Cantabria recibe cuatro ultracongeladores para almacenar la vacuna del coronavirus

Cantabria, por su parte, cuenta ya con un elemento clave para almacenar las dosis: cuatro ultracongeladores de «última tecnología» que permiten conservarlas a temperaturas muy bajas, como los describió ayer la directora general de Salud Pública, Paloma Navas. Con esta adquisición, la comunidad asegura un poco más el a todas luces inminente proceso de vacunación.

A principios de diciembre, el vicepresidente Pablo Zuloaga ya anunció que el Consejo de Gobierno daba luz verde a la compra, a petición de Sanidad, de los ultracongeladores y de grupos electrógenos para la conservación de vacunas del covid. El coste era de 53.956 euros, y la idea, instalarlos al menos en los centros hospitalarios. Detrás de esta decisión estaba la necesidad de aprovisionarse con antelación –anticiparse, insistió Zuloaga, a los vaivenes de un mercado complejo– y preparar a Cantabria para recibir, conservar y distribuir las dosis. Las primeras que llegarán son las de Pfizer y precisan temperaturas bajísimas, de entre -70 ºC y -80 ºC.

«Tenemos una buena noticia. Los ultracongeladores han llegado a Cantabria», celebró Navas. Funcionan en términos de control «parecidos a los de una cama de la UCI», con sistemas que avisan de incidentes, como cortes de luz o cambios de temperatura. «Están monitorizando constantemente lo que sucede en su interior y tienen sistema de alerta», incidió la directora general. Disponen de wifi y son capaces de enviar mensajes de texto. «Es ultima tecnología y es una buena noticia para Cantabria».

Muchos profesionales de la Consejería se han involucrado en el alojamiento y puesta a punto de los ultracongeladores, desde tirar tabiques a crear un sustento informático preciso. Y se ha cambiado la instalación eléctrica para que esta tecnología «tenga la potencia suficiente».

Navas detalló la implicación de cada área de la Consejería y la agradeció públicamente. La Dirección General de Transformación Digital se ha encargando de armar un sistema informático que asegure que los datos de la vacunación «fluyan correctamente» y se carguen sin problemas en los registros nacionales. De hecho, el Ministerio anunció ayer que las autonomías deberán remitir diariamente la información sobre la vacunación covid. La de Ordenación, Farmacia e Inspección ha cuidado la logística asegurándose de que el circuito «discurra perfectamente», continuó.

Navas tampoco obvió el papel que han jugado los colectivos médico y de enfermería, los talleres del Gobierno, los ingenieros o los electricistas.

Además de prepararse para la llegada de la vacuna, Sanidad quiere despejar dudas entre la población. El doctor Trinitario Pina, subdirector de Asistencia Sanitaria del SCS, remarcó ayer que este producto, como los demás, «pasa por un riguroso proceso de ensayos clínicos».

«Las vacunas que finalmente pasen los criterios dispondrán de los mismos niveles de seguridad que cualquiera de las aprobadas», insistía hace unos días el ministro Salvador Illa. Pina lanzó el mismo mensaje: antes de salir al mercado, estos productos superan controles, los mismos para la vacuna del covid que para la de la gripe.

El doctor detecta dudas entre la población. Por ejemplo, en el último Barómetro del CIS, el 43,8% de la población respondió que no estaría dispuesta a ponerse la vacuna nada más esta saliera al mercado. Pina trató de responder a los interrogantes y temores explicando su tipología y el proceso por el que pasan hasta acabar inoculándose: controles, autorización y testaje «en decenas de miles de personas».