Cantabria registra 43 solicitudes de cambio de sexo desde la implantación de la ley trans

Eliminada la obligación de tener que avalar la decisión de cambio de sexo con informes médicos o sometiéndose a procesos de hormonación -requisitos vigentes por ley desde el año 2007-, la nueva normativa ha introducido también cambios en los procedimientos y condiciones del proceso con el objetivo final, según recoge el primer párrafo del texto publicado en el Boletín Oficial del Estado, de «desarrollar y garantizar los derechos de las personas lesbianas, gais, bisexuales, trans e intersexuales, erradicando las situaciones de discriminación para asegurar que en España se pueda vivir la orientación sexual, la identidad sexual, la expresión de género, las características sexuales y la diversidad familiar con plena libertad».

Desde la entrada en vigor de la normativa, se puede solicitar el cambio de sexo en el Registro Civil, un trámite que no se resuelve en un único día -los bulos a este respecto, aunque no solo, han sido abundantes en los últimos meses-, sino que sigue un proceso en el que media, al menos, una segunda cita de ratificación, y que entraña un periodo máximo de tramitación que puede llegar a los cuatro meses, según fija la ley, pero que, en cualquier caso, no tiene por qué agotarse.

En Cantabria, el mayor volumen de solicitudes lo concentra, lógicamente, el Registro Civil de Santander, donde en el último mes y medio se han presentado 25 peticiones de cambio de la mención registral del sexo, todas realizadas por personas mayores de edad (toda que vez que la nueva ley avala que los mayores de 16 años puedan cambiar la mención sin condiciones; que las personas entre 14 y 16 años puedan cambiarla sin la autorización de los padres, pero con acompañamiento durante el proceso, y que en la franja de los 12 a los 14 puedan proceder mediante autorización judicial).

Para plantear el cambio, los solicitantes tienen que acompañar su petición en el Registro Civil de un certificado de nacimiento, otro de empadronamiento y una fotocopia del DNI, así como rellenar un formulario. Después, se concierta la cita para ratificar la decisión -para que la persona confirme así «la persistencia de su decisión»- y, finalmente, el proceso entra en fase de resolución.

Tras el de Santander, el Registro Civil de Laredo es el que más solicitudes aglutina, con un total del siete, y le siguen los de Medio Cudeyo y Santoña, ambos con tres peticiones; los de Castro Urdiales y San Vicente de la Barquera han recibido dos solicitudes cada uno; y el de Reinosa, una. En el Registro Civil de Torrelavega, a priori, no se ha presentado ninguna petición de cambio de sexo.

Según la información aportada por la mayoría de los Registros Civiles consultados, entre las peticiones predominan las de solicitantes que han decidido un cambio de sexo de varón a mujer, y también en muchos casos han decidido mantener su nombre original en su documentación legal. Por otro lado, el Ministerio de Justicia, del que depende la red de registros civiles, asegura que no dispone de datos desagregados por autonomías, sino solo de estadísticas anuales a nivel nacional entre los años 2004 y 2022. En esas casi dos décadas, España ha pasado de contabilizar tres solicitudes a registrar poco más de 1.300.

Si surgen dudas, Alega Cantabria o la Red Trans, creada recientemente como «referencia» dentro del colectivo, funcionan como puntos de información o asesoramiento alejados del ruido. «Nos llegan consultas sobre este tema», constata Regino Mateo, presidente de Alega, que además avanza que la realidad trans está ganando visibilidad social tras un «tiempo oculta» y que, «en los últimos años, ya forma parte del imaginario colectivo» gracias al activismo y a un trabajo colectivo que derivan en el «reconocimiento de derechos» y en una mayor presencia en los ámbitos académico, político, artístico o mediático.