Cantabria cambia la tendencia y registra el mayor crecimiento de nacimientos del país hasta marzo

Sin embargo, en apenas tres meses, parece que esa tendencia está cambiando, teniendo en cuenta que durante el primer trimestre de este 2024, los nacimientos crecieron en Cantabria un 12,44% al contabilizarse un total de 846 frente a los 759 del mismo periodo de 2023, según la estimación de nacimientos publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Más allá de ese ligero crecimiento en la región, que hay que tomar con cautela, el dato tiene una mayor trascendencia puesto que supone el mayor incremento en España, seguido del de Navarra (8,77%) y Baleares (8,19%), y bastante superior a la media nacional, que refleja que los nacimientos aumentaron un 1,77%. En concreto, en España se contabilizaron entre enero y marzo 79.465 nacimientos, mientras que en el mismo periodo del año anterior fueron 78.082.

Solo en marzo se produjeron 253 nacimientos en Cantabria, en este caso menos que en el mismo mes de 2023, cuando fueron 269; si bien en enero y febrero los datos superan a los de 2023, lo que supone ese crecimiento del 12,4%.

¿Cómo se explica este cambio de tendencia? La jefa del Servicio de Ginecología y Obstetricia de Valdecilla, Yolanda Jubete, considera que hay dos factores clave. Por un lado, está el «buen funcionamiento» de la Unidad de Reproducción Asistida del hospital santanderino, «que no está atascada». «No tenemos listas de espera y se están haciendo las cosas rápido y bien». También es cierto, según comenta, que «en la población hay tendencia a tener más de un hijo en este momento». «Y el hecho de que estemos pensando en ampliar la cartera de servicios en la Unidad de Reproducción Asistida yo creo que al final anima a la gente».

El segundo factor que Jubete entiende que puede estar afectando es el incremento de mujeres inmigrantes. «Hemos visto bastantes mujeres del Este, ucranianas, y del Magreb, de África».

El catedrático y sociólogo de la Universidad de Cantabria, Juan Carlos Zubieta, confirma este extremo e indica que muchos de esos inmigrantes son jóvenes «y, además, la mayoría proceden de países con una concepción cultural, con una visión del mundo, en la que los hijos tienen un valor especial». Además, apunta a un tercer factor que puede justificar este crecimiento y que es la «ligera mejora económica». «Si más jóvenes encuentran empleo, y si perciben que esos empleos van a tener una cierta estabilidad, es lógico concluir que un sector de estos jóvenes se decida a formar una familia y a tener hijos», reflexiona.

Zubieta reconoce que el dato es «una buena noticia», pero advierte de que no se pueden lanzar las campanas al vuelo. «Los cambios demográficos hay que analizarlos en tendencias temporales (con datos de varios años)». Además, explica que cuando los números absolutos son pequeños, los porcentajes de crecimiento o de descenso hay que verlos con especiales precauciones. Dicho esto, entiende que luchar contra la caída de los nacimientos debe ser una prioridad de las políticas públicas. «Las medidas deben ser económicas y también sociales. Si los jóvenes tienen trabajos inestables, no pueden comprar un piso, es complicado que tomen la decisión de tener hijos (aplazan esa decisión, esa responsabilidad). Por otra parte, hay que dar facilidades para poder conciliar el trabajo -y desarrollo profesional- con la atención de los hijos. Los equipamientos educativos también son importantes».

Otro de los datos que recoge el INE es que el grupo mayoritario de las que fueron madres en Cantabria tenía de 35 a 39 años (con 294 de los 846 nacimientos), seguido del de 30 a 34 (con 261) y del de 25 a 29 (con 120). En el caso de las de 40 años o más, se contabilizaron 117 (de las que 16 tenían entre 45 y 49 y una 50 años o más). «Entre mujeres de 35 a 39 han aumentado mucho los nacimientos, y de su primer hijo. El 40% está por encima de los 35 y 8% supera los 40. Es una edad bastante avanzada para iniciar la maternidad pero socialmente es así por las condiciones de trabajo y de vida», confirma Jubete, que avanza que en verano siempre se producen más nacimientos, con lo que espera que la cifra siga creciendo. «Tenemos capacidad para adquirir muchos más partos», tranquiliza.