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El Gobierno de Cantabria ha constituido el grupo de trabajo de la Estrategia de Inclusión para Personas sin Hogar, que se encargará de coordinar con ... los agentes implicados las diferentes iniciativas que se pongan en marcha, así como el catálogo de servicios y un inventario de los recursos existentes en la comunidad para combatir y prevenir el sinhogarismo de forma integral.
El presupuesto para estas acciones será de 2,2 millones de euros hasta 2025, financiados con fondos europeos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia. El primer paso que se decidió dar, tras la reunión de ayer, es «realizar un estudio para tener la foto fija y real de la situación actual», señaló la consejera de Inclusión Social, Begoña Gómez del Río, que presidió la reunión del grupo de trabajo, celebrada en el Icass junto a las entidades sociales Nueva Vida, Cruz Roja, Cáritas, Cocina Económica y los ayuntamientos de más de 20.000 habitantes, Santander, Torrelavega, Castro Urdiales, Piélagos y Camargo.
La consejera recordó que los datos de los que se dispone son de 2021, cuando la cifra era 300 personas sin hogar. «Necesitamos saber dónde estamos ahora y conocer exactamente la cifra actual y las necesidades de cada uno de ellos. Ahora mismo, este estudio está sin hacer y es el primer objetivo que se ha marcado esta mesa de trabajo», apuntó Gómez del Río.
Begoña Gómez
Consejera de Inclusión Social
Para ello, se va a realizar un conteo exacto de las personas que duermen en la calle a través las entidades sociales, «los verdaderos expertos», destacó la consejera; y se habló sobre la posibilidad de destinar fondos a este estudio. «Lo que pretendemos es hacer un catálogo de servicios y un listado de recursos con lo que podemos ofertar para dar una solución a estas personas», continuó Gómez del Río.
Jesús Castanedo
Director de la Cocina Económica
El director de la Cocina Económica, Jesús Castanedo, aseguró sobre la posible cifra de personas sin techo en Santander que «en la calle ves solo al que se deja ver. Hay muchos más en la sombra, en esquinas de garajes, por ejemplo. La calle es muy peligrosa por la noche y estas personas corren el riego de ser atacadas por otros, sobre todo cuando se trata de mujeres. Por eso, se esconden y recogen sus cosas por la mañana».
Castanedo explicó a continuación que la labor para acompañar a estas personas «es lenta, hay que ir poco a poco, ganándose su confianza para después hacerles llegar ayuda. Hay que estar preparado para ello, no lo puede hacer cualquiera».
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