Cantabria no consigue llenar las plazas MIR de médico de familia: siete quedan desiertas

El panorama se pone feo cuando la especialidad más deficitaria es, a la vez, la que menos vocaciones despierta entre los recién licenciados. Si ya faltan facultativos para cubrir la tanda anual de jubilaciones en los centros de salud -ni siquiera hay personal para sustituir todas las bajas y vacaciones-, el problema se agravará al reducirse el volumen del relevo en formación. Algo que ocurre en Cantabria y en otras nueve comunidades. Cataluña, son 71 vacantes, es la que sale peor parada (y eso que ofrecía incluso un plus económico), seguida de Castilla y León (45) y Extremadura (40). También se quedan sin cubrir plazas de Asturias (10), Galicia (9), La Rioja (7), Navarra (5), Aragón (4) y Andalucía (2). Tampoco el destino que elijan para la residencia es garantía de que vayan a quedarse a trabajar cuando finalicen. Dependerá de las condiciones y de lo que 'pujen' otros servicios de salud, igual de necesitados de personal. El SCS aún no sabe cuántas contrataciones podrá hacer entre los 33 residentes de Medicina Familiar que terminaron el viernes (ayer se despidieron los diez especialistas de Sierrallana).

De las 144 plazas ofertadas este año en Cantabria (incluyendo también el resto de categorías de formación especializada, como enfermería de salud mental o de pediatría, matronas o psicólogos) estaba prevista la incorporación de 37 nuevos residentes de familia la próxima semana, pero sólo lo harán 30. Los siete puestos vacíos se reparten entre el área de Torrelavega (3) y el de Laredo (4).

Las secciones nacionales de Atención Primaria Rural y Urbana del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos lamentaron el preocupante rechazo a esta especialidad: «No es la primera vez que el Ministerio ve cómo no es capaz de asignar la totalidad de las plazas MIR entre los aspirantes». La última ocurrió en 2014, después de cinco años consecutivos con puestos en blanco, y la solución vino de la mano de una segunda ronda de asignación para médicos extracomunitarios.

Desde los Colegios reclaman una reflexión sobre las necesidades asistenciales a medio-largo plazo, adecuándolas a los recursos disponibles. «Debemos de ser conscientes de que existen puestos de difícil cobertura, y debe existir voluntad por parte de las instituciones el hacerlos atractivos mediante incentivos, tanto económicos y formativos como sociales», añaden. Una reivindicación en la que insiste también el Sindicato Médico: «No es de recibo que en especialidades deficitarias estemos ofertando contratos de meses cuando en otras comunidades se ofertan de tres años o incluso indefinidos. Hay una presión asistencial fuerte y no hay plan a medio o largo plazo. Más que dinero, se pide calidad de vida y calidad profesional».