Cantabria contará el próximo curso con doce aulas públicas de un año en municipios rurales

Las plazas están destinadas a niños nacidos en el año 2021 y la adjudicación de las plazas se realizará siguiendo los criterios habituales como cercanía al domicilio o lugar de trabajo, hermanos en el centro, etc. Aunque todas las familias con niños nacidos en el año 2021 pueden participar en el proceso y se adjudicarán las plazas sin tener en cuenta esta situación, los nacidos entre septiembre y diciembre deberán tener cumplido el año antes de incorporarse al aula.

En concreto, en septiembre estarán en funcionamiento aulas de un año en los siguientes centros educativos: Concepción Arenal, en Potes; Rodríguez de Celis, en Paracuelles (Hermandad de Campoo de Suso); Virgen de la Velilla, en Polientes (Valderredible); Valdeolea, en Valdeolea (Mataporquera); Leonardo Torres Quevedo, en La Serna (Arenas de Iguña); Monte Corona, en Udías; Peregrino Avendaño, en Hazas (Liendo); Santiago Galas, en La Iglesia (Ruiloba); Jerónimo Sainz de la Maza, en Quintana (Soba); CRA Asón, en Rasines, y Leopoldo y Josefa del Valle, en La Cavada (Riotuerto).

En total se ofertarán 88 plazas de nueva creación, gracias a esta iniciativa sufragada con fondos europeos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR).

A todas ellas se sumarán las que ofertarán, también para el próximo curso, los municipios de Polanco y Noja. En ambas localidades se están ultimando las infraestructuras sufragadas en mayor parte por la Consejería de Educación también con fondos MMR. Una actuación que está prevista también en Reocín y Limpias, para su entrada en funcionamiento el curso siguiente, 2023-2024.

Por último, en las instrucciones que se publicarán mañana en el Boletín Oficial de Cantabria (BOC) se incluye también la oferta educativa del Centro de Educación Infantil La Robleda, en Cartes. En este centro, se ofertarán plazas para niños y niñas nacidos en 2021 y 2022, es decir, aulas de 0 a 2 años. Esta actuación se enmarca en el convenio suscrito entre ambas administraciones, que permitió unificar toda la oferta de educación Infantil –de ambos ciclos- y Primaria en un mismo centro educativo, dentro de un proyecto piloto.

La consejera de Educación y Formación Profesional, Marina Lombó, se ha mostrado «profundamente satisfecha» por la puesta en marcha de estas primeras doce aulas, que suponen, ha dicho, «un salto importantísimo en la escolarización del alumnado de 0 a 3 años». Tal y como ha recordado, con los fondos europeos que el Ministerio de Educación destina a la escolarización de 0 a 3 años, la mayoría de las Comunidades Autónomas «inician ahora un camino que en Cantabria ya hemos recorrido», en alusión a la «red amplia y ya consolidada» de aulas de dos años con la que ya cuenta la Comunidad Autónoma.

Esta situación, ha continuado, permite ahora a Cantabria «ir un paso más allá», ofertar plazas públicas de un año y hacerlo además en municipios rurales donde las familias no cuentan con iniciativa privada de guarderías. Según ha destacado, los municipios y los centros han acogido la iniciativa «con ilusión», al tiempo que ha destacado que su departamento «ha cumplido el compromiso» de la puesta en marcha de estas aulas en el arranque del próximo curso.

Además, ha avanzado que su departamento trabaja ya en aumentar este número, con lo que en el arranque del curso 2023-2024 habrá más aulas de un año en otros municipios cántabros.

Se trata, ha dicho, de un nuevo impulso a la escolarización temprana y de apoyo a la escuela rural que se suma a otras iniciativas puestas en marcha por su Consejería, entre las que ha nombrado la bajada de ratios en Infantil, la gratuidad en el transporte en las etapas postobligatorias en los municipios en riesgo de despoblamiento y la orden que establece los centros rurales como de especial dificultad.