![Cantabria lidera la subida de la recaudación por impuestos con un crecimiento del 64%](https://s1.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/multimedia/202210/20/media/cortadas/Imagen%20compra-kQGD-RXPJ4tWF90oWCvYhITPPXAK-1248x770@Diario%20Montanes-DiarioMontanes.jpg)
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Cantabria lidera la subida de la tasa de recaudación tributaria en 2022, con un incremento del 64,5% en el acumulado respecto al ejercicio anterior, pasando de 1.005 a 1.653 millones de euros. Solo Baleares, con un porcentaje del 64,7, supera el ... aumento registrado en la Comunidad Autónoma, según los datos ofrecidos por la Agencia Tributaria, referidos a los ocho primeros meses del año.
El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), constituye el principal concepto recaudatorio, con un acumulado de 1.030 millones hasta agosto, frente a los 892 que sumó durante el mismo periodo de 2021, y un crecimiento del 15,5%. Ese aumento refleja la situación del mercado de trabajo, con más gente empleada y en algunos casos con niveles salariales más altos, que se traduce en más retenciones del IRPF.
Sorprende, en cambio, el balance negativo en la recaudación del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), otro de los epígrafes de más peso, que desciende de los 413 millones de 2021 a los 388 de 2022, cuando podría suponerse que una inflación disparada como la actual, con una subida generalizada en los precios de cualquier producto, llevaría aparejada un incremento significativo. Ángel Agudo, profesor titular de la Universidad de Cantabria y exconsejero de Economía y Hacienda, ofrece una explicación a este inesperado descenso de la tributación por IVA. «Si en vez de mirar los ingresos netos nos fijamos en los brutos, vemos que hay un crecimiento del 6,3% entre 2021 y 2022, que no parece muy significativo teniendo en cuenta la inflación. Lo que han aumentado mucho son las devoluciones, un 47%, de ahí la diferencia entre los balances bruto y neto. Además, puede haber algún retraso en la Agencia Tributaria a la hora de reflejar sus datos mensuales, y será necesario esperar a disponer de la serie completa para comparar la recaudación».
El gran incremento de los ingresos netos por recaudación de impuestos en Cantabria –64,5%, frente a una media nacional del 19%–, se explica también por las importantes subidas experimentadas en otros apartados, como el Impuesto de la Renta de No Residentes, que pasa de 19 a 82, o los Impuestos Especiales, un 20,6% mayor.
¿Qué conclusiones pueden extraerse de todas estas cifras? «Dicen que la recaudación va bien en España –afirma Ángel Agudo–, y eso le ha permitido al Gobierno disponer de un colchón para adoptar las medidas extraordinarias que ha tomado: le permiten un margen de actuación ante el problema de la inflación, a la vez que ayuda a los sectores más perjudicados. Ese colchón permitirá reducir un poco el déficit, la deuda, y afrontar las circunstancias extraordinarias que están surgiendo».
Justo cuando el país atraviesa estas «circunstancias extraordinarias» los partidos llevan el tema de los impuestos –en realidad, su bajada–, a la pugna política. En opinión de David Cantarero, profesor titular de la Universidad de Cantabria, «la evolución de estos impuestos la interpretamos para ver qué nos depara el futuro cercano, pues se están elaborando los presupuestos para 2023 y seguimos en una precampaña que se va a alargar en el tiempo, en la que se lanzan mensajes de índole interna (como bajadas de impuestos, controles de precios y topes, o bonos o ayudas), y externa (como los de Europa avisando que pueden enfriar la economía, pero con el riesgo de provocar recesiones). En otras palabras, la generación de expectativas es parte del actual marketing político, así como el hecho de lanzar mensajes por 'segmentos', en cada uno de los cuales se busca atender una demanda específica y diferente de los demás, sean estos por género, grupos demográficos, socioeconómicos, etc.».
Cantarero, en cualquier caso, advierte: «Hay un hecho constatado: si quiere aumentarse nuestro nivel de gasto público, además de las reformas estructurales que lo hagan más eficiente, solo puede ser financiado con nuevos tributos y deuda (esa cantidad de la que pocos se acuerdan, pero que influirá en nuestro devenir histórico), y esta última implica aumentos de niveles de pasivo que encarecerían nuestra financiación a través de tipos de interés mayores».
«Todos los organismos internacionales –FMI, OCDE, UE, Banco Mundial,...– apuntan a que no es momento de una bajada generalizada de impuestos –recuerda Ángel Agudo–, porque se necesitan recursos para luchar contra la inflación. Sí se recomiendan bajadas selectivas para los más vulnerables, y subidas para, por ejemplo, las eléctricas, que han recibido unos beneficios extraordinarios, o la banca, con una subida de márgenes por el incremento de los tipos de interés. Las nuevas medidas fiscales del Gobierno, reduciendo la carga fiscal a las rentas de menos de 21.000 euros, y aumentándolas para bancos, eléctricas y grandes fortunas, van en esa línea».
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