Secciones
Servicios
Destacamos
El batacazo que han sufrido las economías de los hogares cántabros en el último año ha superado las expectativas de las entidades sociales. 138.000 cántabros están en riesgo de pobreza y/o exclusión social (25.000 más que en 2019), lo que ... supone el 23,7% de la población, y 25.000 (el 4,4%) tiene dificultades para adquirir productos básicos. Son datos del informe anual de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social (Eapan), perteneciente a la Plataforma Europea de Entidades Sociales, que también desvela que 50.900 personas están en pobreza severa (según datos de 2020), 10.200 más que en 2019, y que elevan la tasa regional al 8,7%, la más alta de la serie histórica.
La región ha sufrido un «deterioro importante» en la práctica totalidad de los indicadores de renta y de pobreza y/o exclusión social. «Son unos datos tristes y desoladores», afirmaron ayer, durante la presentación del XI Informe 'El estado de la pobreza', el presidente y vicepresidenta de Eapan Cantabria, Daniel Pesquera y Rosa Pérez, respectivamente.
1Dificultad para adquirir productos básicos 25.000 personas, el 4,4% de la población, tienen problemas en este apartado, son 20.000 más que en 2019.
2Riesgo de pobreza y/o exclusión social Afecta a 138.000 cántabros (25.000 más que en 2019), lo que supone el 23,7% de la población.
3Pobreza severa 50 900 están en pobreza severa (10.200 más que en 2019), lo que eleva la tasa regional al 8,7%, la más alta de la serie histórica.
4Alimentos Las personas que no pueden comer carne, pollo o pescado cada dos días se han disparado un 500%, al pasar del 0,6 al 3,6%.
5Calefacción Los cántabros que no pueden mantener su casa con una temperatura adecuada se han incrementado un 93%, pasando del 3 al 5,8%.
Pesquera denunció que «es increíble que aún haya gente que diga que en Cantabria no hay pobreza. Es cierto que hasta ahora, los indicadores en la comunidad estaban en valores que mejoraban la media nacional. Pero este último año todo ha dado un vuelco y hemos superado esta media».
Para Pérez uno de los datos que más deben de llamar la atención y hace saltar todas las alarmas es el aumento, por encima de la media nacional, de la tasa de Privación Material Severa (PMS), que se ha multiplicado por casi cinco. Se trata de «un indicador de carencia, de dificultad para consumir algunos productos concretos básicos que se definen a nivel europeo y supone una vulnerabilidad muy grave para las personas afectadas», agregó Pesquera.
El PMS hace referencia a las personas que no pueden afrontar cuatro o más elementos de consumo de nueve considerados básicos: gastos imprevistos, comer carne o pescado cada dos días, retrasos en pagos de la vivienda, mantenerla con una temperatura adecuada, irse de vacaciones una semana o tener teléfono, televisión, lavadora o coche.
De acuerdo con el análisis, la mitad de estas variables han aumentado sustancialmente en la región. De todas, destaca la cantidad de personas que no pueden permitirse comer carne, pollo o pescado cada dos días, que se ha disparado un 500%, al pasar del 0,6 al 3,6%. Tampoco es alentador el número de cántabros que no pueden mantener su casa con una temperatura adecuada, que se ha incrementado un 93%, pasando del 3 al 5,8%. Asimismo, se ha duplicado la cantidad de ciudadanos que tienen retrasos en los pagos relacionados con la vivienda, desde el 3,1% al 6,8%.
Dentro del PMS, la única variable positiva es la reducción, de «de forma importante», de la población que tiene problemas para llegar a fin de mes, hasta el 40,6% del total, aunque la disminución «más intensa» está en los grupos con menor grado de dificultad.
En el otro lado de la balanza, la tasa de riesgo de pobreza de Cantabria sólo ha aumentado ligeramente y alcanza al 18 % de su población. Con este incremento de 0,7 puntos porcentuales, la tasa de pobreza de Cantabria se sitúa en una posición intermedia buena con respecto al resto de comunidades y tres puntos por debajo de la media nacional. Por sexo, el comportamiento de la tasa entre las mujeres ha sido más favorable, pues ha descendido 0,9 puntos. En su conjunto, Cantabria tiene unas 104.000 personas pobres en 2020, de las cuales 54.000 son hombres y 50.000 mujeres. En cuanto a la pobreza severa (hogares en los que cada persona debe sobrevivir con al menos 281 euros mensuales), aunque en 2020 aumentó, Cantabria se mantiene por debajo de la media nacional y ocupa la séptima posición entre las regiones con mejor resultado.
Tanto Pesquera como Pérez mostraron su preocupación por el aumento de la pobreza entre los jóvenes, colectivo en el que se ha quintuplicado. Por ello, reclamaron al Gobierno diseñar «estrategias compartidas» y criticaron que no se contara con las entidades sociales para la elaboración de planes que corrijan esta situación.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.