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Cantabria es la comunidad autónoma que menor cantidad y porcentaje de vacunas ha administrado durante la semana siguiente a la llegada del primer gran envío de Pfizer. Las dificultades propias de los trabajos de inmunización en residencias de ancianos y dependientes y la interrupción motivada ... por las celebraciones de fin de año han ralentizado el arranque de la campaña en la región, que comenzará a acelerarse a partir del jueves, cuando comience la vacunación del personal sanitario.
«Ya habíamos comentado que en los primeros días y las primeras semanas la vacunación iba a ir más despacio de lo que nos gustaría porque hay que formar a los equipos», explicó el consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez. «Los equipos de enfermería que se encargan de hacer la vacunación en las residencias ya se han implementado, pero están todavía formándose, y además hay que aumentar el número de equipos, que se irá haciendo progresivamente».
Rodríguez añadió que la vacunación de los usuarios de los centros que atienden a mayores y dependientes supone una mayor complicación. «No es por la técnica, que es igual, pero hay que hacer una preparación muy exhaustiva, revisando el censo de residentes y trabajadores, comprobando que están, viendo dónde se va a hacer la vacunación de cada persona -en algunos casos hay que hacerla en la habitación del paciente-... Hay que hacer una revisión muy exhaustiva de cada residencia, y eso se hace aproximadamente dos días antes de que se vaya a vacunar: hay que tener en cuenta también que no surja ningún brote, que no haya personas con un proceso activo». Recordó, además, que en algunos casos es necesario contar con el consentimiento de las familias o los tutores de los residentes para poder vacunarlos, algo que también contribuye a frenar el ritmo en estos primeros compases de la campaña.
Miguel Rodríguez, Consejero de Sanidad
Durante la primera semana posterior a la llegada del primer gran lote de vacunas de Pfizer, esta fue administrada a 304 personas del CAD de Cueto, lo que supone que se utilizó aproximadamente un 5% de las dosis. A falta de conocer los datos de Navarra, País Vasco y La Rioja, este porcentaje sitúa a Cantabria en última posición, junto a Extremadura (7%) y Madrid (6%). En el extremo opuesto se encuentra Asturias, que utilizó el 81%.
No obstante, el consejero se mostró convencido de que el proceso se irá acelerando progresivamente y que el ritmo de vacunación dependerá finalmente de la cantidad de producto de que se disponga. «Creo que va a depender mucho del ritmo al que nos lleguen las vacunas. En el momento en que se vacune personal sanitario y población general va a ir muy rápido, vamos a ser capaces de tener una capacidad de vacunación mayor al del ritmo al que llegan las vacunas».
Quizás con la intención de impedir que se forme un atasco, Sanidad ha decidido iniciar esta misma semana -a partir del jueves- la vacunación del personal sanitario. Además, según confirmó la coordinadora del plan de vacunación en Cantabria, Flora Pérez, los equipos de vacunación trabajarán el sábado e incluso la festividad de Reyes. La estrategia de vacunación en Cantabria -que proviene del Ministerio de Sanidad-, establece una serie de grupos con prioridad, con los usuarios de centros de mayores y dependientes y el personal sociosanitario que los atiende en primera posición.
A estos les siguen el personal «de primera línea» sanitario y sociosanitario, el resto de empleados del sector, sin un contacto tan directo con la enfermedad y, por último, los grandes dependientes no institucionalizados, es decir, que no viven en residencias.
Según el plan de la Gerencia de Atención Primaria, las primeras dosis iban a emplearse para inmunizar al grupo 1, y tras completar la labor «y en la medida que haya más disponibilidad de dosis», empezar con el resto, así que esta decisión constituye una novedad.
Si la primera entrega de Pfizer constó de unas 5.000 vacunas, de las que se emplearon 304, y ayer llegaron otras 5.800, con la previsión de administrar unas 1.400 en residencias durante esta semana, en caso de no comenzar con la vacunación de profesionales sanitarios, previsiblemente mucho más ágil, Cantabria se vería con cerca de 15.000 dosis en sus supercongeladores el próximo lunes.
Por su parte, el presidente regional, Miguel Ángel Revilla, también reconoció que está habiendo «un poco de lentitud» en el inicio de la campaña de vacunación contra el coronavirus, pero confió en que se agilizará y calculó que 200.000 cántabros podrían estar protegidos contra la enfermedad para el mes de junio. Revilla declaró, tras una conversación con el ministro de Sanidad, Salvador Illa, que este mantiene la idea de llegar a los 20 millones de vacunaciones en España para ese mes, y extrapolándolo a la población de Cantabria supondría tener unos 200.000 vacunados.
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