que deben aliarse con la hostelería y el turismo para potenciar los sellos de calidad y el sector agroalimentario... En un escenario mundial y nacional con tanta incertidumbre, con la inflación todavía agarrando del cuello a los ciudadanos y con enfrentamientos políticos que afectan directamente a la estabilidad empresarial, Cantabria tiene todas las puertas abiertas para hacer bien las cosas o para dejarse arrastrar por la inercia. Los expertos creen que la región está muy bien posicionada y ante una oportunidad única para dar un paso al frente, tomar buenas decisiones y apostar por esa calidad que la convierta en una referencia nacional.
Cambios fiscales y un modelo que apueste por el largo plazo
«Las empresas necesitan un marco institucional y regulatorio estable para invertir»
Begoña Torre
Directora de Santander Financial Institute (Sanfi)
Además de profesora titular de Economía Financiera de la Universidad de Cantabria (UC), Begoña Torre es directora del Santander Financial Institute (Sanfi) desde hace dos años. Tiene muy claro que la estabilidad y el crecimiento económico de Cantabria dependen de los escenarios nacionales e internacionales que, en estos momentos, son «complicados, de volatilidad alta y de desaceleración», pero la región también cuenta con margen para crecer por su cuenta, como ocurrirá con el nuevo régimen fiscal implantado por el Gobierno autonómico y que se estrena este año. «Es una apuesta importante y positiva en general, como ha dicho el Consejo Económico y social. Todo lo que sea favorecer la fiscalidad será bueno», señala.
Esa reforma fiscal ya vigente extiende la bonificación del 100% del Impuesto de Sucesiones que antes se aplicaba solo entre cónyuges y padres e hijos a los hermanos, reduce el de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados, tanto para bienes muebles como inmuebles, elimina el Impuesto de Patrimonio y rebaja el tramo autonómico del IRPF a las rentas medias y bajas.
Torre vaticina un año en Cantabria de «contracción suave del crecimiento», en la misma línea que el resto del país. Será clave en esa evolución cómo se materialicen los cambios en los tipos de interés. «Durante la primera mitad de año seguirán igual, pero los mercados anticipan que podrían bajar durante la segunda mitad», lo que permitirá más gasto en las familias.
1,1%
representa
Cantabria del total del PIB nacional
Para la directora del Sanfi es crucial que Cantabria apueste por planes económicos a medio y largo plazo, no solo centrados en el ahora. Y, además, considera innegociable que en España exista un marco institucional y regulatorio estable. «Las empresas son las que deben ser protagonistas. Necesitan facilidades para trabajar con claridad, y sus planes de inversión serán mejores si están marcados por la estabilidad legal y financiera». Eso sin olvidarnos de los fondos europeos, unas ayudas que Cantabria debe velar porque lleguen al tejido empresarial.
En resumen, Torre no cree que el estado de salud de Cantabria sea malo, pero «tiene que apostar por un modelo productivo no alejado de las empresas con peso específico y que sea novedoso».
El año de las negociaciones de los convenios colectivos
«Hay que ejecutar todos los fondos europeos, que no se pierda ni un euro ni se renuncie a ellos»
Rosa Mantecón
ecretaria general de CCOO
Rosa Mantecón es la secretaria general de CCOO Cantabria desde hace dos años y medio. En 2024, dice, serán claves para Cantabria las negociaciones de los convenios colectivos. No en vano, este año caducan el 75% de los acuerdos entre empresas y empleados de la región. Entre ellos, el del Metal. Más de 100.000 trabajadores están pendientes de las renovaciones de sus salarios en este 2024. «La mejora de los sueldos será algo prioritario», vaticina Mantecón, ya que en Cantabria han crecido al mismo ritmo que en el resto de país, pero siguen siendo más bajos que la media nacional. Algo provocado, sobre todo, por «las grandes bolsas de mujeres con empleos a tiempo parcial y por el uso excesivo de contratos temporales».
Ese será uno de los grandes retos laborales de la comunidad para este año, después de un 2023 con buenas noticias. Cantabria ha tenido el mayor número de personas ocupadas de su historia, más de 235.000 el pasado julio. Pero siguen existiendo 32.000 personas en desempleo en el cierre de año. «En el Presupuesto hemos logrado incluir una enmienda para aprobar un plan de empleo para mayores de 45 años, pero hace falta uno general, para todos y para toda la región», reclama la líder sindical.
La mejora de los salarios repercutirá directamente en el estado de salud económico del Gobierno de Cantabria. De hecho, si echamos un vistazo al Presupuesto, como recomienda Mantecón, la segunda mayor partida de ingresos, después de las entregas a cuenta del Estado, corresponde al IRPF, alrededor de 700 millones de euros.
75%
de los convenios
de las empresas cántabras caducan en 2024
En cualquier caso, Mantecón da buena nota a la reciente reforma laboral. «Que haya fijos-discontinuos es algo muy positivo para una comunidad como la nuestra. Que las personas entren y salgan sin tener la seguridad de trabajar en la siguiente campaña generaba incertidumbres y problemas, también para las empresas, pues no sabían cuáles iban a ser sus plantillas», explica.
