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Con colas y más ajetreo del que suele ser habitual se encontraba este miércoles la sala del Hospital Valdecilla de Santander donde se han realizado las donaciones en el Banco de Sangre y Tejidos. Una respuesta notoria de los cántabros después de la llamada realizada para donar sangre ante las bajas reservas de todos los grupos, en especial el 0 positivo. «Ha superado nuestras expectativas. Esto normalmente no pasa». Así de satisfecho se ha mostrado Pablo Bringas, enfermero en el Banco de Sangre y Tejidos. «El número de donaciones que normalmente recibimos en casi toda una mañana, la hemos tenido en apenas dos horas. Sobre todo, se ha presentado mucha gente nueva. Personas que no habían realizado una donación nunca y que con ese llamamiento se han animado a dar el paso. También ha servido de recordatorio para que los más habituales se pasen por aquí», ha celebrado.
La espera para entrar a la entrevista -previa a la donación- era de varios minutos. «Un hecho que no suele pasar mucho», añadían los sanitarios. La Unidad del Banco de Sangre de Valdecilla, ubicada en el Pabellón 13 del hospital, ha vivido un constante goteo de donantes durante todo el miércoles. Solamente hasta el mediodía pasaron unas 50 personas, cuando normalmente la media se suele fijar entre 20 y 25 por la mañana y unos 15 y 20 por la tarde -unos 40 suele ser la suma total por jornada-. Entre las personas que pasaron a realizar su aportación sanguínea se encontraba Luana Carrasco, donante desde hace más de un cuarto de siglo, que decidió acudir tras recibir un mensaje de texto en el teléfono con el aviso de la falta de reservas. «Es la tercera vez que dono sangre este año, es algo muy fácil, muy sencillo, que aporta mucho, tanto a la sociedad como a uno mismo. Todos, tarde o temprano, podemos pasamos por un quirófano», ha destacado. «El personal que trabaja aquí te hace pasar todo el proceso de forma muy sencilla», ha añadido.
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Aunque también los había que acudieron ante la noticia publicada el martes en El Diario Montañés. Era el caso de Raúl Ibáñez, donante desde la mayoría de edad: «Me he enterado por el artículo de la edición digital y he decidido pasarme esta mañana porque nunca sabes cuando le va a hacer falta a tu hijo, tu mujer o cualquier miembro dentro de tu familia».
Ana Pedraja y Ana Pérez, madre e hija, han aprovechado una consulta médica en el hospital para pasarse a donar sangre y aportar su granito de arena. «Somos donantes desde hace años, teníamos que venir a una cita y hemos decidido completar la mañana viniendo a donar sangre. Es algo que no cuesta nada y que es una pena desperdiciarlo. La gente tiene que animarse y pasarse por aquí porque hace falta», aseguraron.
Algunos de los presentes tenían pendiente donar sangre desde hace tiempo y han visto la ocasión idónea para acudir por primera vez tras el llamamiento público. «Vi la noticia en el periódico, que necesitaban sangre, justamente ponían 0 positivo, que es mi grupo sanguíneo, y pensé que ya no había excusa», explicaba Alejandro García. «Para alguien que tenga un poco de miedo, simplemente con no mirar creo que es suficiente. He estado tumbado y cómodo los pocos minutos que ha durado el proceso».
A por la tercera donación de este año ha acudido Carlos Pesquera, que hizo hincapié en que el mensaje de la donación siga llegando hasta los más jóvenes: «Lo mismo España tiene una situación en la que se encuentra en unos niveles de donación de sangre más altos que en otros sitios, como también ocurre con la donación de órganos. Tiene que ver con un elemento cultural de concienciación general y no con una campaña particular».
Pese a la gran respuesta generada por la ciudadanía, desde el Banco de Sangre han remarcado la importancia de mantener las donaciones de forma constante durante todo el año. «Necesitamos sangre, no solamente en este momento, sino que las necesidades de Valdecilla y del resto de centros hospitalarios de la región son muy grandes. Las reservas son como la bolsa. Van subiendo y bajando todos los días. Hay momentos que estamos muy bien y de repente llega el día que necesitamos realizar un llamamiento», puntualizaba Bringas. «Es verdad que ahora viene una época mala con las Navidades, la gente está pendiente de muchas cosas y no suele tener el mismo tiempo para pasarse a donar y, por lo tanto, el número de donaciones desciende comparado con la media».
Tras llevarse a cabo la donación, la sangre sigue un proceso de transformación en distintos componentes sanguíneos (hematíes, plasma, plaquetas) para utilizarse hasta en tres pacientes distintos. Y es que solamente cada día se precisan en Cantabria entre 60 y 80 donaciones de sangre para abastecer las necesidades de los diferentes centros hospitalarios.
Además de la propia unidad fija de Valdecilla –permanece operativa de lunes a viernes, de 08.30 a 21.30 horas–, desde el propio Banco de Sangre y Tejidos de Cantabria cuentan con una unidad móvil que se desplaza por distintos puntos de la región. Este jueves se situará en el Grupo Armando Álvarez (Torrelavega), de 09.00 a 14.00 horas, y en la Casa de la Juventud de Torrelavega (calle Joaquín Cayón, 15), de 16.15 a 20.30 horas; y el viernes, en el centro cívico Leonardo Torres Quevedo (El Astillero), de 09.15 a 14.00 y de 16.00 a 20.30 horas.
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