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Alberto Aja
Cantabria es la comunidad con menos casos aunque «preocupa el aumento de ingresos»

Cantabria es la comunidad con menos casos aunque «preocupa el aumento de ingresos»

Diez casos más elevan a 68 los infectados, entre ellos un fallecido, y son 24 los hospitalizados. Sanidad confía en que el plan de contención frene los contagios

Ana Rosa García

Santander

Jueves, 19 de marzo 2020, 07:14

Si uno mira al mapa del Covid-19 en España desde Cantabria aún hoy puede respirar con una pizca de alivio, al ver que es la comunidad con menos contagio del país, tanto en números absolutos como en incidencia acumulada en las últimas dos semanas (le siguen Murcia, Canarias y Baleares). Pero no hay que perder de vista que la pandemia está en plena ebullición.

Desde que Sanidad notificó el primer positivo en la región han pasado 18 días y el balance de casos confirmados, actualizado ayer desde el Ministerio, es de 68, diez más que el último dato. Una media de cuatro al día, que ya se ha cobrado su primera víctima mortal -un hombre de 88 años con neumonía bilateral que falleció el martes en Valdecilla- y de la que se descuentan ya los diez casos que estrenaron el contador regional, que han superado la enfermedad porque todos presentaban síntomas leves (Salud Pública recuerda que es así como cursa en el 80% de los casos).

EN CANTABRIA

  • 68 INFECTADOS

  • 10 CURADOS

  • 1 MUERTO

El número de infecciones activas, por tanto, es de 57. Sin embargo, los números distan ya de la realidad que se vive dentro y fuera de los hospitales, entre otras cosas porque desde que se cambiaron los criterios del protocolo de actuación ante el coronavirus, el fin de semana, ya no se están haciendo a todas las personas con síntomas (fiebre, tos, dificultad para respirar...), por lo que es imposible determinar cuántas personas lo están pasando sin saber si es Covid-19, gripe o un resfriado común. De ahí que la recomendación de las autoridades sanitarias sea, en todos los casos leves, actuar como si lo fuera, es decir, tomar todas las precauciones posibles para evitar el contagio al resto de la familia o del entorno más próximo (aislamiento en habitación individual, higiene frecuente de manos, distancia de más de un metro al hablar, limpiar con agua y lejía las superficies u objetos que se hayan podido contaminar...). En esas condiciones están las otras 33 personas que han dado positivo y que permanecen en aislamiento domiciliario, entre los que hay dos profesionales sanitarios.

El consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, también es consciente de que la evolución de la epidemia en Cantabria va más allá de esos números, aunque destaca que «aquí podemos decir que tenemos la situación controlada, por el momento». Como toda la población que cumple con el encierro ordenado por el estado de alarma, dedicando aplausos desde los balcones cada día a aquellos que no pueden hacerlo porque están en primera línea de la lucha contra el coronavirus, el consejero confía en que «las medidas de contención puestas en marcha logren frenar el ascenso de la epidemia», y no llegue a los niveles que están causando estragos en Madrid, País Vasco, La Rioja o Navarra, las comunidades más castigadas hasta la fecha. Quedarse en casa y evitar los contactos sociales sigue siendo la única forma de cortar la cadena de transmisión del virus, mientras se reza para que las noticias que avanzan ensayos sobre la vacuna contra el coronavirus sean una realidad cuanto antes.

