Cantabria perderá 30 millones de euros en exportaciones a Reino Unido con un 'Brexit' duro

Reino Unido es el quinto destino comercial de las exportaciones cántabras, que se verían afectadas por una más que previsible devaluación de la libra. «No seríamos alarmistas si dijéramos que las ventas a ese país caerían un 15%, lo que se traduce en unos 30 millones de euros anuales», acredita Fernando García, decano del Colegio de Economistas de Cantabria.

El sector turístico correría una suerte parecida, porque los visitantes británicos que duermen en la región suponen un 20% del conjunto total de quienes eligen Cantabria para sus vacaciones. «Ese 20% son hasta 80.000 pernoctaciones al año que no sabemos cómo se verían impactadas», informa la directora general de Turismo, Eva Bartolomé.

Ocurriría lo mismo con el tráfico portuario, donde el 25% de las mercancías que pasan por los muelles santanderinos tienen como origen o destino aquel país. Sectores como el del automóvil, el agroalimentario o el de las materias primas notarían la caída. Por no hablar de las complicaciones políticas, que redibujarán los derechos de los cientos de profesionales cántabros que a día de hoy trabajan en las islas: «Lo peor de todo es la incertidumbre que existe a día de hoy, y lo que me preocupa de verdad es que no hemos hecho los deberes de verdad para pensar dónde nos va a hacer más daño y cuáles son las posibles soluciones que podríamos tomar», lamenta Lorenzo Vidal de la Peña, presidente de la CEOE.

«Llevamos meses advirtiendo al Gobierno de Cantabria de la necesidad de contar con estudios claros, con un análisis de datos, para saber qué consecuencias reales podrá tener el 'Brexit' duro sobre la economía regional», explica Vidal de la Peña. «Pero nadie nos hace caso. Y es que estamos perdiendo el tiempo cuando podríamos estar aprovechándolo porque siempre que hay una crisis, hay momentos de oportunidad», agrega el representante de los empresarios cántabros.

En el Puerto han identificado esa oportunidad y está en la Zona Franca, que se activaría en este caso por la restitución de los controles aduaneros y fronterizos. «Para nosotros será una oportunidad por las peculiaridades fiscales que tiene el recinto», cuenta Fernando Cámara, delegado especial del Estado en el lugar.

El 90% del tejido empresarial cántabro está conformado por pymes, mucho más vulnerables al 'Brexit'. Las firmas más grandes tienen el negocio diversificado, cuentan con un colchón que puede amortiguar el impacto; pero existen otras más pequeñas, sobre todo las que están más dedicadas al mercado con Reino Unido, que podrían sufrir pérdidas de gran importancia.

Es fácil confirmar dónde existen estas vulnerabilidades si se echa un vistazo a los principales focos de exportación e importación cántabros. Los cementos hidráulicos se sitúan en el primer puesto de las materias primas exportadas al país, con unas ventas de hasta 18 millones anuales. Seguidos del chocolate y otros derivados del cacao. Después vendrían los preparados alimenticios de la harina, sémola, almidón, fécula o extracto de malta. En cuarto lugar aparecen las placas, láminas y hojas de plástico no celular; y en el quinto puesto las máquinas y aparatos de elevación, carga, descarga y manipulación. Todas las empresas dedicadas a este mercado pueden tener problemas.

También deberían diseñar un plan de reacción aquellas firmas dependientes de las importaciones con las islas. El primer producto que se compra a Inglaterra desde Cantabria es el cacao en grano, entero o partido, ya sea crudo o tostado. Supone hasta 34 millones de euros al año. En segundo puesto están los automóviles, en tercero los desperdicios y desechos de fundición de hierro y acero. Después se registran las compras de acero inoxidable en lingotes o demás formas primarias y en el quinto lugar por importancia de compras están los productos laminados planos de hierro o acero. «Así las cosas solo nos queda esperar a ver qué pasa porque lo peor que puede haber ahora es la incertidumbre», zanja Mariano Carmona, secretario general de UGT en Cantabria.

El daño a las compraventas, con lógica, se traducirá a los transportes: «El problema de las autorizaciones para transporte internacional, y el hecho de tener que pasar trámites de aduana puede traernos muchos problemas», avisa Andrés Tárano, presidente de la Agrupación Empresarial de Transporte de Cantabria (Aetrac).

Si el presente económico peligra con el no acuerdo, también quedan hipotecadas las aspiraciones de crecimiento fundamentadas en inversiones. La incertidumbre cerrará la puerta a la llegada de proyectos con origen en las islas. Y muchas firmas con fuerte presencia en el país, como las grandes entidades bancarias, temen lo que sucederá con el porcentaje del negocio que tienen allí dado que todos los convenios políticos como económicos quedarán sin efecto. Banco Santander, por ejemplo, suma más de un 20% de su actividad en Inglaterra.

«En este contexto de desequilibrio político y económico es muy fácil que todo esto traiga una afectación al empleo, y sobre todo ralentice la recuperación del mismo», avanza Justino Sánchez, secretario de Comunicación y Relaciones Institucionales de USO.

De lo que no cabe ninguna duda es que España en general, y Cantabria en particular, llevan tiempo consolidándose como destino predilecto por el turista inglés. «Según los datos oficiales que tenemos del último año, pernoctaron en la región unos 80.000 ingleses. Si a esos le sumamos un 20% adicional de visitantes que no están registrados en establecimientos, nos hacemos una idea de la magnitud de este público en Cantabria», desgrana Eva Bartolomé. No quiere esto decir que se vayan a perder todas esas visitas, «pero de alguna manera se notará; aunque no habrá que temer una gran hecatombe porque la tradición turística del país en esta tierra viene de muy lejos», matiza la directora general de Turismo.

El mayor miedo en este sector reside en el cambio de valor de la moneda, según cuenta Ángel Cuevas, presidente de la Asociación Cántabra de Hosteleros. «La devaluación puede llevar a que las vacaciones les resulten mucho más caras, y eso es peligroso». «Aparecerán además nuevos impuestos en los billetes de avión y en los ferri y no nos gusta. Por eso necesitamos que se tome una decisión cuanto antes, para que no haya incertidumbre, y que a poder ser sea lo menos lesiva posible», zanja Cuevas. Su deseo lo comparten todos los sectores, «y para ir haciendo planes por lo que pueda venir el próximo jueves nos reuniremos en el seno del Ministerio de Política Territorial y Función Pública para informarnos de las medidas que se van a comenzar a tomar a nivel regional en materia de 'Brexit'», asegura María Sánchez, Directora general de Economía. Entre tanto, solo cabe esperar.