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¿Cantabria saldrá ganadora del cambio en el modelo de financiación autonómica que ha iniciado el Gobierno de Pedro Sánchez y contará con más recursos que en la actualidad o, por el contrario, como ya anticipa el Ejecutivo regional, se verá damnificada por la necesidad del PSOE de contentar a sus socios independentistas ... ? Más allá de las muchas especulaciones, la respuesta definitiva no llegará hasta que se conozcan todos los detalles del nuevo sistema de reparto de recursos entre los territorios. A día de hoy, la falta de transparencia del Ministerio de Hacienda hace muy difícil contestar con garantías. Como el Gobierno central se niega a clarificar el escenario, tan solo se pueden hacer proyecciones teóricas.
La primera la elaboró la Universidad de Cantabria (UC) –es verdad que el encargo era de parte, porque se lo pidió el Ejecutivo de Buruaga– y apuntaba que la comunidad autónoma perdería casi 600 millones con el pacto fiscal que firmaron PSC y ERC para hacer presidente de la Generalitat a Salvador Illa. Es decir, que dejaría de ingresar en torno a un 30% del dinero que ahora mismo llega desde Madrid. Lo que ocurre es que los expertos de la UC partían de la base –puede que sea lo que finalmente pase, o no– de que ese sistema se aplicaría solo en Cataluña. Que solo Cataluña recaudaría todos los impuestos y que después daría una parte al Estado para contribuir a la solidaridad y al mantenimiento de la administración estatal. Pero, ¿qué ocurriría si ese sistema de recaudación y contribución al conjunto no se aplica solo en Cataluña, sino en todos los territorios? Ese supuesto abre la puerta a un escenario totalmente distinto. Con él, Cantabria recaudaría bastante más dinero de lo que recibe ahora del Estado. Casi el doble.
Con los datos actuales, recaudaría alrededor de 4.100 millones de euros, frente a los 2.337 millones de euros que en el último ejercicio fiscal completo (2022) recibió del Estado en aplicación de los criterios del sistema de financiación autonómica o frente a los 3.542 millones del Presupuesto regional de este mismo año. Claro que Cantabria no se quedaría todo ese montante porque tendría que hacer como se plantea ahora para Cataluña y ceder una parte a la caja común.
En esa suma total de 4.100 millones están los casi 400 millones de los impuestos que ya tiene cedidos (Sucesiones, Patrimonio, Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados) y que ya incorpora directamente a sus Cuentas y los 3.650 de tributos estatales que el Estado recaudó en Cantabria en 2023 por IRPF, IVA, Sociedades e Impuestos Especiales, que en este hipotético nuevo escenario también pasarían a depender de la comunidad autónoma.
Ángel Agudo
Exconsejero de Economía de Cantabria
Esta estimación la ha elaborado Ángel Agudo, exconsejero de Economía por el PSOE en los dos primeros bipartitos con el PRC, que explica por qué Cantabria, que no es uno de los territorios más ricos del país, en cambio sí tendría una recaudación muy superior a la que le correspondería a su peso económico y demográfico con un 'cupo' como el catalán. Se debe a que aquí el impuesto de Sociedades se dispara por la ubicación en la región del domicilio fiscal de Banco Santander. Solo por Sociedades entran 1.289 millones. «Recaudamos el 3,8% del total cuando nuestro peso relativo es del 1,3%. Concretamente, 823,5 millones más de lo que deberíamos acorde con nuestro peso», detalla Agudo, que razona que, de esta manera, Cantabria pasaría «de ser receptor de la solidaridad de otras regiones, a través del Fondo de Suficiencia y de Garantía, a aportar solidaridad al resto de regiones».
Agudo, que era consejero cuando se firmó el actual sistema de financiación –en el que la región es la que tiene más ingresos por habitante–, defiende que el acuerdo entre PSC y ERC va por el buen camino siempre y cuando se extienda a todos los territorios. «Debe extenderse a todas las autonomías para que sea aceptable y pueda lograr las mayorías parlamentarias imprescindibles para su implantación», dice el socialista, que también cree que es a la vez «un elemento nuclear para la normalización política en Cataluña» y «un buen principio en el camino hacia una articulación federal del Estado». Recuerda que este sistema de recaudación íntegra en los territorios es el que se utiliza en Alemania y que no se puede hablar de 'cupo' al estilo del vasco o el navarro, porque en el caso general no se negociaría anualmente y sería mucho más transparente.
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