Santander, Torrelavega y otros 48 municipios entran en nivel 3 y deberán cerrar el ocio nocturno

Cantabria entra en la última semana del año con un aumento de la presión hospitalaria tras sumar nueve ingresos por coronavirus en un solo día y alcanzar los 119 pacientes, la cifra más alta desde la primera semana de mayo. Así, la última actualización del Servicio Cántabro de Salud arroja un cambio sustancial en la situación sanitaria en la recta final del 2021, ya que, hasta ahora, la explosión de contagios de la semana pasada- con el récord de toda la pandemia con 846 casos detectados- no se había traducido en un aumento significativo de la carga asistencial.

A los nueve municipios más grandes, y que concentran el grueso de la actividad festiva por la noche, hay que sumar en nivel 3 a Los Corrales de Buelna, Bárcena de Cicero, Santa María de Cayón, Reinosa, Suances, Colindres, Reocín, Cabezón de la Sal, Medio Cudeyo, Polanco, Cartes, Entrambasaguas y Marina de Cudeyo.

También están en nivel 3 de alerta Miengo, Ribamontán al Mar, Ampuero, Villaescusa, Ramales de la Victoria, Puente Viesgo, Val de San Vicente, Voto, Noja, Liérganes, Ribamontán al Monte, Penagos, Arnuero, Corvera de Toranzo, Limpias, Argoños, Santiurde de Toranzo, Villacarriedo, Hazas de Cesto, Molledo, Potes, Cillorigo de Liébana, Liendo, Solórzano, Cabuérniga, Escalante, Cabezón de Liébana y Herrerías.

En nivel 2, de riesgo medio, siguen 16 municipios: Santillana del Mar, San Vicente de la Barquera, Campoo de Enmedio, Castañeda, Alfoz de Lloredo, San Felices de Buelna, Guriezo, Valdáliga, Comillas, Mazcuerras, Meruelo, Bareyo, Selaya, Riotuerto, Rasines y Camaleño. El resto se encuentra en nivel 1, que correspodne al riesgo bajo.

Las restricciones que entrarán en vigor con el nueva semáforo covid serán de aplicación a partir de esta medianoche (00.00 horas de este martes). Y supone para la hostelería una apertura condicionada a la utilización de medidores de CO2 y el acceso con certificado covid. El aforo en los interiores se reduce del 100 al 75% y se limitan a 6 las personas por mesa, y a 10 en las terrazas

Los establecimientos de ocio nocturno, las discotecas, deberán cerrar. Una medida que afectará también a los cotillones de Nochevieja. En el comercio minorista el aforo será de un tercio, al igual que los velatorios y funerales, y en los monumentos y equipamientos culturales del 50% con grupos máximos de 6 personas

Cines, teatros y espectáculos culturales también tienen una apertura condicionada a la utilización de medidores de CO2. Aforo al 75%y con el público sentado. Si se permite el consumo de bebida y comida pero con certificado covidD.

En el caso de los eventos deportivos, en instalaciones cubiertas, también se deben utilizar medidores de CO2, con el público sentado y un aforo del 75%.

Este mismo lunes los organizadores de La Vijanera de Silió anunciaban su suspensión por segundo año consecutivo. Y la pasada semana Santander ya decidió suspender la San Silvestre. Habrá que ver en los próximos días qué pasa con las cabalgatas de Reyes, sobre las que Sanidad ya ha pedido que eviten las aglomeraciones.

Preguntado por la posibilidad de que las comunidades autónomas del Norte de España adopten medidas comunes para tratar de atajar el avance de la incidencia covid, el director de Salud Públicad, Reinhard Wallmann, ha indicado que ha mantenido una reunión con sus homólogos de esta zona del país para ver cómo consensuar decisiones, que «son similares, las de siempre», al igual que es «similar» la incidencia.Según ha indicado, cada región debe usar mecanismos propios para hacerlas efectivas, y en todo caso se recomienda la reducción de contactos sociales «al máximo», procurar una ventilación adecuada en interiores e insistir en la vacunación. «Se ha pasado de la fase de contingencia a la de mitigación» que requiere aislar al máximo los casos detectados.

