Cantabria desconfía del pasaporte de vacunación si no hay dosis para todos

Es lo que teme el presidente del Gobierno regional, Miguel Ángel Revilla, quien no duda de que ese pasaporte será «la solución del futuro», pero tampoco que en las actuales circunstancias, cuando la vacuna todavía no está al alcance de todos, contribuiría a crear ciudadanos de primera y de segunda.

«Es un tema muy complicado: el que tenga la suerte o la capacidad de ser vacunado se podría mover por todos los sitios, pero ¿y el que no la tenga? Se discrimina al que no se ha puesto la vacuna», opina el presidente. «Es algo que terminará imponiéndose, pero tendrá que hacerse cuando la mayor parte de las personas tengan acceso a la vacuna: si no, se está condenando al que está deseando ponérsela pero no puede. Hacer obligatorio un pasaporte así ahora supondría discriminar a los ciudadanos. ¿Cómo le dices a la gente que no lo tiene que no puede viajar?».

El pasaporte de vacunación, tal y como lo concibe Bruselas, permitirá acreditar no solo si una persona ha sido vacunada contra el coronavirus, sino que también ofrecerá información sobre el resultado de las pruebas PCR en caso de que su poseedor no haya recibido la vacuna o no quiera recibirla. Igualmente, también reflejará si el ciudadano ha pasado ya la enfermedad, se ha recuperado de ella y tiene anticuerpos. De esta manera se intenta evitar cualquier posible discriminación entre quienes han sido inmunizados y quienes no han recibido la vacuna.

«Sin duda, un documento así es muy positivo para el turismo en España, al permitir la movilidad de un mayor número de personas, pero hay que ser muy prudentes para evitar que se produzca algún tipo de injusticia, como que se prohíba viajar a las personas que no estén vacunadas. Ponerlo en marcha cuando una gran parte de la población no tiene aún acceso a la vacuna es delicado. Otra cosa es el que se la puede poner y no quiere», reflexiona Revilla. Por su parte, el consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, también se muestra cauto hasta conocer qué beneficios supondrá para quien pueda demostrar con la cartilla que está inmunizado, y cuáles serán las desventajas para quien no lo esté.

«La idea en sí me parece bien, pero hay que ver qué supone eso, si quiere decir que quien no lo tenga no va a poder viajar. La idea de que el vacunado certifique que lo está me parece correcta, otra cosa es qué servicios o posibilidades vamos a dar a ese pasaporte. Ahí tendríamos que ver cómo quedarían las personas que aún no están vacunadas y las que en un futuro no quieran estarlo», explica el consejero.

«Hay que saber qué va a limitar o qué accesos va a dar ese pasaporte. En el caso de las personas que aún no se hayan podido vacunar, no puede ser que se les impida trasladarse a otros sitios. Otra cosa es que se diga, por ejemplo, que el que pruebe que está vacunado no tenga que hacer cuarentena al llegar a otro país», añade Rodríguez.

España es, precisamente, uno de los países que más está insistiendo en la creación de un certificado digital que haga posible recuperar la movilidad y facilite los desplazamientos, por razones de trabajo o turismo, en el ámbito de la Unión Europea. Su objetivo, que comparten otros destinos turísticos como Grecia, Italia y Malta, es que pueda estar operativo para este verano.