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El Ejecutivo regional quiere impulsar nuevas líneas de ayudas para facilitar el retorno de los cántabros emigrantes, una cuestión prevista en la Ley de Casas de Cantabria que se ha visto retrasada por la pandemia. Así se lo comunicó ayer la consejera de Presidencia, Interior, ... Justicia y Acción Exterior, Paula Fernández Viaña, a los integrantes de la Comisión Permanente del Consejo de Comunidades Cántabras, en la que participan el Gobierno regional, los grupos parlamentarios, la Federación de Municipios y representantes de las Casas de Cantabria.
El Casón de la Marquesa de Las Fraguas, en Arenas de Iguña, acogió ayer un encuentro «ilusionante», dijo la consejera, en el que participan 19 de las 24 casas que tiene Cantabria en el exterior, «las verdaderas embajadas de nuestra tierra». «Estoy encantada con el ambiente que se ha respirado y las conclusiones del encuentro», tanto, reconoció, como por el hecho de «volvernos a ver».
Fernández Viaña dejó claro que la intención es mantener un estrecho contacto y colaborar en lo posible con esas «embajadas», incrementando las ayudas por casa, manteniendo las líneas de financiación para reformas e incluso compartiendo tutoriales con los que conservar y fomentar el folclore cántabro.
Ante la Comisión Permanente explicó que la intención es aprobar las bases reguladoras para la concesión de ayudas que faciliten el regreso de los cántabros, el reencuentro de personas emigrantes con familiares y la sociedad cántabra en general. Las ayudas tendrían, en principio, dos líneas de actuación. En primer lugar, el programa destinado a emigrantes cántabros residentes en América del Sur, América Central, países del Mar Caribe y México, que cumplan una serie de requisitos (edad, asociados a Casas regionales o plazos de no retorno). En segundo lugar, el programa destinado a descendientes de cántabros menores de 30 años, residentes tanto en Europa como en América.
Las nuevas ayudas autonómicas pretenden financiar los pasajes de traslado a Cantabria y de regreso a los respectivos países o comunidades autónomas de residencia, alojamiento, transporte, manutención, organización de actividades y excursiones, servicio de guía, seguros y todos aquellos otros que pudieran derivarse de la participación en ese nuevo programa.
Durante la Comisión también se ha abordado una modificación legislativa para facilitar el anticipo de las ayudas autonómicas nominativas a los centros, que en los presupuestos para el año 2022 se elevarán a los 4.500 euros sin que sea necesaria una garantía previa. En este sentido, la consejera señaló que la disposición de efectivo para costear el mantenimiento de sus sedes resulta de «vital importancia» y asegura la «mera existencia» de los centros.
Posteriormente tuvo lugar un acto institucional en el que participó el presidente Miguel Ángel Revilla, y el alcalde anfitrión, Pablo Gómez, momento en el que destacó el recuerdo a ausencias de ilustres representantes de las Casas de Cantabria como los presidentes de los centros en Aragón, Vicente Gómez Landeras; Navarra, José Gómez Zubieta; Valencia, Juan Zuriaga Ruiz; y el secretario en Ibiza, Jesús Fernández Sáenz de Miera, fallecidos durante la pandemia. También se recordó el impulso que dio a las relaciones con los centros regionales el exconsejero de Presidencia, Rafael de la Sierra, una tarea que mantiene vigente en la actualidad su sucesora en la Consejería, Paula Fernández, como señaló el presidente. El encuentro prosigue hoy con varias visitas de los representantes de las casas a centros turísticos y culturales de la región, como el Castillo y el Poblado Cántabro de Argüeso y el nacimiento del río Ebro.
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