

Secciones
Servicios
Destacamos
La imagen le resultará familiar: un área habilitada para el aparcamiento llena hasta los topes en la que las únicas plazas libres son las ... que están reservadas para la carga de vehículos enchufables. Esa fotografía cada vez más común explica a la perfección, además de las dificultades que tienen los conductores para estacionar sus vehículos, dos de los datos más relevantes sobre la penetración del coche eléctrico en Cantabria que se desprenden del balance anual de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac). El primero, que la comunidad autónoma está a la cola del país en la implantación de esta tecnología y que las ventas sobre el total de automóviles representan solo el 11% del total. Y al mismo tiempo, que la causa principal de este retraso ya no es -o por lo menos lo es en menor medida que en años anteriores- la falta de puntos de recargada de acceso público porque Cantabria se situó en 2024 como el segundo territorio con una mejor infraestructura de este tipo en relación a su tamaño, solo por detrás de Cataluña. Es decir, que si usted ve muchos puntos de recarga vacíos es porque el coche eléctrico no despega, pero también porque cada vez hay más a disposición de los usuarios.
800 vehículos enchufables
se vendieron en Cantabria en 2024. De ellos, 463 solo eléctricos
175 puntos de recarga
de vehículos eléctricos estaban fuera de servicio a diciembre de 2024
En cifras absolutas, en Cantabria se matricularon el año pasado 7.484 turismos. ¿Qué tipo de vehículos es el que se impone en este mercado? Pues ni mucho menos dominan los enchufables (830 coches), aunque también están en retroceso los que funcionan únicamente con combustible (2.614 de gasolina y 489 de diésel) pese a que todavía suponen una parte muy importante del pastel, con caídas del 5,6% y 28,9%, respectivamente. En este momento de incertidumbre en el que aún no está claro hacia dónde irá el proceso de transición ecológica en el ámbito de la movilidad, la apuesta de los compradores cántabros es el híbrido, que con 3.119 unidades vendidas supone casi la mitad de las operaciones, con un incremento del 24,9% según los datos que proporciona Anfac.
Por su parte, los coches enchufables no terminan de arrancar -Cantabria está por debajo de la media del país y España está, al mismo tiempo, muy por debajo de la media de Europa-, aunque los esfuerzos de las administraciones por animar a los compradores sí que parece que empiezan a dar algún fruto. El año pasado aumentaron un 25% las ventas de este tipo de turismos en la comunidad autónoma. Mejoran tanto los eléctricos puros (463 coches frente a 378 de 2023) como los híbridos enchufables (367 frente a 284). Estos últimos son los que tienen la capacidad de funcionar con baterías eléctricas, pero también pueden recurrir al combustible.
Juntos alcanzaron ese 11% de cuota de mercado en 2024 en la región. La suma de ambos es la referencia que utiliza Anfac para elaborar su tasa de 'electrificación de turismos por comunidades autónomas' que deja a Cantabria en el undécimo lugar del ranking español solo por detrás de La Rioja, Baleares, Asturias, Aragón, Andalucía y Extremadura, pero los puristas dirán -y con bastante razón- que si se mira únicamente los coches 100% eléctricos -aquellos que han dejado definitivamente atrás los combustibles fósiles-, el porcentaje de ventas el año pasado en la región fue solo del 6%.
Con este panorama, otra conclusión es que en 2024 se vendió un coche eléctrico por cada seis híbridos. Y no es muy difícil entender por qué. Ambos tipos de vehículos cumplen exigencias ambientales como las que imponen las zonas de bajas emisiones (ZBE), con la diferencia de que los segundos son aún sensiblemente más baratos. Cierto que aún más caros que los de gasolina o diésel, pero que a la larga suponen un ahorro evidente en combustible.
Noticia relacionada
El precio es uno de los motivos que frenan al comprador que valora la opción del coche eléctrico. Otro es su grado de autonomía. Aunque mejora con cada nuevo modelo que sale a la venta y algunas marcas ya anuncian que sus coches pueden recorrer hasta 600 kilómetros sin necesidad de realizar una recarga, la autonomía media está muy por debajo. Suficiente para quienes se muevan por ciudad, pero un quebradero de cabeza en los viajes largos, que exigen planificar las paradas de forma estratégica en lugares donde haya un punto de conexión.
Otra de las 'pegas' que ponen los usuarios es que los métodos de pago en los puntos de recarga públicos no ponen muchas facilidades. Por ejemplo, no hay un sistema común, sino que cada empresa eléctrica utiliza su propia aplicación móvil. Un problema que no tiene el que llena la batería de su vehículo en un punto de recarga particular, normalmente asociado a una instalación de placas solares. La inversión es elevada, pero el ahorro termina llegando.
Sobre la buena posición nacional -aquí también es mejor no comparar con Europa, porque la diferencia es abismal- de Cantabria en cuanto a número de puntos de recarga, algunos matices. En un año han crecido el 36%, pero la cifra de 654 conexiones tiene truco. De ellas, 175 están fuera de servicio. Es un mal endémico de todo el país y otro desincentivo más para quien valora subirse al eléctrico.
. El Gobierno de Cantabria, a través de Gesvicán, acaba de licitar la tercera y última fase del plan de implantación de puntos de carga de vehículos eléctricos. La actuación, que cuenta con un presupuesto base de licitación superior al millón de euros y un plazo de ejecución de 22 semanas, incluye los 35 ayuntamientos en los que aún no se había actuado. De esta forma, a finales de año, todos los municipios contarán con este servicio, más allá de las conexiones privadas de acceso público instaladas por las compañías eléctricas.
En concreto, esta tercera fase llegará a Alfoz de Lloredo, Bárcena de Cicero, Bareyo, Camargo, Cartes, Castañeda, Castro Urdiales, Colindres, Los Corrales de Buelna, Campoo de Enmedio, Entrambasaguas, Hazas de Cesto, Laredo, Limpias, Marina de Cudeyo, Penagos, Piélagos, Polanco, Reinosa, Ribamontan al Monte, Las Rozas de Valdearroyo, San Roque de Riomiera, Santa María de Cayón, Santander, Santillana del Mar, Santoña, San Vicente de la Barquera, Saro, Selaya, Suances, Torrelavega, Udías, Valdáliga y Villaescusa.
La primera fase, ya en funcionamiento, se centró en municipios de menos de 5.000 habitantes y en riesgo de despoblamiento, llegando a 37 municipios, ya que Las Rozas de Valdearroyo y San Roque de Riomiera no pusieron terrenos a disposición del Gobierno. La segunda se centró en la instalación de puntos de recarga de vehículos eléctricos se centró en otra treintena de municipios que habían manifestado interés por su instalación. Juntas, sumaron una inversión de dos millones de euros. De lo que no informa el Gobierno es del grado de utilización de estos cargadores ni de la satisfacción de los usuarios.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Descubre la fruta con melatonina que te ayudará a dormir mejor
El Diario Vasco
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.