Cantabria registra una veintena de nuevos casos centrados en dos focos principales

El presidente estaba explicando que le parecía «increíble», que no se tomaran «medidas de control en el origen de los que vienen en aviones». A su juicio, todo el que embarca en un aeropuerto para ir a otro país debería llevar hecha una prueba PCR con un margen de antelación. En el origen. Y fue ahí cuando repasó los datos de Cantabria. «Nosotros tenemos una situación envidiable, pero no podemos estar tranquilos porque podemos ser noticia en unos días -como en todas partes-. Hoy (por el mismo sábado) hemos tenido ocho casos que todavía no se han hecho públicos. No son contagios colectivos, pero sí hemos detectado los orígenes». Habló del caso del hombre llegado de Sudamérica y de las «macrofiestas».

Eso fue lo que explicó en una entrevista de televisión en La Sexta. Dio esos datos antes de que se confirmaran desde el propio Gobierno, ya que desde hace algunas semanas, siguiendo la estela del Ministerio de Sanidad, la Consejería no actualiza las estadística del covid-19 durante los fines de semana. De hecho, desde Salud Pública no hubo confirmación sobre los números que aportó el jefe del Ejecutivo. Y tampoco sobre el aumento registrado el domingo. En todo caso, en el entorno del presidente indicaron que la fuente de sus datos era la Consejería de Sanidad. Habrá que esperar al informe que se emita este lunes para conocer, por ejemplo, en qué localidad se encuentra este domicilio con todos sus miembros afectados o si los jóvenes que han dado positivo se contagiaron en un mismo evento.

A lo largo de la entrevista, Revilla repasó también cifras globales. Hablando de rastreadores, por ejemplo, contó que Cantabria dispone de «87 personas formadas» para tal fin, una cifra proporcionalmente superior a la de otras comunidades autónomas.

El presidente insistió en que el control de la temperatura en aeropuertos con un termómetro no le parece suficiente y en que «el que venga a España», debe hacerlo con la PCR hecha. «¿Es tan difícil eso?». En ese sentido, aseguró que le había transmitido esta opinión no al presidente Pedro Sánchez, pero sí al ministro de Sanidad, Salvador Illa. Además, hizo publicidad de la página web en la que pueden verse a través de cámaras las playas para saber si están más o menos llenas. «Deberían hacerlo en otros sitios».

También mostró su disconformidad con el hecho de que no les permitan usar una aplicación «cedida por el Banco Santander» para hacer «seguimiento de los casos positivos en toda la comunidad a través de un dispositivo». «Lo hemos planteado y se nos ha prohibido porque van a implantar una a nivel general que dicen que están probando en Canarias». El líder regionalista comparó esta situación con el «error» que, a su juicio, supuso la obligación de «centralizar las compras» en los primeros días de pandemia y que no permitió hacer movimientos a las comunidades autónomas.

Y -más allá de hablar del Rey, de los Pujol y de su libro- le quedó tiempo para mandar otro puñado de mensajes. Que no cree que sea sostenible volver a un estado de confinamiento general -«el virus económico puede ser más fatal que el sanitario»-, que ve demasiado «desorden» en el cumplimiento de las normas («sobre todo entre los jóvenes») y que los ciudadanos deben convertirse respecto a eso en una especie de «policías». «Cada vez que veamos a uno que no lleva mascarilla o no cumple la distancia, a por él».