Cantabria reclama un «corredor seguro» en las conexiones con Reino Unido

Sin embargo, los viajeros que volaron ayer desde el Seve Ballesteros hacia Londres tendrán que cumplir la norma y quedarse en casa 14 días por precaución. «Si lo hubiesen avisado con tiempo, ya estaría en Londres. No contaba con esto», opina Andrea Martínez, una asturiana que trabaja en la capital inglesa. El Gobierno británico anunció esta norma el sábado por la tarde y la medida entró en vigor a media noche. «Ahora me toca estar dos semanas en casa sin trabajar y mi jefe no me va a pagar», lamenta la joven. Su amigo Adrián Coca se muestra más relajado porque podrá teletrabajar, pero «parte de mi trabajo se tiene que hacer presencial y ahora alguien lo tendrá que hacer por mí y no me parece bien. Hay que avisar las cosas con tiempo y pensar en los trabajadores», añade.

El confinamiento obligatorio también ha afectado a Begoña Sarmiento, una cántabra que trabaja como autónoma en Reino Unido. «Me decidí a venir de vacaciones a visitar la familia porque a la vuelta no iba a tener restricciones y ahora pasa esto. Por un día y medio voy a tener que estar 14 días encerrada. Tendrían que haberlo anunciado y así ya me hubiese vuelto». Begoña también se muestra desconcertada con esta noticia ya que las medidas de seguridad allí son «un cachondeo». «La gente va sin mascarilla, es muy poco responsable y las normas cambian de un día para otro», cuenta.

El anuncio de la cuarentena británica va a afectar duramente a los datos del turismo de verano. Amada Maxwell es una madrileña que trabaja en Londres y ha venido a pasar el fin de semana a Cantabria. «Ahora no puedo volver a la oficina y tengo que guardar una cuarentena de 14 días. Tenía un viaje a Ibiza la semana que viene y ya lo he cancelado». Cree que esta normativa ha venido «con cero aviso» y «muy mal gestionada», pero la acata con resignación. «Ahora hay que darle importancia a las personas en riesgo y ser responsables cada uno. Tenemos que dar gracias por tener salud. Ya habrá tiempo en el futuro para las vacaciones».

Uno de los viajeros que se reincorporará al trabajo a pesar de la normativa es Andrés Fonseca, un médico gallego que trabaja en la capital inglesa. «Me enteré por las noticias y del trabajo me mandaron un mensaje. Esta semana me haré la prueba y volveré al hospital. Yo no le veo problema a esta medida porque creo que el Gobierno británico maneja unos datos epidemiológicos que le habrán obligado a tomar esta decisión», relata el doctor.