«Cantabria sí cuida a sus artistas»
Conversaciones al sol ·
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Vive encima de un escenario, aunque no sea artista, pero sí trabaja con uno y vive con otro. Le gustan los valores de los cántabrosMaría Amaro (Madrid, 1981) se enamoró de un hombre bueno, como ella: el cantante cántabro Rulo. Así cerró el círculo y respira música por todos los poros de su cuerpo. Es la sombra de otro cantante, Dani Martín, gracias al cual conoció a Rulo, con ... quien tiene un hijo. Su vida dista mucho de seguir los estándares habituales, pero crece en cada gira, proyecto nuevo y viaje que hace por el mundo. Desprende ilusión y a su lado, el mundo parece mejor.
-Trabaja para un músico y tiene de pareja a otro. ¿Cómo llega la música a su vida?
-No es algo que haya buscado. Fue por casualidad. Mi amistad con Dani Martín hizo que en 2011 me llamase para trabajar en Puercoespín Producciones, la oficina que había creado para llevar todos sus temas profesionales. Mi día a día está rodeado de música, con lo que era lógico que mi vida personal también acabase cerca de alguien relacionado con ella. Cuando Dani invitó a Rulo a cantar en la campa de La Magdalena no imaginaba que Cantabria se iba a convertir en mi segundo hogar
-¿Y Dani Martín?
-Somos amigos desde adolescentes. Su pandilla de chicos y la mía de chicas nos juntamos y nos hicimos inseparables. Años después, tras terminar la carrera, me fui a Brasil a trabajar. Llevaba un año y medio allí cuando Dani me llamó para trabajar con él de asistente personal.
-¿En qué consiste su trabajo?
-Fui su asistente durante ocho años, aprendiendo todo desde cero. Con el paso de los años fui asumiendo más responsabilidades. Comencé a acompañar al resto del equipo a los viajes a América y a ir a las reuniones con el director de la oficina. Hace cuatro años pasé a ser la directora de la oficina. Pero somos un equipo, donde el director es Dani y trabajamos todos en paralelo para mejorar. Mi trabajo abarca desde la contratación, patrocinios, organizar la grabación del disco o viajar con Dani, hasta maquillarle para una televisión
-¿Cómo se organiza uno la vida con un niño pequeño y con su agenda y la de su marido marcada por las giras y meses intensos de grabaciones?
-La verdad es que creía que iba a ser mucho más complicado, pero en mi caso, la producción debe ser deformación profesional. Llevo las agendas de toda la familia y la de mi trabajo y nos organizamos muy bien. Soy muy afortunada ya que disfruto de una total conciliación familiar y hay un respeto absoluto por los momentos vitales. Como debería ser siempre. La pena es que sólo lo podamos decir unas cuantas afortunadas.
-¿Cómo lleva la maternidad en el mundo artístico?
-La primera vez que dormí fuera de casa después de ser madre fue por el concierto de Dani con Robbie Williams en Barcelona y no me lo quería perder, ya que había sido un reto conseguirlo. Me fui llorando por dejar al bebé. La noche anterior mi padre y mi pareja me obligaron a irme. Iba por el aeropuerto llorando y recuerdo que echaba de menos el embarazo porque no me tenía que separar de él para trabajar. Aprendimos a separarnos y a reencontrarnos. Lo dejo en las mejores manos, con su padre. Lo peor es cuando coincidimos los dos fuera, entonces las tías y abuelas siempre están ahí para ayudar. Creo que es positivo que mi hijo sepa que además de criarle y darle todo mi amor tengo una vida profesional y sueños que perseguir.
-¿Cuál es su mejor recuerdo de esta última etapa de su vida?
-Tengo la suerte de que cada logro de Dani lo vivo como si fuese mío y me emociono. Por ejemplo, llenar tres veces el Palacio de los Deportes de Madrid en la última gira ha sido increíble, o hacer dos únicos espectáculos en Las Ventas y Barcelona con 'La cuerda floja', mezclando la música y números circenses. Para mí viajar es lo máximo. Así que me quedo con estos momentos. Con correr por el paseo de la Reforma un domingo, en Ciudad de México. Pasear por Palermo con mis compañeros. Un concierto en Caracas, otro en Londres. Vivir un mes todos en una casa en Los Ángeles y en Florida mientras graban. Recorrer el malecón en Lima... Muchas risas, algunas lágrimas. Hubo un año que estuvimos seis meses fuera de casa. Me siento muy agradecida y afortunada de poder conocer tantos lugares y culturas acompañada de un gran equipo.
-¿Aunque no se sea el artista se vibra igual desde detrás del escenariocuando se ve al público durante un concierto?
-Igual debe ser imposible, pero yo me emociono en muchos momentos. Cuando se apagan las luces, el público comienza a gritar, a aplaudir y empieza el espectáculo. Es una sensación indescriptible. Es un momento con mucha magia para todos. Hemos formado un equipo que peleamos juntos para llevar adelante todo y eso es muy emocionante y gratificante.
- Vive entre Madrid y Santander. ¿Qué le atrae de la capital cántabra para haber apostado por esta ciudad?
-Más que apostar por la ciudad aposté por un cántabro... Cantabria era una gran desconocida para mí y me he enamorado de ella. La mitad de mi familia vive aquí y salir a pasear por la bahía de Santander no se puede comparar con nada. La comida, las playas, el valle de Campoo... Además, creo que para criar a un niño es un lugar perfecto, con gente de grandes valores, rodeado de naturaleza, seguro. Lugares como Reinosa, donde los niños van caminando al colegio y todo el mundo se conoce, en tiempos donde lo digital, la inmediatez y la individualidad parece haberse apoderado de todos, me parece muy importante poder criar en ese entorno.
- ¿Siente que en Cantabria se empieza a reconocer a sus artistas o preferimos el mérito ajeno?
-Nos cuesta reconocer a nuestros artistas, y en algunas ocasiones parece que valoramos más lo de fuera. Hay un punto de envidia cuando a alguien le va muy bien. Pero precisamente en Cantabria no siento eso. Creo que se quiere y cuida mucho a los suyos.
-¿Si pudieras elegir cualquier lugar de Cantabria, dónde te gustaría organizar un concierto?
-En una playa, tipo lo que hacen en Brasil, en Copacabana.
- Una de sus debilidades es el dulce. ¿Cuál no perdona cuando viene a Cantabria? ¿Dónde le gusta tomarlo?
-Esa es mi perdición. Podría alimentarme de dulce: la quesada, el hojaldre, el helado de nata de Regma, la tarta de hojaldre y mantequilla de Torrelavega, las reinosas de Casa Vejo, el roscón de reyes de hojaldre...
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