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Los que ya tienen una edad lo denominan el 'veranillo' de San Miguel. Cada año, coincidiendo con la festividad de uno de los tres arcángeles de la religión católica, los cielos se despejan, las temperaturas suben y el azul del cielo cobra una tonalidad más ... propia de agosto. Es como si el estío rebrotara. Otros, en cambio, los más jóvenes, lo llaman 'veroño'. Un término tan certero como criticado por los académicos de la Lengua. El resultado de mezclar verano y otoño. Así que elija, estimado lector, cuál de los dos le gusta más. Cantabria registró ayer temperaturas de hasta 35º y el calor dejó estampas impropias de esta época del año. La población y los turistas se lanzaron a las playas y llenaron las terrazas de bares y restaurantes. «El fin de semana estamos a tope», explicó a este periódico Sergio Peón, director del Hotel Bahía de Santander. También se llenó el resto de la costa y el interior. «Hay muy buena ocupación. La gente ha visto el viernes que se confirmaba el buen tiempo y se ha lanzado a reservar», añadía Jesús Blanco, presidente de la Asociación de Turismo Rural.
Sergio Peón
Director del Hotel Bahía
Un paseo mañanero por Santander ya vaticinaba que no era un sábado más. Las plazas de aparcamiento cercanas a las playas de El Sardinero se fueron llenando y los dos arenales se copando de sombrillas y toallas. A la hora de la comida, la estampa era más de un 15 de agosto que de un 29 de septiembre. «Nosotros no nos lo hemos pensado. Somos de Burgos pero Santander es nuestra playa. No podíamos desaprovechar la oportunidad de despedir el verano por todo lo alto», relató a este periódico Jesús Izquierdo, padre de familia. «Y el agua está buenísima, no se ha enfriado todavía», añadía uno de sus dos hijos.
Los hosteleros se frotan las manos pues les permite estirar la temporada. «Por supuesto que hemos notado el tirón de este veranillo. Y venimos de una semana muy buena porque los viajes de empresa ya han comenzado la temporada», subrayó el director del Hotel Bahía.
Jesús Blanco
Presidente de la Asociación de Turismo Rural
No sólo se ha llenado la costa. El interior es la zona que mayores temperaturas registró. La máxima la logró Tama, en el municipio de Cillorigo de Liébana), que llegó a los 35º. «Los establecimientos rurales hemos notado sobre todo el tirón del fin de semana. Las reservas han sido de ultimísima hora, pero han ido a muy buen ritmo», señaló el representante de los hosteleros rurales. Los que puedan estirar el fin de semana disfrutarán, tanto hoy como mañana lunes, de jornadas plenamente veraniegas con temperaturas elevadas y cielos despejados. El martes podría llover y bajar el mercurio hasta los 21º.
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