Cantabria tiene 13 municipios entre los 80 de España con más segundas residencias

Afirma el instituto público que el 47,7% de las 13.600 viviendas que hay en Noja son utilizadas de manera esporádica, porque el municipio cuenta actualmente sólo con 2.741 habitantes empadronados. Así que es lógico que la localidad costera dé la sensación durante gran parte del año de estar casi deshabitada. Pero esto no es así. Noja es uno de los destinos vacacionales y de fin de semana preferidos por los vecinos del País Vasco, que han encontrado en la villa cántabra un lugar al que escapar cuando el tiempo libre se lo permite.

El turismo procedente de Vizcaya ya supone seis de cada diez de sus visitantes veraniegos en los meses de julio y agosto. Los últimos datos disponibles lo ilustran mejor. Según cifras de turismo interior, casi 63.000 de los 108.000 visitantes que recibe la localidad costera de media en la época estival proceden de esta provincia vasca. Le siguen, aunque muy de lejos, los turistas madrileños, que concentran poco más de 10.000 visitantes en el mismo periodo.

Lo complicado, sin embargo, es gestionar los servicios para una población flotante tan grande con los recursos de un municipio pequeño de menos de 3.000 habitantes. «Buena programación y un poco de orden», responde a la duda su alcaldesa, Mireia Maza, que tomó el bastón de mando en las elecciones del pasado 23 de julio. «Encontrar el término medio es complicado. Los empadronados quieren disfrutar de los servicios durante todo el año y la población flotante, en fechas determinadas», reconoce.

Eso obliga al Consistorio, en ocasiones, a sobredimensionar los servicios. «Limpieza, recogida de basuras, aparcamientos... todo es importante. Por ejemplo, nosotros tenemos 15 policías locales con menos de 3.000 empadronados. La población flotante te condiciona mucho y, en ocasiones, te obliga a incrementar en exceso los gastos, pero, claro, es que en verano pasamos de los 100.000», subraya.

El sector servicios es el que sale más beneficiado. La mayoría de las contrataciones realizadas cada verano, que es la época de mayor apogeo en la villa, va a parar allí. La hostelería tiene un pico de actividad muy alto que, como explica la alcaldesa, «tiene que encarar sabiendo que hay otros muchos meses en los que la afluencia es menor».

Hay otros servicios, como los sanitarios, que dependen del Gobierno regional. Raro es el estío en el que no hay problemas de médicos para atender a tanta población. «Desde el punto de vista de la gestión, a veces, es complicado. Las subvenciones y ayudas que recibimos son acorde a los empadronados que tenemos, aunque a diario vivan muchas más personas de las casi 3.000 del registro. Los ingresos se nos hacen poco», concluye Maza.

Noja no se encuentra sola en esta clasificación de los municipios con mayor número de segundas residencias. Hasta doce más, la mayoría de ellos costeros, se cuelan en esta clasificación de la que Cantabria es líder indiscutible. Otro ejemplo del tirón turístico que en los últimos años está experimentando.

En Laredo conocen bien esta circunstancia. El INE asegura que en la villa pejina el 31,5% de las viviendas son de gente que acude para pasar la Semana Santa, las vacaciones de verano y los puentes. Esto obliga al Ayuntamiento a realizar cada año un notable esfuerzo. «La zona que va de Carlos V hasta El Puntal pasa de cero a cien en un suspiro, y Laredo, de casi 11.000 habitantes empadronados a una población de más de 100.000», explica su alcalde, Miguel González.

«Tenemos experiencia, es cierto, pero hay que estar preparados para el 'golpe' fuerte de julio y agosto. Debemos dejar listo cada año la limpieza de las playas, el servicio de recogida de basuras, el mantenimiento de parques y jardines...», añade. También la seguridad. La Policía Local ronda la treintena de agentes pero cada verano recibe un refuerzo de la Guardia Civil. «Si no, nos resultaría imposible atender a tanta población», concluye el regidor.

Arnuero es el tercer municipio cántabro en el ranking de los diez primeros. Ocupa la novena posición y, para su alcalde, hay épocas del año donde la gestión es un auténtico reto. «Lo he dicho siempre. Los alcaldes de municipios como el mío y sus trabajadores municipales somos auténticos apagafuegos», afirma rotundo José Manuel Igual. La localidad costera llega a multiplicar por diez cada verano los 2.400 residentes habituales que calcula su regidor.

«Hacemos refuerzos de los servicios, pero, aun así, no llegamos. Encontrar el equilibrio es bastante complicado», reconoce el edil. Sin embargo, cree que existen algunas fórmulas para establecer algo de control. Herramientas útiles. «Lo digo de manera rotunda: soy un enamorado de los aforos, es de lo poco bueno que nos trajo la pandemia. Abogo por ello. Si quieres ofrecer al turista fórmulas de calidad para sus experiencias, es la mejor manera», explica.

La mayoría del resto de municipios con mayor número de segundas residencias también se encuentra en la franja litoral. Pero hay dos excepciones. Meruelo y Ramales de la Victoria. Este último ocupa la vigésimo quinta posición con el 25,1% de sus viviendas de uso esporádico. Meruelo es el 41, con un 22,5%.

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