Cantabria reabre este miércoles la hostelería y estudia retrasar el toque de queda a las once

El cambio ahora, casi cuatro meses después, lo avanzó este lunes el presidente regional, Miguel Ángel Revilla, que recordó que la decisión dependerá en todo caso del informe favorable que emita Sanidad. No obstante, la Consejería es más prudente y aún no ha tomado una decisión al respecto. Desde la Dirección General de Salud Pública apuntan que «se valorará la posibilidad cuando llegue el momento de renovar la medida», vigente hasta el próximo 17 de marzo, tal y como se publicó el 12 de febrero en un boletín extraordinario. No obstante, la semana pasada Rodríguez se mostró partidario de mantener el horario del toque de queda actual (22.00 horas) pese al progresivo descenso de la incidencia de covid. Para la CEOE-Cepyme de Cantabria, esa posible ampliación de una hora hasta el límite de la movilidad nocturna puede ayudar de una «manera eficaz» a la «recuperación de la actividad económica» para los sectores más afectados, y así se lo transmitieron a Revilla en una carta en la que solicitan atrasar la prohibición en la «mayor brevedad posible».

A la espera de que se concrete si se cambia o no el toque de queda, lo que sí está previsto a partir de este miércoles es la reapertura de los interiores de los establecimientos de hostelería. El vicepresidente autonómico, Pablo Zuloaga, indicó este lunes que el Ejecutivo publicará este martes esa orden que permitirá a bares y restaurantes servir dentro de sus negocios. Un paquete de medidas que incluirá, además, la práctica de deporte en espacios cubiertos, con aforo del 50%. Eso sí, todo con «cautela» y siempre a expensas de la evolución de la incidencia acumulada del covid. En este sentido, recordó el fin de semana esa progresiva pero lenta mejoría se frenó. Además, añadió que aunque la semana pasada se redujo el número de hospitalizados, acabó con más personas ingresadas en Unidades de Cuidados Intensivos que al inicio de la misma, y agregó que hasta hace muy poco la comunidad era la segunda con menor incidencia del país y ya no lo es. «Hay unas cuantas comunidades que han adelantado a Cantabria en la mejora de ese dato», comparó.

Los hosteleros están muy pendientes del documento que permita la reapertura de interiores porque las condiciones de esa vuelta a la actividad marcarán el porcentaje de negocios que decidan subir la persiana. Para muchos no resulta rentable retomar la actividad con un aforo por debajo del 50%, un porcentaje que ya adelantó el consejero de Sanidad, porque los gastos de reabrir superan los posibles ingresos. En todo caso, Zuloaga indicó que los técnicos de Salud Pública están trabajando en él.

Por su parte, Revilla recordó que es una decisión que depende de Sanidad: «Yo no abro ni cierro locales», sentenció. A él le competen otros asuntos como, precisamente, el toque de queda, aunque la medida también se adopte en base a informes del departamento que dirige Miguel Rodríguez. Lo cierto es que esta última restricción acumula ya «muchas» peticiones del sector hostelero. Los profesionales llevan tiempo solicitando demorar el inicio de la limitación y más ahora que se solaparía con la reapertura de los comedores porque ese pequeño cambio de una hora les permitiría aprovechar el turno de cenas, en lugar de darlo por perdido, y quizá pueda servir también para que algunos profesionales en duda se decanten por volver a la actividad. Y es que si se abren «parcialmente» los interiores de bares y restaurantes «levantar a la gente de las mesas a las nueve» de la noche «origina un perjuicio» a estos negocios, reconoció el presidente autonómico que siempre ha subrayado la importancia de no descuidar la actividad económica.