Cifras arriba o abajo, de lo que no cabe duda es de que la presión en el sistema sanitario crece cada día al ritmo de la incertidumbre. «Nos preocupa el aumento de ingresos hospitalarios», admite Rodríguez, toda vez que el último parte recoge 24 ingresos, de ellos 17 en Valdecilla (tres en la UCI), 5 en Sierrallana y 2 en Tres Mares (Reinosa), y contando con que mientras habla esas cifras se han quedado cortas, porque el informe diario que facilita el Ministerio de Sanidad llega con un día de retraso, tiempo en el que la expansión del virus no para. Para combatirlo, los efectivos de la Unidad Militar de Emergencias desinfectan los espacios públicos de toda la región. Y en medio del caos, esta emergencia sanitaria está multiplicando los gestos solidarios. Vecinos que se ofrecen a hacer los recados de las personas mayores y restaurantes que les llevan la comida a casa, médicos jubilados que se ponen la bata de nuevo, taxistas a disposición de los sanitarios de forma gratuita... Desde el Gobierno se insiste en la importancia de permanecer en casa y pide hacer un uso responsable de las centralitas telefónicas habilitadas para atender a la población, evitando que se produzcan colapsos y que el teléfono 900612112 esté accesible para aquellas personas que padezcan síntomas compatibles con el coronavirus. Solo para dudas: consultar las páginas web del SCS y del Ministerio de Sanidad.

La mayoría de los consultorios se cierran y se pide «acudir lo mínimo a los centros»

La red de centros de salud de la región no sólo ha despejado de las agendas al máximo las consultas presenciales, revisiones o analíticas, para evitar el flujo de pacientes y la propagación del coronavirus, sino que la mayoría de los consultorios periféricos han cerrado sus puertas hasta nueva orden. La gerente del SCS, Celia Gómez, junto con la de Atención Primaria, Alicia Gómez, comunicaron ayer a la Federación Regional de Municipios la reorganización de recursos obligada por la emergencia sanitaria del Covid-19. Un plan diseñado para concentrar la actividad asistencial en los 42 centros de salud de cabecera y en 34 de los 126 consultorios (el 30%) y siempre insistiendo a la población en que se debe acudir «sólo para lo imprescindible, lo urgente». De hecho, en los últimos días se han aplicado medidas encaminadas a evitar pasar por la consulta de los médicos, como era habitual hasta que irrumpió el coronavirus. Así, se puede acudir a la farmacia a recoger el tratamiento pautado en la receta electrónica sin necesidad de llevar el papel. Basta con presentar la tarjeta sanitaria, incluso si la receta está caducada.

A la hora de planificar los recursos que se dejan abiertos, se ha tenido en cuenta la densidad de población y la ubicación.Así, en las localidades con mayor volumen de habitantes se mantiene la presencia física de los profesionales, aunque se limitarán a atender sólo los problemas de salud urgentes. El resto, se tratará de resolver vía telefónica. Las autoridades sanitarias insisten en llamar al centro antes de acudir por su cuenta. Los médicos de los consultorios rurales se trasladan a los centros de salud de cabecera de su zona de salud. Y se mantiene la atención a domicilio de los pacientes lo necesiten.

Centros abiertos

Alto Pas (abre centro cabecera, pero sin consultorios)

Astillero (sin consultorios)

Bajo Pas (Puente Arce y Vargas)

Cudeyo (más Rubayo)

Los Castros (más Monte)

Miera (sin consultorios)

Pisueña-Cayón (más La Penilla, Penagos y Castañeda)

Pisueña-Selaya (sin consul)

Bezana

Camargo Costa e Interior

Santander: Sardinero (Cueto no), Cazoña, Centro, Dávila, El Alisal, Puerto, Puertochico, Vargas, La Montaña

Alto Asón (más Valle)

Bajo Asón (sin consultorios)

La Barrera (sin consultorios)

Colindres (Voto no)

Gama (sin consultorios)

Laredo

Meruelo (más Noja)

Castro Urdiales Sur

Santoña

Campoo Los Valles (más Matamorosa, Espinilla, La Costana, Las Rozas, Santiurde, San Miguel de Aguayo, Pesquera, Polientes y Mataporquera)

Altamira (más Cóbreces, Oreña y Santillana)

Besaya (más San Felices, Molledo, Silió, Cieza, Anievas, Arenas y Bárcena)

Liébana (sin consultorios)

Nansa (más Bielva)

Polanco (Cudón y Miengo)

Saja (todos abiertos)

San Vicente (Comillas y Unquera)

Suances

Torrelavega (Cartes no)

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