Cantabria eleva a 83 los casos de coronavirus y hay tres afectados en una residencia de Limpias

El Gobierno regional elevó este jueves a 83 el número de personas infectadas por coronavirus en la comunidad autónoma tras la aparición de 15 nuevos casos, uno de ellos en una residencia de ancianos de Limpias, donde después del recuento oficial se detectaron otros dos casos más. Y aportó otro dato preocupante. Por primera vez desde que comenzó la epidemia, ya pandemia, el número de personas ingresadas a consecuencia del virus (40) supera al de enfermos que permanecen en aislamiento en sus domicilios (32), una cifra fictícea considerando que en sus casas hay más infectados a los que no se les ha hecho el test.

Según explicó este jueves el vicepresidente del Gobierno de Cantabria, Pablo Zuloaga, que compareció en una rueda de prensa virtual para informar sobre el nuevo paquete de medidas adoptadas por el Ejecutivo para paliar los efectos del Covid-19, el número de contagiados por el virus ha aumentado hasta los 83 casos, quince más de los contabilizados el miércoles.

De esos 83 casos, 72 están activos, diez se dan como sanados y el otro corresponde a la única víctima mortal que se ha cobrado el coronavirus en Cantabria; un varón de 88 años con patología previa que ingresó con una neumonía bilateral.

Y de esos 72 casos aún activos, 40 se encuentran hospitalizados -28 en Valdecilla, cuatro de ellos en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), diez en Sierrallana y dos en Tres Mares- y los otros 32 permanecen ahora mismo en aislamiento domiciliario.

Entre los infectados hay actualmente tres profesionales sanitarios, de acuerdo con los datos aportados por el vicepresidente, que también avanzó la existencia de casos positivos en residencias de mayores sin especificar ni dónde ni cuántos. «Sí. Somos conocedores de que se han registrado casos positivos en algunas residencias de la región, pero son hechos puntuales. Salud Pública y Servicios Sociales están trabajando de manera coordinada para contener el número de casos», dijo.

Esos «hechos puntuales» a los que se refirió el vicepresidente preocupan muy especialmente a la dirección y los trabajadores del Centro Residencial Limpias, donde, según ha podido averiguar este periódico, en las últimas 24 horas se han detectado tres casos positivos.

«En la residencia de Limpias tenemos tres casos ya confirmados», asegura Julia Gurruchaga, directora ejecutiva de la empresa Pro Maiorem S.L. Cantabria, que gestiona residencias de mayores en Santander, en Renedo, en San Vicente de la Barquera y esta de Limpias.

«El miércoles por la mañana empezamos a observar que algunos residentes tenían síntomas; tos, febrícula y complicaciones respiratorias», cuenta Gurruchaga. Sin pérdida de tiempo, la dirección de la residencia, un complejo que tiene una capacidad para acoger a 56 residentes y actualmente atiende a 54, llamó al 061, que se hizo cargo de la situación.

«El más grave fue trasladado al Hospital de Laredo», donde se le realizó la prueba del coronavirus, que dio positivo en el test. «Además, los sanitarios hicieron pruebas a otros ancianos» cuyos resultados se fueron conociendo a lo largo de la mañana del jueves. Hay dos más.

Desbordada por la situación, la empresa, que mira con muchísima preocupación a Limpias, ha adoptado todas las medidas hasta donde permite la precariedad de medios. «Estamos haciendo todo lo humanamente posible para evitar que esto vaya a más», asegura Gurruchaga con desesperación. «Estamos fabricando mascarillas, porque no tenemos ni una, hemos encargado un pedido urgente de geles hidroalcohólicos, que por cierto están carísimos, y hemos ordenado el confinamiento en sus habitaciones de todos los residentes del centro hasta nueva orden».

La situación allí es de tal gravedad que, incluso, «hemos llamado a los familiares para explicarles lo que está pasando aquí y decirles que, si lo prefieren, pueden venir a recogerles y llevárselos a su casa». Esto, afirma, «a pesar de que no podemos garantizarles que alguno de ellos no esté infectado».

A esta llamada, dice Gurruchaga, contestaron ayer mismo los allegados de al menos dos residentes que, dada la situación, optaron por acercarse hasta el complejo y llevarse a sus familiares a casa.

En cuanto al personal de la residencia, «todo aquel que no tiene síntomas continúa trabajando, porque no podemos dejar de atender a nuestros ancianos, pero no quiero imaginar lo que pueda pasar si empiezan a enfermar uno detrás de otro».

«Hacemos lo que podemos, lo que está en nuestras manos, pero necesitamos ayuda», implora al borde del llanto la directora ejecutiva de Pro Maiorem. «Por más que nos dejemos la piel, de nada nos va a servir ese esfuerzo si las autoridades no se deciden a actuar de una vez», advierte Gurruchaga, que avisa: «Los mayores están en el centro de la diana».

Al tanto del dramático panorama que Gurruchaga describe cuando se refiere a la residencia, la alcaldesa de Limpias, la socialista María del Mar Iglesias, se reconocía ayer en un profundo estado de abatimiento personal. «Estoy angustiadísima».

Dice la regidora que, en circunstancias tan excepcionales, «poco puede hacer el Ayuntamiento, pero hará lo que pueda. Nos han pedido ozonizadores y ya les hemos avanzado que vamos a conseguirles lo antes posible al menos uno. No sé qué más podemos hacer. La verdad, es una situación angustiosa», repite la alcaldesa, que confía en la rápida acción de las autoridades sanitarias para evitar que en Cantabria se produzca una tragedia por la que este jueves lloran Madrid o Ciudad Real.

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