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José Luis García Agricultor (Arnuero): David Fontela
En Cantabria sí que hay tomate del bueno

En Cantabria sí que hay tomate del bueno

¿Cuál es el mejor? El de Galizano, el de Liencres, el de Zurita o el «de mi huerta». Cada cántabro tiene su favorito y el debate está en pueblos, casas y bares

Domingo, 21 de agosto 2022, 07:40

Miércoles, diez y media de la mañana, en un bar de la calle Marqués de la Hermida. El día amaneció lluvioso. Mientras toman un café mañanero, tres hombres hablan de la sequía y de lo bien que va a venir esta lluvia para el campo. Y es cuando uno de ellos introduce la palabra clave: el tomate.

Dice que tiene una pequeña huerta y está muy contento con la cosecha. A partir de ahí, otro de ellos aprovecha para tirarle, entre carcajadas, una pulla: «Pues ya va siendo hora de que traigas uno de una vez, y así podamos probarlo». Es en ese momento cuando la conversación llega a un punto sin retorno. El trío comienza a debatir sobre la procedencia del mejor tomate de Cantabria. ¿Dónde está? La lista es larga: Galizano, Bárcena de Cicero, Arnuero, Liencres, Val de San Vicente, Parbayón, Maoño, Villaescusa... Esa pregunta es imposible de responder porque cada uno barre hacia su casa. Por ello, El Diario Montañés realiza un recorrido entre alguno de los productores de esta exquisitez en la región, aunque son muchos más los que están en plena recogida de la cosecha. La variedad más común, y la que mejor se da en tierras cántabras, es la 'jack'.

Ignacio Parraza Agricultor y uno de los encargados de Hortalizas La Colina (Bárcena de Cicero): «Todos nuestros procesos de cultivo están controlados y son eficaces» David Fontela

El viaje arranca en el municipio de Bárcena de Cicero, en concreto en Gama, que cuenta en esta zona oriental de la región con una gran plantación tomatera. Se trata de Hortalizas La Colina, un negocio familiar fundado hace cerca de treinta años y que hoy en día continúa su actividad cultivando, además de tomates, todo tipo de verduras. Ignacio Parraza, uno de los responsables de este negocio, muestra su producto estrella: el tomate de la variedad 'jack', muy frecuente en esta zona del norte peninsular. «Una de las zonas de cultivo de este tomate es, precisamente, Cantabria. Tiene una cantidad de carne considerable, y muy buen equilibrio entre acidez y dulzura», manifiesta Parraza mientras recorre los cultivos. Y es que para él, su empresa es sinónimo de distinción: «En esta finca nos definimos por un proceso de trabajo meticuloso y exhaustivo. Nuestro lema es 'si todos los procesos productivos se controlan, el producto final es de calidad'».

«Trabajamos la tierra de forma natural, para así obtener un producto de calidad»

José Luis García| Agricultor de Arnuero

La variedad 'jack' es la más vendida y producida en la Cornisa Cantábrica, debido a las condiciones climatológicas óptimas

A pocos kilómetros de Gama, en la localidad de Arnuero, se encuentra José Luis García, quien dirige, junto a sus dos hermanos, una huerta en este municipio del enclave de Siete Villas. «Desde que tengo uso de razón, siempre hemos tenido huerto en casa. Cuando crecimos, mis hermanos y yo decidimos comenzar uno por nuestra cuenta. Tuvimos la oportunidad de abrir en Noja una tienda de productos típicos -llamada Vimar- y es allí donde destinamos todo lo que aquí obtenemos», explica García desde el jardín de su domicilio.

Su especialidad también es el tomate 'jack', «la variedad natural de Cantabria» y en su caso la única que cultiva. «Es el que mejor se da, tanto en la calle como dentro de un invernadero. Cumple a la perfección con todo aquello que busca la gente de un tomate, en cuanto a apariencia. Tiene mucho sabor y textura, y cuando está maduro aún mantiene una dureza que otras variedades no tienen». Para sembrarlos, García deja que la naturaleza haga su trabajo: «Nuestro objetivo es tratar la tierra de la forma más natural posible, para así conseguir que nuestro producto sea excelente».

Carlos San Bartolomé Agricultor y uno de los encargados de la Finca Las Vegas (Val de San Vicente): «Un buen tomate surje de una buena semilla y un cultivo responsable» David Fontela

La posibilidad de consumir productos con la marca 'eco' también está sobre la mesa. En la localidad de Maoño, cerca de Bezana, Diego González dirige desde hace siete años la eco granja 'Tierra Mojada'. Vinculado a la agricultura desde que tiene uso de razón, González inauguró este espacio con la excusa de «cultivar productos ecológicos y poder venderlos de forma directa».

Diego González Agricultor y propietario de la eco granja 'Tierra Mojada' (Maoño): «Nuestra base es que un producto tiene que ser ecológico para poder ser de calidad» David Fontela

Bajo una estructura de madera, tomates, pimientos, calabacines..., entre otras hortalizas, se dan cita esperando a ser adquiridas. En cuanto al tema que nos ocupa, una de sus piezas más valoradas es el tomate de Abanillas, originario de esta localidad, cuyo tamaño sorprende hasta al más pintado: «Suelen sobrepasar el medio kilo. Es un fruto con un corte espectacular, sin casi semillas, y con mucho dulzor. En nuestro caso, además de su calidad, buscamos que sea sostenible, ya que esa es la base con la que trabajamos», relata González, sosteniendo uno de estos ejemplares, que, por cierto, dos clientes acaban de adquirir.

En Val de San Vicente la oferta tomatera es notable. Carlos San Bartolomé gestiona, junto a su mujer, la Finca Las Vegas, un espacio formado a la vega del río Nansa donde todo tipo de hortalizas tienen su cobijo. Por supuesto, también los tomates: «Trabajamos con diferentes variedades, pero la que más éxito y mejor sembrado tiene es el 'jack'», narra San Bartolomé, mientras acaricia -bajo la tomatera- a uno de sus perros. A su juicio, la mejor forma de cultivar es tomate es «empezar partiendo de una buena semilla, después una buena planta y finalizar con un cultivo hecho con cabeza». Todo, por supuesto, aderezado de «un buen clima». Este es el secreto con el que Las Vegas elabora sus productos, que pueden adquirirse en cualquier Frutería Vegetal Oro, situadas en Santander.

Luis Alberto Peláez Trabajador en el Solar de Valdés (Parbayón): «Cuanto mejor cuides a la planta, mejores resultados te va a dar» David Fontela

Pero la posibilidad de conseguir tomates estupendos se extiende por múltiples puntos de la geografía regional. Por ejemplo, en el Solar de Valdés, en Parbayón y Orejo, donde Luis Alberto Peláez trabaja desde hace treinta años: «Trabajamos únicamente con 'jack', que es el que más se comercializa por esta zona. De todas las variedades, no hay ninguna que tenga la calidad de este. Además, se adapta perfectamente a las temperaturas de aquí», señala Peláez, mientras poda una de las plantas. El clima es un ingrediente fundamental, y este verano, de sol y calor, ha sido propicio para el éxito de las cosechas. Porque la planta tomatera necesita luminosidad para prosperar y madurar su fruto. Un alimento que conlleva mimo y dedicación para marcar la diferencia cuando llega a la mesa, en torno a la cual es más que probable que se repitan las conversaciones sobre la procedencia de los mejores tomates made in Cantabria.

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