Cantabria matará diez lobos sin el aval del Ministerio

Así lo ha anunciado el consejero de Desarrollo Rural, Guillermo Blanco, este martes tras mantener una reunión con representantes de organizaciones profesionales agrarias, las cooperativas regionales y asociaciones del sector ganadero de Cantabria sin consultar previamente al Ministerio. De hecho, a preguntas de los periodistas, Blanco ha admitido que Madrid recibirá la notificación este miércoles con la publicación de las resoluciones en una edición extraordinaria del Boletín Oficial de Cantabria (BOC), después de acusar al Ministerio de haber «dado largas» a la comunidad cuando anunció sus intenciones de controlar la población ante la escalada de ataques en las ganaderías cántabras.

«Las resoluciones se dictan tras recibir los informes de la Dirección General del Servicio Jurídico, que confirman la competencia autonómica para aprobar estas resoluciones y que avalan desde el punto de vista formal el modelo de resolución planteado por la Dirección General de Biodiversidad», ha explicado en rueda de prensa el titular de departamento de ganadería.

Unas resoluciones que, según ha explicado el consejero, están avaladas por los informes de la Subdirección General de Medio Natural, que han verificado la «importancia» y «recurrencia» de los ataques del lobo al ganado, al mismo tiempo que garantizan que este control «no afecta de manera significativa» al estado de conservación de la especie, incluida en septiembre de 2021 en el listado de las silvestres en régimen de protección especial (Lespre).

Además, Blanco confirma que su departamento ya ha puesto en marcha el engranaje para extender la eliminación de los lobos en otros ayuntamientos «que pidan auxilio» y que cumplan con los criterios de importancia y recurrencia de los ataques: «Eran premisas que se necesitaban», ha incidido Blanco, quien también ha hecho hincapié en que Cantabria es la primera comunidad autónoma que ha realizado estos informes sobre los efectos de la protección del cánido y la prohibición de cazarlo, en base a una orden que venía a «retorcer la fórmula de necesaria extracción y control».

«Es imposible poner puertas a los puertos de montaña. Más allá de las ayudas contempladas, necesitamos el control poblacional de una especie que no podemos dejar que siga creciendo», zanjó al final de su intervención mientras recordaba que a día de hoy en los montes de Cantabria hay más de 200.000 cabezas de ganado a las que no se puede encerrar porque «dejaríamos de tener un modelo de ganadería extensiva».

El titular de Ganadería ha sacado este martes todo su arsenal de cifras para contextualizar el impacto de los ataques del lobo en estas tres zonas. Desde septiembre del año pasado -cuando el lobo entró en el Lespre- hasta el pasado abril, la Consejería ha registrado 231 cabezas de ganado muertas en los lugares donde el consejero ha anunciado el control poblacional.

Por áreas, en los municipios de Polaciones y Tudanca se han contabilizado 42 ataques a 18 explotaciones, que se han saldado con 44 animales muertos (diecinueve de bovino, trece de ovino y doce equino). En la de Cabuérniga, Ruente y Los Tojos se han registrado 79 muertes en 46 ganaderías (51 cabezas de equino, veinte de bovino y ocho de ovino), a las que se suman cuatro heridas: tres de equino y una de bovino. Y en la Hermandad de Campoo de Suso se notificaron 102 ataques del lobo en 44 explotaciones con 108 animales muertos (65 bovino, 38 equino, cuatro de ovino y una de caprino, más una herida).