Otro punto clave del año para la secretaria general de CCOO será el impulso de las inversiones y la creación de la actividad económica si no se mantiene la evolución del empleo. Y aquí serán un factor determinante los fondos europeos. «Hay que ejecutar todos y que no se pierda ni un euro y nadie renuncie a ellos», exige.
Un Plan Estratégico para atraer un turismo de calidad y no masificado
«La tendencia es que el turismo crezca, pero debemos controlarlo para que sea de calidad»
Jesús Blanco
Presidente de la Asociación de Turismo Rural
Jesús Blanco es una de las voces más autorizadas de Cantabria para hablar de turismo debido a los 27 años que acumula al frente de la Asociación de Turismo Rural, que concentra a alrededor de 800 negocios generadores de 2.500 empleos en Cantabria. Para este nuevo año tiene visiones contrapuestas sobre lo que le espera a la región. «Estoy bastante seguro de que va a ser un buen año en cuanto al número de visitantes», dice basándose en los recientes datos de un 2023 en el que «el cambio climático» salvó las cuentas del turismo local. «La gente venía aquí huyendo del calor del resto del país», recuerda.
Esa es la parte positiva. Pero también hay otra cara de la moneda. «Tendremos mayores dificultades en rentabilidad y reservas», augura. Y es que Blanco, como todos en el sector, no se puede quitar de la cabeza al principal 'coco' de su negocio en estos momentos: los pisos turísticos ilegales. «La tendencia es ir hacia más turismo, pero estamos en un momento crucial para tomar decisiones sobre el futuro que queremos. Está todo lleno de gente, pero de mala manera. El turismo está masificado y estamos estropeando el destino y los servicios», se queja.
Blanco considera que la plaga de pisos turísticos ilegales, con la que el Gobierno regional planea acabar con un decreto el próximo verano, se ha convertido en un problema social. «Ya no hay ofertas de alquiler porque todo es turístico, la gente no puede acceder a una vivienda», denuncia. Y ese será, precisamente, el principal reto de Cantabria para 2024, y la manera de afrontarlo, según Blanco, es a través de un plan estratégico que «controle las llegadas y avance hacia un turismo de calidad, con visitantes que consuman y haya seguridad para todos».
4
millones
de turistas nacionales y extranjeros visitan la región cada año
En definitiva, que no se repitan las imágenes del pasado verano o de algunos puentes, donde ciertas zonas de la región estaban abarrotadas pero «sin saber dónde se alojaba esa gente, sin registros y sin nada». «Hay que tomar medidas para ofrecer servicios de mayor calidad y rentabilidad», apunta.
Otro asunto que Cantabria debe poner sobre la mesa en 2024, según Blanco, es la estacionalidad del turismo. Un asunto muy manido desde hace años que no parece, de momento, encontrar solución definitiva. «No se toman medidas y nosotros no podemos vivir todo el año con los ingresos de dos me
Las claves serán la transformación digital y la transición ecológica
«Habrá una evolución positiva, pero tenemos que favorecer el impacto del turismo en el sector»
Marien Garmendia
Directora de Valle Real
Después de veinte años ejerciendo como directora del centro comercial Valle Real de Maliaño, Miren Garmendia se muestra «positiva» sobre la evolución del sector en Cantabria pese a las malas cifras que arrastra del año pasado. En 2023 se cerraron cinco comercios a la semana en la región, alrededor de 240 durante todo el año.
Muchas voces en el sector hablan de carencia de medidas directas sobre el comercio que han obligado al cierre de cientos de establecimientos. La falta de actuaciones de rescate y de incentivación del consumo están detrás de ese mal ejercicio. Además, la destrucción de los pequeños negocios tradicionales está siendo absorbida por grandes empresas de distribución y grandes franquicias. Sin embargo, Garmendia opina que en la región «se dan las condiciones tanto sociales como, sobre todo, económicas» para poder afrontar estos retos a lo largo del próximo año.
La directora de Valle Real cree que los principales problemas a los que se enfrenta el comercio en Cantabria están relacionados con «los desafíos de la transición ecológica, la transformación digital, el aumento de la competitividad y la necesidad de favorecer el impacto del turismo en el sector».
No en vano, la Sociedad para el Desarrollo de Cantabria (Sodercan), perteneciente a la Consejería de Industria del Gobierno, concedió el año pasado ayudas por importe de 195.400 euros a 74 pymes y autónomos de la región para el desarrollo de estrategias de transformación digital, a través de la convocatoria 'Digitalízate para Crecer'. Una vía para igualarse con las facilidades tecnológicas que sí dan las grandes empresas y que son más complicadas de ofrecer para los minoristas.
240
comercios
echaron el cierre en Cantabria el año pasado
A pesar de ello, existe un problema estructural, según apuntan desde el sector, que permita sostener las nuevas aperturas, que no logran llegar a los tres años y medio de vida sin cerrar.
Para Garmendia también es clave «favorecer la formación del personal y dar respuesta, así, a las nuevas necesidades de los consumidores». De hecho, el comercio de la región sigue siendo el que lidera a todos los sectores en número de autónomos afiliados con 8.563 el año pasado. Pero la evolución no es buena, ya que en 2023 se registraron 91 autónomos menos en la Seguridad Social.
