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«Estamos lanzados con la protonterapia», sentenció el consejero de Sanidad Raúl Pesquera en su primera valoración tras el alivio que supone saber -después del ... primer intento de licitación fallido- que hay dos empresas que se disputarán el contrato para poner en marcha la potente unidad de radioterapia contra el cáncer concebida como proyecto estrella de legislatura. Dos firmas líderes en el sector, Varian e IBA, interesadas desde el primer momento en este concurso, devuelven ahora la confianza en una propuesta que en varios momentos en estos años años de andadura parecía más cerca de desvanecerse que de convertirse en una realidad.
«No me cabe ninguna duda de que se van a cumplir los plazos», añadió el titular de Sanidad, convencido de que, pese a los contratiempos y retrasos que han acompañado al plan de los protones, «Cantabria será la primera comunidad autónoma de España en disponer de esta terapia» en la sanidad pública y estará tratando a sus primeros pacientes en el tercer trimestre de 2025. Hasta ahora, sólo está disponible en dos hospitales privados de Madrid: Quirón (su equipo es de IBA) y la Clínica Universitaria de Navarra (en este caso el aparato es de Hitachi, que ya no opta al contrato de Valdecilla).
Tan seguro está del «éxito» del proyecto que el martes (el mismo día que se cerró el plazo para la presentación de ofertas) Pesquera ya viajó a La Rioja para negociar los términos del convenio de colaboración que hará posible que los riojanos reciban este tratamiento oncológico en Valdecilla.
Según el estudio elaborado desde el servicio de Oncología Radioterápica, para rentabilizar esta inversión (la maquinaria sale a licitación por 27,5 millones, a los que se añadirían alrededor de 20 millones más por la obra de construcción del búnker y acondicionamiento de las dependencias) bastaría con una población de referencia de dos millones de personas, que sería la suma de Cantabria, La Rioja, Asturias y norte de Castilla y León, donde no están previstas ninguna de las máquinas que adquirirá el Ministerio de Sanidad con la donación millonaria de la Fundación Amancio Ortega. «También estamos trabajando en el convenio con la Universidad de Cantabria para la investigación y la docencia, que es otro de los grandes proyectos paralelos y que nos va a permitir formar al resto de comunidades» que incorporarán la protonterapia después. Porque, ahora sí, el Gobierno regional no tiene duda de que Valdecilla irá por delante de cualquier otro hospital público del país. «Espero que la próxima semana se pueda sacar la autorización para la licitación de la dirección de obra», apuntó Pesquera. Después, una vez elegida la mejor oferta para la adquisición de la maquinaria, se sacará el concurso relativo a la excavación del búnker que alojará la unidad de protones, que se ubicará en el espacio comprendido entre la Torre D y la Facultad de Enfermería.
Las dos firmas que pugnarán por la puesta en marcha de la protonterapia en Valdecilla son líderes en el sector de alta tecnología de radioterapia. «Nos hemos presentado porque Valdecilla es un hospital de referencia a nivel europeo y queremos estar en este ambicioso proyecto que lidera Pedro Prada», destaca Javier García, director general de Varian en España y sur de Europa. Para la compañía, recientemente fusionada con Siemens Healthineers, supondría su desembarco en España en el mercado de los protones, en el que se mueve desde 2017 en Europa y Estados Unidos, convirtiéndose «en la casa comercial con más equipos instalados en este tiempo. Tenemos 32 centros trabajando o adjudicados en vías de puesta en marcha», precisa García.
Su competidora directa es otra grande del sector, la europea IBA, especializada en radioterapia y, más concretamente, en protones, «ámbito en el que somos pioneros, es nuestro negocio principal», señala su representante en España, Marisa Ogando. «Somos el mayor proveedor de esta tecnología, con el 50% de bases instaladas», la carta de presentación con la que aspiran a sumar la de Valdecilla, «un hospital con mucha proyección, innovador. Ahora tenemos que ver cómo se resuelve el concurso, pero seguro que el proyecto irá bien, porque está muy bien organizado».
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