Cantabria sigue de Carnaval

El Carnaval no para en Cantabria. La popular celebración sigue desatando un vaivén de emociones entre los miles de visitantes que se echan a las calles de la región. Y este sábado fue una excepción. En Santoña y en Laredo tocó secarse las lágrimas por la muerte del besugo y de la sardina, respectivamente. También hubo fiesta en Castro Urdiales, que ya pudo celebrar su Carnaval y pudo disfrutar de diferentes actividades como el concurso de Chascarrillos;así como en Cabezón de la Sal o Ramales de la Victoria, donde el colorido y el júbilo de los desfiles y disfraces hizo brillar las calles y plazas.

Los santoñeses, que suman ya cuatro fines de semana con aires carnavaleros, echaron mano de las prendas de luto para ser testigos del Juicio en el Fondo del Mar. Esta representación teatral, declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional, gira en torno a un travieso besugo que, a cuenta de un enredo amoroso con una sirena, acaba ante el tribunal. La villa acabó 'tomada' por una gran diversidad de peces, que, bajo un espléndido sol, se pasearon por el casco urbano de la villa luciendo sus plateadas escamas de papel. Fueron, un año más, los integrantes de la peña Los Rayitos los que pusieron voz y movimiento a estos originales animales marinos, que escoltaron al reo durante toda la jornada. La multitud se congregó poco antes de la una de la tarde junto al monumento al Carnaval para proceder al apresamiento del besugo. Desde El Pasaje fue llevado hasta la plaza del Peralvillo. donde interpretaron unas coplillas en su honor. La murga Los Galipoteros ganó el concurso.

El momento álgido del espectáculo llegó al caer la tarde. La carpa de la plaza de San Antonio se transformó en un escenario marino para narrar una peculiar historia de amor, que esconde, a su vez, un alegato en defensa del medio ambiente. Ante cientos de vecinos y visitantes, el besugo hizo acto de presencia temiéndose lo peor ante los cargos que se le imputaban. Antes de arrancar el juicio, Los Rayitos realizaron un merecido homenaje a la familia Calvo, que se encargó de recoger la distinción de Parrandista Mayor. El espectáculo, inspirado en la murga que cantaron allá por 1934 Los Parrandistas, cumplió 43 ediciones.

Y el protagonista, un año más, volvió a ser este besugo, acusado de raptar a una inocente sirena. El asunto desata la furia de Neptuno, que convoca un pleito dispuesto a «hacerle pasar un mal rato». Para desentrañar el embrollo, el dios de los Mares llamo a testificar al estrado desde «el pez más diminuto hasta el muergo más estatuto». Declararon el cabracho, el pez espada, la merluza, la parpada... Y ningún testigo coincidió así que el besugo fue absuelto. La felicidad le duró poco porque al ser rechazado por su amada, murió de pena.

Una comitiva fúnebre lo escoltó, sin consuelo, en su último paseo hasta el embarcadero del Pasaje, donde, tras palabras del pregonero Fran Montes, fue reducido a cenizas, perdiéndose aguas de la bahía. Para sobrellevar la aflicción, Santoña disfrutó por la noche de la actuación de la murga ganadora Artistas y del concierto de Soraya. Y eso no es todo. El próximo sábado los vecinos se vestirán de aldeanos y, con sus carros, escribirán el epílogo con el Día del Trasmerano.

A pocos kilómetros de ahí, en Laredo, la gente también disfrutaba del Carnaval. Cientos de personas participaron en la tarde en el tradicional entierro de la sardina que en esta ocasión apareció ataviada al más puro estilo de Harry Potter con gorro parlante, gafas redondas, bufanda de la casa Griffindor y capa sobre su lomo. Mientras, Laredo se enfundaba la vestimenta de luto.

A las 20.00 horas arrancó el desfile en la Plaza de la Constitución, frente al antiguo Ayuntamiento. La Peña Tío Simón –en su 50 aniversario– y Aldaba Teatro fueron los maestros de ceremonias y animaron la procesión, en la que también participó el pasacalles Caillech, formado por personajes que acompañaron al séquito con sus bailes, juegos, malabares y elementos pirotécnicos de baja intensidad. La marcha culminó en el arenal pejino, con un espectáculo piromusical y la quema de la sardina.

Cabezón de la Sal tampoco fue una excepción de la fiesta. Aquí, se dieron cita princesas Disney –y no Disney– en un castillo rosa, un barco vikingo, la escenografía del Rey León, la de una boda gitana... El Carnaval volvió a ser multitudinario. Los vecinos y visitantes tomaron el pueblo dispuestos a disfrutar del ambiente y la exhibición de carrozas. Estas no defraudaron, aportando creatividad y derroche de humor en una cita que ha vuelto a resultar exitosa y a hacer del Carnaval uno de los grandes eventos.

En Bezana, 'Los hippies de Bezana' y la Asociación Cultural San Mateo de Maoño se proclamaron como los ganadores del Concurso de Disfraces del Carnaval de Bezana celebrado en el Pabellón Marcos Bermejo de la localidad, en la categoría grupal empadronados y en la categoría grupal, respectivamente. Estos grupos se alzaron con un premio de 225 euros cada uno al imponerse al resto tras presentar un espectáculo musical en el que el jurado valoró el trabajo, el diseño de los disfraces, las coreografías, la animación, etcétera. En segundo lugar quedaron clasificados 'Los cositos vintage' en grupal empadronados y 'Arqueras del rey' en la grupal, obteniendo un premio de 150 euros.

Por último, en tercer lugar y con un galardón de 75 euros se clasificaron 'Los dioses bezaniegos' y los 'Dioses del mar'.

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