Los retos del relevo generacional del talento y la agilidad burocrática
«No puede haber proyectos paralizados o ralentizados por la ineficacia de la Administración»
Silvia de Miguel
Directora de Operaciones del Grupo SIEC
Sylvia de Miguel fue noticia hace pocas semanas al recibir el premio Mujer Empresaria del Año de Cantabria. Consejera del Grupo SIEC desde 2012, acaba de estrenarse este mes como directora de operaciones de la empresa familiar. «Atreverse a dar un pronóstico para 2024 en un mundo con tanta incertidumbre es muy complicado, sin embargo, me gusta ser optimista y creo que si los niveles de inflación se reducen y los tipos de interés comienzan a bajar estaremos en condiciones de hacer frente a un ejercicio empresarial en Cantabria mejor que el 2023, donde los incrementos de los precios han lastrado las cuentas de las pequeñas y medianas empresas», señala.
En el ámbito industrial, será más complicado porque el panorama es aún más preocupante. Según el último dato publicado, el de octubre, Cantabria fue la comunidad donde más cayó el Índice General de Producción Industrial (IPI), un 11,8% en comparación con el mismo mes de 2022, frente al incremento medio nacional del 0,9%, según datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Para De Miguel, hay dos cuestiones prioritarias que Cantabria debe abordar en este nuevo año. En primer lugar, la agilidad de los trámites administrativos: «No es de recibo que haya proyectos paralizados o ralentizados por la ineficacia de la Administración. Es un foco de pérdida de competitividad tanto para las empresas como para la comunidad». No en vano, la Consejería de Presidencia ya ha puesto en marcha una Ley de Simplificación Administrativa que puede ayudar a paliar ese problema.
11,8%
cayó
la producción industrial, la mayor bajada del país
Y, en segundo lugar, la empresaria cántabra reclama urgentes estrategias que permitan abordar el relevo generacional del talento senior. «Cada vez es más complicado en cualquier empresa de cualquier sector, encontrar talento para sustituir a los grandes profesionales que comienzan a llegar a la edad de jubilación en sectores como, por ejemplo, la construcción», señala.
Para ello, desarrollar planes formativos, acercar a los jóvenes a la empresa desde edades tempranas e impulsar definitivamente la Formación Profesional Dual son cuestiones que «no debemos de dejar de lado ya que nos estamos jugando el futuro de nuestra región». «Atraer y retener el talento en Cantabria ha de ser una prioridad», destaca.
Aliarse con el turismo para sobrevivir y la lucha contra el lobo
«Cantabria sufrirá escasez de carne por las enfermedades y la reducción de explotaciones»
Alberto Pérez
Secretario General de Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos
Alberto Pérez fue ganadero del sector lácteo hasta 2005, cuando decidió pasarse a la ganadería de carne, explotación que sigue regentando en la actualidad. Natural de la localidad de San Miguel de Aras, en el municipio de Voto, está al frente de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de Cantabria (UPA) desde hace ocho años. Sus perspectivas para el sector primario cántabro en 2024 no son especialmente buenas. Los desajustes que provocó el covid siguen presentes y los precios siguen subiendo aunque ellos no ganen más dinero. Esto provocará, según su opinión, que haya «escasez de carne» en la región durante este año. «Entre las enfermedades, los precios, la reducción de explotaciones y la reducción de cabezas de ganado, va a faltar carne de calidad, porque además aquí somos muy exportadores», augura.
Pérez cree que ha llegado el momento de replantear el modelo que impera en la región y buscar una alianza fuerte con el turismo y la hostelería. «No solo tenemos que vivir de la leche y la carne. Hay que fomentar las ferias agroalimentarias y los sellos de calidad como valor añadido a los productos de calidad. Eso es muy importante para las explotaciones pequeñas y en Francia funciona muy bien», explica.
8.500
personas
se dedican a la ganadería y agricultura en Cantabria
«No vemos el futuro tranquilizador. Se puede mejorar pero va a costar mucho», lamenta Pérez, quien sí cree que la sanidad animal «va por buen camino» tras un año muy duro. Pero asuntos como el lobo desaniman a todos sus compañeros del sector. «Nos preocupa mucho el cambio de postura del Estado», dice en referencia a la especial protección que dan al lobo frente a los ataques al ganado. «Espero que cumplan el decreto comunitario que acaba de salir, hay que convivir con el lobo, pero no sin control», destaca. Será, sin duda, uno de los capítulos clave del sector primario de Cantabria en 2024, igual que lo fue el año pasado, cuando se produjeron más de 2.000 ataques a rebaños que supusieron indemnizaciones por valor de más de un millón de euros.
Ese cambio de modelo que reclama Pérez necesitará incrementar las ayudas que actualmente se dan a los ganaderos que se incorporan al sector –45.000 euros– y potenciar una fórmula mixta en la que entren dos sueldos en cada casa, como ocurría tradicionalmente. «Eso también es luchar contra la despoblación rural», subraya.
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