Ya son 4.907 los afectados con diagnóstico confirmado en la región desde el comienzo de la pandemia (4.029 detectados mediante PCR y 878 a través de test de detección de anticuerpos), de los cuales 3.670 ya se han recuperado de la enfermedad –en torno a un 75% del total–. La cifra de fallecidos se mantiene en 216, después de registrarse cuatro muertes a lo largo del mes de agosto.
El aumento del número de contagios de las últimas horas lleva asociado también un incremento de los ingresos, que han pasado de los 29 del viernes a los 34 actuales. De ellos, 21 permanecen hospitalizados en Valdecilla, 7 en Sierrallana, 5 en Laredo y uno en Tres Mares (Reinosa). Aunque Sanidad informa del alta de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de uno de los pacientes, aún continúa ingresado otro afectado por las complicaciones derivadas del covid-19.
Esta segunda oleada de coronavirus, marcada por la mejora en el diagnóstico (más test PCR), ha sacado a la luz el impacto del virus en personas asintomáticas, que suponen más de la mitad del total, o con síntomas leves, lo que hace que la mayoría de los casos activos (el 96%) puedan pasar la enfermedad aislados en sus casas.
Las cifras con los peores números del verano llegan después de que el martes Miguel Rodríguez, consejero de Sanidad, asegurara que el ritmo de contagios estaba descendiendo desde el comienzo de agosto. «La pandemia experimenta una ralentización en el crecimiento», señaló. Rodríguez explicó que la cifra de contagiados crecía a un ritmo más lento que cuando arrancó el mes. «La primera semana de agosto los nuevos infectados crecieron en un 123%; en la segunda, un 70%; y en la tercera, un 9%», añadió.
Más pruebas PCR
El titular de Sanidad añadió además que «lo previsible» era que el descenso de las cifras de nuevos casos positivos diarios se produjera una vez termine la temporada de turismo veraniego y «vaya bajando la movilidad de personas» entre las provincias. Para el presidente de la comunidad, Miguel Ángel Revilla, el aumento de los positivo (además de a los desplazamientos de gente), se debe también a que a estas alturas de la pandemia se están realizando más pruebas de detección del covid, que en esta fase no están limitadas sólo a pacientes con criterios de ingreso y colectivos esenciales, sino a todo caso sospechoso y a sus contactos estrechos. Un buen ejemplo está en el aumento de la actividad del laboratorio de Microbiología de Valdecilla, donde se han llegado a analizar más de 8.000 pruebas en solo siete días.
Y este aumento de casos positivos incrementa a la vez el trabajo de los rastreadores, otro de los eslabones clave en el control de la expansión del virus. En la actualidad, la región cuenta con una red de rastreo de 138 profesionales encargado de localizar los contactos estrechos de los enfermos, citarles para una PCR, recordarles que deben permanecer en casa durante 14 días y hacer el seguimiento de la cuarentena. La región anunció el jueves que pedirá ayuda los rastreadores del ejército que el Gobierno central puso a disposición de las autonomías para dar respuesta a esas necesidades de seguimiento (otras seis comunidades se han sumado a la petición). Aún no se conoce la cantidad de efectivos solicitada, pero Defensa ha aclarado que los 2.000 militares formados para la labor de rastreo se repartirán en función de las necesidades de cada territorio.
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