Cantabria es la única comunidad del norte donde aún no hay obras de líneas del AVE

Así, la única comunidad autónoma del norte de España que no tiene aún ni un sólo kilómetro de AVE en construcción es Cantabria. De hecho, mirando al mapa nacional de la alta velocidad, sólo Navarra y La Rioja están en una situación similar, con vías proyectadas pero aún sin una sola máquina moviendo tierra y colocando raíles. Y tampoco hay un horizonte temporal claro sobre cuándo se verá el primer tren de este tipo en la región. Hay muchas incertidumbres en tierras cántabras, pero sí más certezas sobre los tramos del AVE Santander-Madrid en tierras castellanas. El pasado noviembre, la titular de Transportes y Miguel Ángel Revilla participaron en el acto de inicio oficial de las obras en los tramos Palencia-Amusco y Amusco-Osorno, que tendrán un plazo de ejecución de 40 meses. Además, otros dos tramos hasta Alar del Rey se tienen que licitar, según el compromiso del Ejecutivo central, en marzo y mayo del año que viene. Todo ese trazado se acabará -en teoría- en 2025 y, a falta de todo lo que queda por delante hasta la capital cántabra, el viaje hasta Madrid se reducirá a 3 horas y 15 minutos, lo que permitirá que el trayecto empiece a ser competitivo respecto a otras opciones.

Hasta ahí las certezas. ¿Qué pasará desde Alar del Rey para adelante? Pues en ese punto el calendario es más difuso. Lo que sí se sabe es que sólo habrá línea AVE como tal hasta la capital campurriana. La orografía desde Reinosa hasta Santander es tan compleja que es económicamente inviable extenderla más allá y crear una plataforma que permita un viaje de 350 kilómetros por hora, el máximo posible hasta ese punto. Así, únicamente se mejorará la actual vía para que tenga mejores prestaciones y se pueda arañar un puñado de minutos más. El Gobierno de Cantabria está conforme con esta solución y contento de que ya se estén realizando parte de esos trabajos, como la duplicación de la vía desde Torrelavega. Ahí sí que hay obras ferroviarias en la región, pero no de AVE. Altas prestaciones.

Del resto del mapa de la alta velocidad española, la mejor explicación es el propio mapa que acompaña esta información. Desde Madrid, desde los inicios de este gran proyecto en 1992 se ha llegado primero a Sevilla y después a Málaga, Valladolid, Zaragoza, León, Barcelona, Granada, Valencia, Alicante... Está en obras el Corredor Mediterráneo e incluso el de Extremadura -con un retraso histórico en materia ferroviaria-, donde la conexión Badajoz-Mérida-Cáceres-Plasencia se quiere estrenar en 2023. Proyectada está la unión de este último sistema con Madrid, la de la 'Y' vasca al centro a través de Burgos que acaba de licitarse o el tramo Zaragoza-Pamplona, en estudio informativo.

En total, el Ministerio dispone de 24.000 millones de euros de aquí a 2026 para el impulso a la red ferroviaria. No sólo la del AVE, también la convencional. De ese dinero saldrá la inversión que este mismo viernes pactó el Gobierno y el PNV para inyectar más dinero en su 'Y' y acelerar así los plazos y apoyar los proyectos de soterramiento de la llegada de la alta velocidad a San Sebastián, Vitoria y Bilbao.

Mientras Cantabria convierte las conexiones ferroviarias de alta velocidad -no sólo con la Meseta, también la línea a Bilbao cuyo estudio informativo se está elaborando y que recibiría un gran impulso si es incluida en el Corredor Atlántico como pretende Revilla- en su principal reivindicación, junto con un modelo de financiación autonómica que le beneficie, distintos grupos sociales, políticos y ecologistas ponen en cuestión que el AVE tenga que ser una prioridad.

Las Mesas de Movilidad, por ejemplo, insisten en que primero son necesarias inversiones en la red de Cercanías, la que utilizan muchos trabajadores diariamente para desplazarse por el territorio y que presenta carencias importantes. No sólo tiempos en muchos casos inasumibles, sino también continuos retrasos y averías que están provocando una evidente caída de usuarios, que recurren a la carretera, con lo que eso conlleva a nivel medioambiental y de aumento del tráfico rodado.

En este sentido, el Gobierno central ha anunciado 85 millones de euros en 5 años para mejorar la línea Santander-Bilbao y el proyecto de duplicación de la vía entre Santander y Torrelavega que se está ejecutando para el viaje a Madrid también supondrá la reducción de tiempos en los trayectos cortos de Cercanías. No hay fechas en cambio para la llegada de las nuevas máquinas prometidas ni para el resto de actuaciones que se concretaban en el Plan Regional de Cercanías que puso en marcha el exministro Íñigo de la Serna y que avanza a duras penas.