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La pandemia empeora en el País Vasco y pone en peligro la movilidad con Cantabria a partir del lunes

En las últimas horas han fallecido tres personas y se han detectado 19 nuevos contagios en Basurto, Txagorritxu y Cruces | Revilla mantiene su previsión de abrir la frontera, pero encarga un informe a Sanidad para evaluar los riesgos antes de tomar la decisión definitiva

Daniel Martínez

Santander

Miércoles, 10 de junio 2020

Hace diez días Miguel Ángel Revilla y el lehendakari Iñigo Urkullu alzaban la voz cuando el Gobierno central comunicó que no accedería a su pretensión de permitir la libre circulación entre comunidades autónomas en la fase tres y obligaría a todos los territorios a alcanzar la 'nueva normalidad' para dar el visto bueno a la movilidad. El domingo, Pedro Sánchez les confirmó que el Estado no pondría objeciones si Cantabria y País Vasco querían adelantar una semana el final de la 'desescalada' con el objetivo de abrir la frontera a partir del día 15 para así dar un impulso a la actividad económica. El lunes se daba por hecho que así sería. El martes también. Y hoy… Pues hoy tanto Revilla como Urkullu, los únicos que en el momento actual tienen potestad para inclinar la balanza –el Ministerio de Sanidad ya no lo puede impedir–, apostaban por mantener su plan inicial, pero rebajaban las expectativas.

«No está todavía decidido», señalaba el jefe del Ejecutivo cántabro durante el acto de celebración del aniversario de Cabárceno. Ya no era un 'sí' rotundo, sino condicionado. En sólo 24 horas, ha pasado de ser algo seguro a estar en peligro. ¿Qué ha cambiado en este tiempo? La respuesta hay que buscarla al otro lado del límite provincial de El Haya. Concretamente, en tres centros hospitalarios de la comunidad autónoma vecina: los de Basurto, Cruces y Txagorritxu. Allí, los focos de covid-19 que habían aparecido a comienzos de semana están yendo a más. Un ejemplo: sólo en Basurto son ya 25 los casos de contagiados por coronavirus detectados y hay un fallecido, lo que ha llevado a la Consejería de Salud a tomar medidas extraordinarias como una campaña masiva de test PCR a los sanitarios y a los pacientes que hayan estado expuestos.

Frente a las tres semanas sin fallecidos a causa del covid-19 que acumula Cantabria y el incremento controlado del número de nuevos positivos –siempre por debajo de la decena–, con cifras fácilmente contenibles e insuficientes para hacer pensar en la aparición de rebrotes descontrolados, la situación epidemiológica en el País Vasco, que presumía de ser uno de los territorios que mejor había logrado contener al virus, está sufriendo algún contratiempo. Allí acumulan dos muertos en los últimos siete días.

Hasta el pasado día 3 la evolución de la pandemia era muy similar –proporcionalmente al volumen de población–, pero desde entonces ha habido algunas variaciones. Este miércoles, la incidencia acumulada (casos diagnosticados por 100.000 habitantes) era de 1,38 en Cantabria y de 2,63 en el País Vasco, prácticamente el doble. «Somos conscientes de las cifras. De un cambio en la tendencia que vamos a analizar día a día, momento a momento, con prudencia, pero con objetividad. No voy a negar que los datos muestran un cambio en la tendencia», apuntaba la consejera vasca de Salud, Denis Itxaso, que aún se mostraba «optimista» sobre la posibilidad de mantener el plan de volver a permitir el tránsito entre ambos territorios.

«Sé que hay mucha gente con temor. Yo he sido de los que siempre he dicho que hay que convivir con cierto riesgo, porque hay que volver a la actividad económica. El deseo (de retomar la circulación) existe, pero voy a tomar todas las medidas para que la decisión sea razonada desde el punto de vista económico y desde el punto de vista sanitario», aseguraba Miguel Ángel Revilla. Si no hubiera aparecido este último elemento, tanto él como Urkullu la tenían tomada. Abrir. Ahora, quieren garantías extra.

La decisión será de los presidente autonómicos porque así lo regula el decreto nacional sobre la 'nueva normalidad', pero estará sustentada en sendos informes que han pedido a sus respectivos departamentos de Salud Pública. Revilla quiere debatir este jueves el asunto en el Consejo de Gobierno, en cuya mesa estará la recomendación que elabora la Consejería de Sanidad al respecto. Dejando a un lado sus deseos, el jefe del Ejecutivo asegura que «tendrá en cuenta esa opinión, como debe de ser». En cualquier caso, hace una precisión: los focos detectados en Vizcaya y Álava están muy aislados y controlados. De hecho dos precisiones, porque añade, además, que el viaje entre Bilbao y Santander implique un riesgo mayor que el viaje entre Sevilla y Cádiz, que aunque supone una mayor distancia sí está permitido actualmente al tratarse de dos provincias de la misma comunidad autónoma.

El informe de Sanidad

El consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, no dio pistas sobre el contenido del documento que tiene encargado su departamento. En cualquier caso, Rodríguez ha hecho bandera de la palabra 'prudencia' durante toda la 'desescalada'. Como muestra, su postura en contra de esperar sólo una semana para avanzar de la fase dos a la fase tres, como defendía Revilla. «Tenemos que valorar todas las cuestiones. Las que son sanitarias y las que no son sanitarias. Yo conozco sólo las primeras y el resto las valoraremos en el Consejo de Gobierno», dijo ayer brevemente para no incurrir en conflicto con el presidente.

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