Sólo 18.560 cántabros presentan anticuerpos contra el coronavirus

Aún así, esos más de 18.500 contagiados que desvelan las proyecciones elaboradas por el informe –el método y el gran número de muestras hace que la precisión sea elevada– significan seis veces y media más que los 2.872 contabilizados oficialmente. La diferencia entre esas dos cifras, unos 15.670 individuos, correspondería a ese grupo de infectados asintomáticos o que han tenido síntomas leves que no han requerido asistencia médica específica. O que simplemente no han tenido la oportunidad de someterse a las pruebas.

Otra de las derivadas es que también cambia el índice de mortalidad, porque la relación entre los fallecidos y el total de infectados haría que la tasa bajara del 7,2% al 1,1%.

El estudio revela incluso un ligero retroceso en Cantabria con respecto a los resultados de la primera oleada, anunciados el pasado 13 de mayo. Entonces, los contagios llegaban al 3,6% de los habitantes. En la primera vuelta participaron 1.504 personas, mientras que en la segunda, que se desarrolló entre el 18 de mayo y el 1 de junio, han sido 1.660, con una 'adherencia' (repetidores) del 95% de los protagonistas en la primera oleada.

Aunque la inmunidad grupal se antoja poco menos que imposible –los expertos la cifran en el 60%–, la otra cara de la moneda que aportan los datos es que el virus apenas se ha propagado en Cantabria en el último mes, coincidiendo con la paulatina recuperación de las actividades y el avance en el proceso de 'desescalada'.

Ayer, según los datos transmitidos este mediodía por la Consejería de Sanidad, se registraron seis nuevos contagios, cuatro diagnosticados mediante pruebas PCR y otros dos a través de test de detección de anticuerpos. De esta manera, desde el inicio de la pandemia el número total de afectados ha sido de 2.872 (2.316 confirmados mediante pruebas PCR y 556 con presencia de anticuerpos en sus análisis de sangre).

No se ha producido ningún nuevo fallecimiento como consecuencia del coronavirus, por lo que Cantabria encadena ya dieciséis jornadas consecutivas sin añadir más víctimas mortales a esas 209 que han perdido la vida desde marzo. Hay que remontarse hasta el 19 de mayo para encontrar el último deceso.

A día de hoy continúan activos y bajo seguimiento 59 casos (catorce menos que los que revelaban los datos facilitados ayer), de los cuales sólo cinco requieren hospitalización (tres menos), incluida la única persona que permanece en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de Valdecilla. Los otros cuatro pacientes están ingresados en el Hospital de Laredo. Tanto Sierrallana como Tres Mares ya no tienen enfermos de Covid en sus plantas, después de haber recibido el alta el jueves el único que permanecía en el centro hospitalario de Torrelavega y el miércoles el que había en el de Reinosa.

Por su parte, los otros 54 positivos se encuentran en aislamiento,, bien en su domicilio o bien en la residencia donde viven en el caso de los mayores. La situación de estos centros «ha mejorado mucho» y únicamente cinco de ellos tienen todavía positivos entre sus residentes.

Además, otras veinte personas han superado la enfermedad en las últimas horas, elevándose de esta manera el balance total de curados a 2.604, lo que supone cerca del 91% del total de los infectados.

No sólo Cantabria, con su apenas 3,2% de personas con anticuerpos, sigue muy lejos de la ansiada inmunidad. El resto del país, también. Sólo el 5,2% de los españoles (2,4 millones de inmunes sobre una población de 47 millones de habitantes) estarían protegidos ante el coronavirus en la actualidad, dos décimas más que el mes pasado. Además, sigue habiendo grandísimas diferencias entre las distintas comunidades autónomas y provincias. El virus, como quedó de manifiesto en las primeras conclusiones, se sigue cebando muchísimo más en el interior que en las zonas costeras del país. Así, las comunidades con mayor prevalencia son Madrid (con un 11,4%), Castilla-La Mancha (10,3%) y Castilla y León (7,5%). En el otro extremo se sitúan Ceuta (con solo un 0,5%), Baleares (1,5%) y Murcia y Asturias (ambas con un 1,6%).

Los nuevos datos ponen de manifiesto que la prevalencia no aumenta con el paso del tiempo, por lo que, a falta de una vacuna o un tratamiento efectivo a la vista, España únicamente puede tratar de contener la pandemia con medidas de apartamiento social e higiene, ya que la inmunidad comunitaria sólo se alcanza con un mínimo del 60% de la población con anticuerpos. Pero en el resto de Europa sucede algo similar.