En cualquier caso, el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, defiende que se implanten «las menores restricciones posibles» frente al coronavirus ya que, a pesar del «brutal» incremento de contagios que se viene produciendo, la situación actual «no es comparable a lo que hemos vivido en otras épocas» gracias al avance de la vacunación. Así, a juicio de Revilla «vamos a tener que convivir con este virus pero ya muy mermado, en la medida que cada mes que pase va a haber muchísima más gente vacunada con refuerzo de tercera dosis, y sobre todo la población que ahora está teniendo más contagios, que son los jóvenes».

«Cuando hayamos pegado un arreón a la vacuna de los jóvenes y tengamos la tercera dosis de refuerzo, el virus lo tiene complicado», ha dicho el presidente tras asegurar que él mismo está haciéndose PCR «todos los días porque me cae alguno de los que trabaja conmigo» y «han sido contagiados por sus hijos al llegar del colegio». Y es que el covid «seguirá estando, pero yo creo que no nos va a parar la vida», ha defendido, señalando que 2022 va a ser el año en que, sin acabar con el virus, éste «no nos va a originar una situación de colapso sanitario ni económico» y habrá «muy pocos muertos», pues la mayoría de contagios serán «sin gravedad» -salvo en personas con patologías-. El jefe del Ejecutivo cántabro también considera que es el momento de relanzar la economía, y «por eso tampoco tenemos que extremarnos en cerrar, cerrar, cerrar», porque «vamos a ver cómo dentro de 10 días o 12 esta ola va a empezar a bajar».Por ello «tampoco tenemos que alarmarnos en exceso, sí cuidarnos mucho», pues «esas aglomeraciones que hay son innecesarias porque de esas cantidades de gente que vemos apelotonada, sin mascarilla, seguro que sale algún infectado, porque esta nueva variante es de una propagación velocísima».

Los expertos reiteran los efectos de la vacunación en esta sexta ola para neutralizar o atenuar los cuadros más graves de la enfermedad. Así, con más del 83% de la población cántabra inmunizada, la proporción de hospitalizados respecto a los contagios en esta sexta ola es menor que en anteriores. Aún así, el sistema corre el peligro de saturarse.

«El número de ingresos diarios supera el número de altas. Estamos acumulando todos los días enfermos en los hospitales y de seguir así acabaremos convirtiendo los hospitales en centros monográficos para el covid», advertía el jueves pasado el consejero de Sanidad, que aseguraba que se prevía un incremento de la presión hospitalaria. Y así ha sido. El número de hospitalizados ha pasado del centenar de este jueves a los 119 de este domingo. Por su parte, el número de enfermos en la UCI por coronavirus se mantiene invariable respecto a la víspera con 23 pacientes en estado crítico.

Las declaraciones del titular de Sanidad llegaban el mismo día que anunciaba el adelanto de la publicación del semáforo covid a este lunes para endurecer las restricciones en los municipios con mayor incidencia. A falta de unas horas para conocer la actualización del mapa de riesgo, está previsto que Cantabria en su conjunto suba al nivel 3 de alerta y que los municipios en este escalón tengan que cerrar el ocio nocturno a partir de este martes con los cotillones de Nochevieja a la vuelta de la esquina.

Y el embate de esta sexta ola sigue empujando la incidencia acumulada hasta máximos de la pandemia a escasos tres puntos de rozar el millar, con 997 casos por cada cien mil habitantes, 66 puntos más que la víspera y 486 más que hace justo una semana. La acumulada a siete días también refleja los altos niveles de contagio de las últimas jornadas con 693 casos.

Los casos detectados todavía siguen por las nubes aunque en las últimas dos jornadas han experimentado un significativo descenso tras los tres días de récord consecutivo de la semana pasada. Además, la positividad sigue en aumento y ya se encuentra en el 15,6% tras detectar este domingo 496 casos, 45 más que el sábado y 190 más que hace justo una semana. Los expertos ya han advertido que este frenazo de positivos puede ser efecto de los festivos, días en los que se realizan menos pruebas diagnósticas.

En el lado positivos de los datos, la casilla de fallecidos por coronavirus vuelve a aparecer este domingo en blanco tras no registrar muertes en las últimas horas. Así el número de decesos por el virus en Cantabria desde que comenzó la pandemia se mantiene en 631.