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La enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE) se ha cobrado, con datos cerrados a día 29 de agosto, la vida de 28 y ha infectado a 160 animales de los 254.605 censados en Cantabria desde que los laboratorios confirmaron la reaparición de la enfermedad a mediados de agosto. Con estos números, son 9 decesos y 75 contagios más que hace justo una semana, cuando se sumaban 85 casos y 19 muertes en esta segunda oleada de contagios que ha puesto en alerta otra vez al sector primario.
Este es el balance difundido este lunes por la Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca y Alimentación, en el que los laboratorios confirman casos positivos en estabulaciones sitas en las comarcas veterinarias de San Vicente de Toranzo, Cabezón de la Sal, Nestares, Torrelavega y Villacarriedo. El mapa de color por zonas afectadas tiñe de rojo Cantabria con una franja transversal en la parte central del territorio que se extienden desde el sur, al límite con Castilla y León, hasta la zona norte del litoral, sin casos confirmados ni en la parte oriental ni en la occidental. En concreto, los casos se han contabilizado en los ayuntamiento de San Pedro del Romeral, Vega de Pas, Santiurde de Toranzo, Luena, Corvera de Toranzo, Comillas, Valderredible, Valdeprado del Río, Suances, Villacarriedo, Selaya y Saro.
Estos datos corroboran el avance de la enfermedad hacia otras comarcas del territorio desde la última actualización de Ganadería, que en la penúltima semana de agosto confirmó las sospechas de los ganaderos de que la enfermedad había vuelto a Cantabria con una segunda embestida tras los brotes detectados en otras seis comunidades autónomas, entre ellas las vecinas País Vasco y Castilla León.
El consejero de Ganadería, Pablo Palencia, ha contextualizado estos datos y ha intentado rebajar las alarmas haciendo hincapié en que no se trata de un incremento exponencial sino «gradual», el cual ha definido como «un goteo de casos diario».
La Consejería insiste en mantener las medidas de bioseguridad, desinfección y desinsectación de los transportes al tiempo que Palencia confía en que gracias a la inmunidad natural y a los efectos de la vacunación, la incidencia este año sea «mucho menor que el pasado año».
Cabe recordar que esta es la segunda embestida de la enfermedad después de que llegara por primera vez a Cantabria el 5 de septiembre del año pasado. La EHE acabó el año pasado con la vida de 2.922 reses (el 0,91% de las 252.641 cabezas que había censadas en la región) e infectó a 7.113, el 2,82% de la cabaña. En total, afectó a doce de las trece comarcas agroganaderas en las que se divide Cantabria y se expandió por 67 de los 102 municipios.
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