Cantabria y Ministerio negociarán la quita de deuda con grandes diferencias sobre las cifras

Medio año después de aquella disputa, Cantabria y el Estado comenzarán a finales de julio la negociación para llegar a un consenso. Así lo precisó este martes el consejero de Economía, Luis Ángel Agüeros, que compareció después de participar el día anterior en el Consejo de Política Fiscal y Financiera. En ese foro, el popular volvió a defender su «rechazo frontal» a la financiación singular que el Estado negocia con Cataluña «al margen» del conjunto del país. La postura de Cantabria frente a las negociaciones entre el PSOE y Esquerra no es una novedad. De hecho, hace unas semanas amenazó con llevar el asunto a los tribunales en caso de que Sánchez cierre un acuerdo sobre el cambio de modelo de financiación con un territorio de forma «bilateral» al resto de comunidades. Lo que sí es nuevo es que Cantabria, que desde 2009 –ese año, durante la etapa de José Luis Rodríguez Zapatero se acordó el actual sistema de reparto de fondos– ha sido la región con más financiación por habitante, acepte hacer «sacrificios» y pierda la primera posición del ránking nacional. Una reflexión que pronunció por la mañana y después matizó.

«Cuando hablo de sacrificios es, a lo mejor, dejar de ser la comunidad autónoma que mayor financiación por habitante tiene. Alguien tiene que ser», afirmó Agüeros en su primera versión. Eso sí, acompañando a lo anterior, el consejero de Economía subrayaba que aceptaría esa situación siempre que el dinero que envíe el Estado a Cantabria sea suficiente para seguir manteniendo la calidad de los servicios públicos.

«Necesitamos recursos adicionales. No se trata de ránkings, de posiciones, sino de garantizar el coste real y efectivo nuestros servicios. Y por ello Cantabria reclamará al Estado un sistema de financiación autonómica suficiente y adecuado al coste real que implica la prestación de los servicios públicos en nuestra comunidad», precisó más tarde el popular. Para garantizar esa situación reclama –esa parte sí la apuntó ya por la mañana– que se haga una «evaluación concreta de lo que cuesta a Cantabria mantener los servicios públicos –habló de dependencia, educación o sanidad– que otras comunidades no tienen».

Después de participar en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, el consejero defendió que hay voluntad entre todos los territorios en la necesidad de reformar el modelo «y hacer sacrificios». Y también hay coincidencia en rechazar que el Estado tenga una negociación independiente con Cataluña. «Incluso las propias autonomías del PSOE han sido beligerantes respecto a la financiación singular», dijo.

Para el líder del PSOE, Pablo Zuloaga, las palabras de la mañana de Agüeros son la prueba de que el Gobierno regional está más preocupado por atacar a Sánchez que por defender los intereses económicos de la región. «Buruaga debe dejar de lado la ofensiva que tiene contra el PSOE y defender de una vez la singularidad de Cantabria para garantizar más y mejores recursos para nuestros servicios públicos», señaló el socialista. En su opinión, el consejero está perdiendo la oportunidad de poner sobre la mesa de la ministra de Hacienda los argumento de Cantabria y eso tendrá consecuencias negativas: «El tiempo que gasta en hablar de Cataluña no lo utiliza para defender a Cantabria. Tiene que ser valiente y defender los intereses de la región, no los del PP».

En la reunión, Agüeros interpeló directamente a la ministra sobre las palabras que pronunció la pasada semana en la UIMP en las que afirmaba que, Cantabria, al ser la región con más ingresos del Estado per cápita, era un territorio «privilegiado». Frente a esa consideración, el consejero señala que «nosotros, lo que venimos sosteniendo –cuando habla de «nosotros» se refiere al Gobierno de Cantabria en particular, pero a todos los partidos políticos de la región, que en esto tienen una posición común– es que no somos privilegiados porque aquí el coste de la prestación del servicio es mucho mayor». El ejemplo típico es que, debido a la dispersión y la orografía, el transporte escolar de un niño cuesta aquí 15 veces más que en la Comunidad de Madrid.

Frente a la postura de la ministra Montero, que sostiene que tienen que ser los partidos –el PSOE y el PP– los que negocien el sistema de financiación y líneas de reforma, el Ejecutivo cántabro y el resto de autonomías quieren que se constituya un grupo de trabajo para avanzar en los puntos en común.

Agüeros volvió de la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera celebrada en Madrid con muchas «incertidumbres y cierta decepción» sobre el cambio de modelo de financiación –la ministra aludió a la petición de Cataluña de crear una Agencia Tributaria propia para recaudar tributos al modo de País Vasco, pero no dijo si le gustaba o no ni si eso sería «la moneda de cambio para la investidura de Salvador Illa–, pero con más certezas sobre el marco las condiciones que el Gobierno central les pone a los gobiernos autonómicos para la elaboración de los presupuestos del año que viene.

Aquí, Agüeros está satisfecho. Cantabria tendrá en 2025 margen para gastar más de lo que ingresa. Podrá incurrir en un déficit de hasta el 0,1%, pero que pueda hacerlo no quiere decir que tenga que hacerlo. A falta de saber cuánto dinero exactamente enviará el Estado durante el próximo ejercicio, sí sabe que el techo de gasto será un 3,2% mayor que el de este año, frente al 2,7% que había anticipado la Autoridad Fiscal Independiente (Airef). Más margen, aunque sabiendo que ya un 2,5% de ese aumento se lo comerá la subida del sueldo de los funcionarios.

Hay otra buena noticia para Cantabria y tiene que ver con la deuda. La exigencia de España –o de Europa a España y de España a las autonomías– es que la deuda de las regiones para 2027 se reduzca hasta un máximo del 19,7%. Esto requerirá un esfuerzo para muchos consejeros de Economía, pero no para el de Cantabria, ya que en estos momentos ya está en el 19,6%. «Llevamos tres años de adelanto», celebró Agüeros.