Cantabria es la región en la que menos se fuma a diario tras caer el consumo a la mitad

El descenso del tabaquismo en Cantabria se puede ilustrar con una comparativa rápida. En 2013, el 32,5% de los encuestados eran fumadores habituales, mientras que en la actualidad se declaran como tal un 18,5%. Hace una década era la sexta comunidad autónoma en la que más se fumaba a diario, mientras que ahora puede presumir de ser la que menos fumadores tiene, según el informe Edades. No obstante, en paralelo se ha ido produciendo en los últimos años una subida generalizada del cigarrillo electrónico a nivel nacional, que en Cantabria no es tan acusada. En concreto, la región cuenta con un 12% de personas aficionadas al vapeo, una cifra inferior a la que presenta la media nacional (19%). Los hombres son los que más fuman de forma esporádica y las mujeres destacan por una prevalencia en consumos recientes.

«En función de los resultados obtenidos podemos afirmar que, en Cantabria, se aprecia una fuerte concienciación acerca del riesgo que conlleva consumir sustancias psicoactivas, viendo que la gran mayoría de las conductas las consideran problemáticas más del 90% de los individuos de la región habiendo aumentado respecto a la encuesta anterior», asegura Marián Rueda, jefa del Servicio de Adicciones de Salud Pública. «En el caso del vapeo creemos que la campaña de sensibilización realizada desde la Dirección General de Salud Pública puede haber influenciado en que Cantabria se encuentre por debajo de la media española», valora.

En cuanto al consumo de alcohol se mantiene estable pese a reducirse en comparación con el último estudio publicado en 2022. Un 62% de los cántabros entre 15 y 64 años encuestados admiten haber bebido alcohol en el último mes. Menos que la media nacional, que se encuentra en 63,5%. Cantabria es la tercera comunidad donde los jóvenes se inician antes en el consumo de bebidas alcohólicas, con 15,9 años de media, dos décimas menos que en el informe anterior de Sanidad.

En el caso del 'binge drinking' o atracones de alcohol se observa un fuerte incremento -del 12,2 al 18,5%- en la prevalencia. Sobre todo, este aumento se da tanto en hombres como en mujeres, pero solamente se refleja notoriamente en el grupo que comprende de los 35 a los 64 años.

A la pregunta de si habían tenido alguna borrachera en el último año, los cántabros reducen las intoxicaciones etílicas agudas -14,3%- desde el último informe y se sitúan por debajo de la media española (14,7%).

Otra de las sustancias que extiende su consumo desde la pandemia son los productos contra la ansiedad y el estrés. El estudio nacional constata el creciente consumo de hipnosedantes alguna vez en la vida, alcanzando este año el máximo de la serie histórica: 27,4%. Aunque en los tramos temporales que se analizan -últimos 12 meses, últimos 30 días y a diario- se puede ver un pequeño descenso en los niveles de prevalencia. Una reducción que comparte la región, el 3,4% de los cántabros han consumido diariamente durante el último mes estos medicamentos, lo que supone una disminución de cuatro puntos (7,4%) respecto anterior estudio. Asimismo, casi un 5% de la población admite haber consumido este tipo de sustancias, como pueden ser Lorazepam, Bromazepam o Alprazolam, sin receta médica alguna vez en su vida, con una edad media del primer consumo que se sitúa en los 29,8 años.

Dentro de los fármacos dirigidos a aliviar el dolor, el 15,2% de los encuestados afirman haber consumido analgésicos opioicides con o sin receta en alguna ocasión. Además, como ocurre con los hipnosedantes, se encuentra más extendido entre las mujeres que entre los hombres.

En lo relativo a sustancias ilegales, el cannabis es la droga con mayor prevalencia de consumo en Cantabria en la población de 15 a 64 años. En el último año son un 13,8% los cántabros que han consumido cannabis, un aumento que casi dobla al último informe (7,9%). Y más de la mitad -56,8%- reconoce haber consumido cannabis alguna vez en su vida, un incremento muy notable en los últimos años. En 2018, ese porcentaje era del 36,4%.

En esta catalogación de sustancias ilegales que se perciben como más accesibles se encuentran el cannabis, seis de cada diez personas entrevistadas cree que podría conseguirla fácilmente en un día y cuatro de cada diez sitúa como la segunda más asequible la cocaína. Las demás sustancias tienen una percepción de disponibilidad inferior.