Cantabria regulará «desde la prevención» el consumo de las bebidas energéticas

Así lo aseguró el consejero de Sanidad, César Pascual, durante su comparecencia en el Parlamento autonómico para responder a dos preguntas formuladas en relación con este asunto por el Grupo Regionalista, que, oyendo hablar al popular, quedó «satisfecho» con las respuestas obtenidas.

Al menos así lo admitió su portavoz, Paula Fernández-Viaña, que, muy preocupado su partido por los peligros que entraña la ingesta de este tipo de productos para la salud del consumidor, quería hacerle al consejero dos preguntas concretas. La primera, «si se ha previsto diseñar acciones para concienciar a los niños y adolescentes del riesgo del consumo de bebidas energéticas». Y la segunda, «si se ha previsto la regulación del consumido de bebidas energéticas a menores de edad».

Durante la formulación de sus preguntas, Fernández-Viaña recordó los efectos que la ingesta de este tipo de 'refrescos' puede llegar a provocar en el organismo, especialmente entre los niños y los adolescentes, matizó. «Las alteraciones afectan por lo general al sistema nervioso, con síntomas de irritabilidad, insomnio o falta de concentración, y también al cardiovascular, con arritmias y hasta taquicardias», indicó la portavoz regionalista, que precisó que los profesionales consideran que el consumo de estas bebidas energéticas tiene importantes consecuencias negativas para la salud.

Dicho esto, y luego de subrayar las medidas que han adoptado en este sentido otras comunidades autónomas, Fernández-Viaña preguntó a Pascual qué va a hacer la de Cantabria.

«Pues Cantabria está trabajando en dos ámbitos muy concretos», aclaró el consejero de Sanidad, que dijo decantarse por la prevención como la herramienta indicada para combatir un problema que, por otro lado, requiere de la colaboración de otros departamentos, como por ejemplo el de Educación, y al que, confesó, no se puede abordar desde la prohibición aunque sí quizá desde la restricción.

Según explicó Pascual, el problema de las bebidas energéticas no es solamente que contengan cafeína en dosis muy elevadas, «es que, además, contienen otras sustancias tales como la taurina y una de nombre casi impronunciable que, así, muy en resumen, es un azúcar de absorción rápida, glucosa, que, como todos sabemos, es el elemento más adictivo que hay, por encima incluso de la heroína».

Luego de explicar las consecuencias que la ingesta de esas sustancias causa al organismo, Pascual subrayó que su departamento está trabajando en el desarrollo de una estrategia específica en la que va a implicar a Educación como pilar esencial en la labor de concienciación entre los jóvenes, que son los potenciales consumidores de estos falsos refrescos.

Y en lo tocante a la regulación, «vamos a ser prudentes porque es un tema muy complejo», dijo. «No vamos a poder regular una prohibición total de estas bebidas porque supera nuestras competencias, aunque sí podríamos contemplar una regulación limitativa del consumo en determinados entornos, como por ejemplo el educativo o el deportivo, pero ello enmarcado siempre en esa estrategia de prevención de la que les hablo».